Instinto
Maternal está dirigida por Olivier Masset-Depasse quien comparte guion con Giordano Gederlini.
Alice (Veerle Baetens) sorprende a Céline (Anne Coesens) con una fiesta de
cumpleaños, que prepara en la propia casa de Céline. Las dos vecinas se llevan
como hermanas, como también sus maridos Simon (Mehdi Nebbou) y Damien (Arieh
Worthalter) y sus hijos Theo y Maxime, respectivamente. Todo parece ir
perfecto en sus vidas, en sus chalet adosados a las afueras de Bruselas en los
años 60.
La felicidad que reina
entre las dos parejas se verá alterada cuando un día Alice, desde su jardín, ve
como Maxime, el hijo de Céline, se
encuentra en el alféizar de la ventana. Le grita que se introduzca en el
interior y al no hacerle caso, corre hacia la casa de sus vecinos, entra en
ella gritando el nombre de Céline mientas sube las escaleras hacia la habitación
del niño. Al llegar a la puerta, las dos madres, comprueban como el pequeño se
ha caído al exterior.
La banda sonora va
marcando los pasos desde el comienzo de la obra. Cada nota cobra el sentido
dramático, tenso y abrumador que el filme precisa. Una partitura que llora, que
clama por la pérdida, busca el abrazo e incluso la venganza. Una pieza musical
en las manos de Renaud Mayeur y Frédéric Vercheval.
Olivier Masset-Depasse, de nacionalidad belga, es director y guionista cinematográfico. Tras sus dos cortometrajes “Cold Storage” 2010 y “In the Dark” 2004, dirigirá su ópera prima “Cages” 2006 continuando con “Illegal” 2010. En 2015 realiza para la televisión “Santuario”, sobre el terrorismo y ETA, para llegar a su tercer largometraje para la gran pantalla, con el thriller psicológico, “Instinto Maternal” 2019.
Exquisitamente
ambientada en los años 60 por la decoradora Anna Falguères y el diseñador de vestuario Thierry Delettre, Instinto maternal se presenta al público como un
thriller dramático en torno a la familia o debería decir a dos familias, como
es en esta ocasión. Un filme, que desde las primeras imágenes, aunque puedan
resultar alegres, se cierne la tragedia, que no sabemos muy bien por donde nos
va a venir, pero que enseguida lo descubriremos para dar paso, a la tortuosa
relación entre las dos mujeres, que lógicamente afectará a todos los miembros.
Un nuevo filme escrito para lucimiento de las protagonistas femeninas, pues los personajes masculinos quedan en un segundo e incluso tercer plano. Aquí serán Alice y Céline o lo que es lo mismo, Veerle Baetens y Anne Coeens, quienes nos arrollarán con sus interpretaciones, entre la elegancia, sobriedad y el despiste, para no saber quién de las dos está perdiendo la cordura y ser tratada por un psicólogo, pues incluso, si tenemos la mínima sospecha, el guion se encargará de confundirnos y así llevarnos hasta el final. Dos mujeres con carácter y dos actrices que lo dan todo. Ellas dos solas y el repelente niño, son suficientes para desconcertarnos y entretenernos durante todo el metraje.
He comentado que los
secundarios quedarían incluso en un tercer plano, pues el espectador
disfrutará, entre los decorados, el vestuario y la banda sonora ya mencionada, de una cuidadísima fotografía a cargo de Hichame Alaouie, donde muchos de los planos nos recordarán a
estampas retro de la época, entre la iluminación y los encuadres. Y es que sin
la menor duda, la atmósfera es otro de los grandes protagonistas, pues se
percibe desde que arranca la película y abraza a las dos extraordinarias
interpretaciones. Un filme en el cual Olivier, no deja nada al azar, todo está
escrupulosamente medido.
Mi nota es: 7
ESTRENO en ESPAÑA: 28
de junio
REPARTO: Veerle Baetens, Anne Coesens, Mehdi Nebbou,
Arieh Worthalter, Jules Lefebvres y Luan Adam.
PRODUCTORA: Savage Film
// Versus Production
DISTRIBUIDORA en
ESPAÑA: Karma Films.