La
Chica Salvaje, está dirigida Olivia Newman con guion de Lucy
Alibar, basándose en la novela de Delia
Owens.
Kya Clark (Daisy Edgar-Jones) es una niña que vive
cerca de las marismas, al sur de Estados Unidos a mediados del siglo XX, con
sus hermanos y sus padres. Su padre es un maltratador y poco a poco, la familia
va abandonando el hogar, primero será la madre, luego todos los hermanos y
finalmente, cuando ella se queda con el padre, éste decide también irse, con lo
que la joven Kya tiene que aprender a buscarse la vida para sobrevivir.
Afortunadamente cuenta con los dueños de la tienda de comestibles, Mabel (Michael Hyatt) y Jumpin (Sterling Macer Jr.) quienes la cuidarán,
desde una distancia cómoda para todos.
Kya, desde muy niña conoce
a Tate Walker (Taylor John Smith)
con quien se lleva muy bien, hasta el punto de hacerse novios, pero Tate tiene
el sueño de estudiar una carrera y se va del pueblo. Cinco años más tarde la
pretende Chase Andrews (Taylor John Smit),
que resulta ser el chulito del pueblo y quien aparece muerto en una zona
pantanosa de las marismas, en extrañas circunstancias. Todas las culpas recaen
en Kya, la chica salvaje, como es conocida en el entorno.
La guionista y
directora, Olivia Newman, obtuvo un
B.A. en francés y estudios de la mujer en el Vassar College y una maestría en
cine en la Universidad de Columbia. Se inició en el cortometraje con “Blue-Eyed
Mary” 2009 y “First Match” 2010 y debutó en el largometraje ocho años más tarde
con “Mi primer combate” 2018. Este año nos ofrece “La chica salvaje” 2022.
También ha trabajado en algunas series televisivas como “Chicago Fire” 2018/19,
“Chicago P.D.”, “Rétame” y “FBI” todas en 2020.
La chica salvaje está
basada en el Bestseller de Delia Owens adaptada por Lucy Alibar. No voy a
entrar a cuestionar si ha contado con una correcta adaptación o no, pues no he
leído la novela, por lo que en esta reseña me ceñiré exclusivamente al punto de
vista cinematográfico. Dicho lo cual, comenzaré manifestando que personalmente,
he disfrutado de este filme con cierto grado de suspense y mucho de
romanticismo envuelto en el dolor y el drama generado por un pasado, el de Kya,
marcado por un padre violento; recuerdos que resultan muy difíciles de olvidar,
pero que tal vez, rodeándose de las personas adecuadas, se pueda superar en
gran parte.
Estamos por tanto ante
un thriller dramático narrado desde dos espacios diferentes, el primero en ese ambiente
natural y salvaje que proporcionan las marismas, conociendo la vida de la joven
Kya desde su niñez hasta la actualidad y el segundo, la sala de juicios, en la
cual la joven será sometida a la acusación de asesinato. Un juicio no solo
presidido por hombres y mujeres del pueblo, sino alimentado por la ignorancia,
los miedos, las envidias, los celos, el rechazo y hasta esos pensamiento
puramente clasistas y raciales que habitan en el lugar y que en ocasiones,
frenan la inserción de quienes lo precisan. Estos elementos se convierten en
algunas de las pruebas de la acusación, mientras que el abogado defensor, Tom
Milton, magníficamente interpretado por David
Strathairn, desde su mente lúcida y abierta, deberá demostrar que para
acusar hay que tener pruebas reales y no solo los chismorreos y vaguedades de
quienes creen saber sin preguntar, llevando y trayendo. Un juicio que sirve,
una vez más, para juzgar a la sociedad viciada por los bulos y la desinformación
que aceptan como cierta. Critica así mismo la violencia de género, los abusos a menores, la manipulación, el
abandono y la soledad, entre otros temas, pues a través de esta narración, en
parte un tanto ñoña, las capas de las verdades y mentiras, del dolor y las
alegrías, de la vida y la muerte, se van desplegando una a una, como las flores
se despiertan al amanecer.
En esa América profunda
de los años 60, Newman nos ofrece también ese canto a la naturaleza, a la vida
salvaje y al amor por cuanto rodea y vive en esas marismas, revelándonos a una
joven que lejos de ser una salvaje, de su humanidad y sencillez germina el
naturalismo más genuino, plasmado en la bucólica fotografía de Polly Morgan y abrazada, como tantas
veces, por la banda sonora de Mychael
Danna. Sí, no voy a negar que el filme tiene ese punto pastelón, pero
bienvenido sean estos filmes que logran relajar al espectador tras un duro día
o simplemente que busca evadirse del bullicio del exterior. Yo, que siempre me
he confesado un romántico empedernido y amante de la naturaleza. Finalmente,
mencionar la magnífica interpretación de
Daisy Edgar-Jones,
maravillosa guía que encarnando a Kya, nos muestra otra realidad de esa América
profunda y de cuantos vicios la rodea.
Mi nota es: 7,5
ESTRENO EN ESPAÑA: 30
de septiembre.
REPARTO: Daisy Edgar-Jones, Garret Dillahunt, David Strathairn,
Harris Dickinson, Eric Ladin, Taylor John Smith, Michael Hyatt, Ahna O´Reilly,
Luke David Blumm, Sterling Macer Jr., Blue Clarke, Jojo Regina, Jayson Warner
Smith, Bill Kelly, Calvin Williams, Suzette Lange, Wyatt Parker, Charlie
Talbert, Billy Slaughter y Logan Macrae.
PRODUCTORA: 3000
Pictures// Hello Sunshine
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Sony Pictures Entertainment (SPE)