La
mala familia está dirigida por Nacho A. Villar y Luis Rojo,
ambos comparten guion con Raúl Liarte.
“Para mí no hay justicia, si la justicia no actúa a su tiempo”
El documental sigue la
historia de un grupo de amigos: Andrés Pizarro, Jonathan Echeverry, Juan
Sebastián Murillejo, Natanael de Jesús Rosario, Byron Alejandro Gaibor y Jamel
Stalin, quienes tras ser juzgados por provocar un grave altercado, se ven
condenados a un año de cárcel y a pagar una indemnización que supera los
50.000€ (Esta multa debe ser abonada entre los seis).
La distancia no será un
impedimento para seguir en contacto, pues lo hacen a través de videollamadas
desde sus puestos de trabajo u otros lugares, menos Andrés, que se encuentra
confinado y no puede mantener conexión con el exterior, salvo con su novia. Andrés
recibe un permiso de fin de semana y todos sus colegas, su “mala familia”, le
preparan una fiesta en el pantano. En dicho espacio natural pasarán el día
hasta que se pone el sol. Tendrán tiempo para celebrar comiendo, bebiendo,
fumando y escuchando música, jugar como niños en el agua, conversar y hasta
reflexionar sobre lo que han vivido y perdido en esos años.
Un relato, en el que
sus protagonistas pasarán por el amplio abanico de los diferentes estados emocionales, desde la
euforia compartida por estar de nuevo juntos, hasta desembocar en los dramas
más personales, entre los silencios, miradas y algunos enfrentamientos verbales.
Una obra que no pretende juzgar sino mostrar. Un filme que no busca la
complicidad sino exhibir la realidad de una parte de la sociedad, de esa
sociedad marginada. Una película que se abraza con fuerza a los lazos de
amistad que no precisan de la consanguinidad para llamarse hermanos, porque en
realidad lo son, desde el día en que se conocieron y decidieron protegerse y
compartir lo poco que tenían. Las familias son más diversas de lo que muchos
puedan imaginar.
La mala familia exhibe
un drama social, honesto y enfocado en la desigualdad enraizada en el sistema que
se ha cebado en estos jóvenes y que con absoluta naturalidad, nos exponen sus
miedos, sus sueños, sus problemas, sus deseos de cimentar una nueva vida, un
hogar y de tener un trabajo digno para salir del pozo en el que se encuentran;
encarándose a sus luchas internas, las cicatrices invisibles y visibles que les
han marcado y la necesidad de ser aceptados por una sociedad que les ha dado la
espalda y al igual que el guionista y directores del filme, no seré yo quien
les juzgue, pues no conozco realmente el alcance y gravedad de sus delitos, ya
que estos pasan de puntillas por la pantalla, pero aun así, si ya han pagado su
deuda con la sociedad, creo que merecen una segunda oportunidad y que tal vez,
estos jóvenes como otros que están pasando por situaciones similares,
sorprendan positivamente a la sociedad ofreciendo el potencial que se alberga
en su interior.
Destacaré dos momentos
de la película, aunque hay muchos. La escena en la que Andrés lee la carta a
sus amigos, una carta que no pudo enviar debido a su confinamiento y por otro
lado, el momento en que uno de los chicos afirma que ellos no han sido ángeles,
pero que ahora tienen un curro.
Para finalizar
mencionaré la correcta fotografía de Michal
Babinec entre los diferentes formatos de pantalla y la banda sonora que
acompaña al film en la partitura de Olivier
Arson. Una película de rabiosa actualidad y que considero muy importante su
visionado.
ESTRENO EN ESPAÑA: 5 de
Mayo.
REPARTO: Está compuesto
por un grupo de amigos, que forman la mala familia.
PRODUCTORA: Icónica//
Tasio// Birth// Blur.
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Sideral Cinema.