El
biopic, A la sombra de Kennedy, está
dirigido por Rob Reiner con guion de
Joey Hartstone.
Es
el 22 de Noviembre de 1963, en Dallas, Texas, Estados Unidos. Un día radiante y
feliz para la familia Kennedy. El coche presidencial, junto al resto de la
comitiva, comienzan el desfile hacia el centro de Dallas y al llegar a la Plaza
Dealey, el presidente JFK (Jeffrey
Donovan) es tiroteado, muriendo a las pocas horas en el hospital.
En
la comitiva presidencial entre otros altos cargos, iba el vicepresidente,
Lyndon B. Johnson (Woody Harrelson),
a quien Kennedy había nombrado por su experiencia parlamentaria y ser de origen
sureño. Le había puesto al frente del Comité sobre la igualdad de oportunidades
en el empleo, para poder llevar a cabo la Ley de Derechos Civiles. LBJ, fue nombrado presidente a las pocas horas
de la muerte de JFK, ofreciendo de esta manera la imagen de una nación fuerte y
estable.
Tras
leer el título traducido al español, cualquier espectador podría pensar que
estamos ante un nuevo filme sobre la familia Kennedy, de las cuales
recientemente hemos podido ver “Jackie” de Pablo Larraín o “El escándalo Ted
Kennedy” de John Curran, pero muy lejos de la realidad. Si por el contrario
observamos el título original “LBJ (Lyndon B. Johnson) ya nos podemos hacer una
idea de que nos encontramos ante el presidente que sin ser elegido por el
pueblo, se ganó el respeto de los demócratas y de la mayoría de los ciudadanos
norteamericanos, siendo presidente entre los años 1963 a 1969 y retirándose
para no volver a ser reelegido.
A
la sombra de Kennedy es la revisión de una parte de la historia norteamericana,
en unos años movidos por todos los cambios que se originaron, entre ellos
prohibir la discriminación racial en aquellos lugares, negocios y espacios, que
estuvieran bajo los fondos federales. Un filme con una fuerte carga
política, entre despachos, congreso, senado e incluso
dormitorios, viendo hasta donde se puede llegar para gobernar o lograr
determinados objetivos.
Un
biopic bien dirigido, aunque tal vez excesivamente pulcro y convencional. Parte de la narración
está fragmentada por flashback, tomando como eje el famoso desfile por Dallas,
para adentrarnos en la figura de Johnson. Ni una sola línea está escrita al
azar, algo que juega a su favor, pero tanta pulcritud, también se torna en su
contra, pues el espectáculo queda ligeramente deslucido.
Como
ya viene siendo frecuente en este género cinematográfico, tan en boga en los últimos
años, quienes destacan por encima de toda la obra, son sus personajes y en esta
ocasión, además de las buenas interpretaciones, hay que hacer mención especial
a la fabulosa ambientación y caracterización, que nos muestra Barry Markowitz, en su fotografía. Una
obra que gana, también, gracias al montaje de Bob Joyce, dotándola de agilidad.
Dejo
para el final lo mejor, que sin duda es Woody
Harrelson en el papel del presidente Lyndon B. Johnson. Woody pone toda la
carne en el asador y no es que interprete a Johnson, sino que traspasa cada
fibra de un presidente, muy pocas veces mostrado en la gran pantalla. Un
momento brillante, su intervención en el congreso.
Mi
nota es: 7,5
ESTRENO
en ESPAÑA: 23 de Noviembre
REPARTO: Woody Harrelson, Bill Pullman, Jennifer Jason
Leigh, Michael Stahl-David, Richard Jenkins, Brian Stepanek, Kim Allen, Judd
Lormand, Joe Chrest, Brent Bailey, Katrina Cerio, John Burke, Tim Ransom, Rob
Steinberg y Dean J. West.
PRODUCTORA: Acacia Filmed Entertainment// Castle Rock Entertainment// Star Thrower Entertainment//Savvy Media Holdings.
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: Festival Films.