Llevaba ya tiempo queriendo
entrevistar al autor que hoy os presento. Tal vez, como suele suceder, en
tantas ocasiones y por considerarlo más cercano, había ido dejando una y otra
vez dicha entrevista. Pero ahora, que lanza su nueva novela, no voy a retrasar
la oportunidad de que lo conozcáis. Él es: Javier Quevedo Puchal.
J.S. Javier, tocayo – sonrisa –,
por fin te tengo frente a mí para poder entrevistarte y si alguna vez has leído
mi blog y las entrevistas, sabrás que siempre comienzo con algunas preguntas
personales. ¿Quién es Javier Quevedo?
J.Q. Supongo que una persona
bastante sencilla, que por suerte necesita de bien poco para ser feliz. Creo
que el mayor lujo es tener tiempo para dedicarlo a las cosas que de verdad te
llenan: tu pareja, tu familia, tus amigos, tus cosas… Ni siquiera me considero
uno de esos escritores que conciben la escritura como una necesidad vital.
Escribo cuando el cuerpo me lo pide, aunque, eso sí, siempre procuro que lo que
salga sea un producto que valga la pena leerse.
J.S. ¿Cómo ves nuestra sociedad y
el entorno en el que te relacionas?
J.Q. Si por nuestra sociedad te
refieres a la española, me temo que veo un país enfermo de muchos problemas
endémicos. Me refiero a vicios heredados y complejos asumidos como naturales,
probablemente desde hace siglos. Nada de lo que, por desgracia, está ocurriendo
actualmente es una casualidad. Me temo que todos tenemos nuestra parte de
culpa, en un grado u otro. Es un tema complejo, desde luego, y de difícil
solución. Ni siquiera creo que vivamos para ver cómo la “mítica” España del
Lazarillo se convierte en lo que me gustaría que fuera. Eso si llega a suceder
alguna vez, claro está. Por suerte, procuro moverme en un entorno de gente
sana, con la mente más o menos abierta y un espíritu crítico saludable, y eso
siempre es un balón de oxígeno.
J.S. ¿Qué valor le das al amor y
a la amistad en tu vida diaria?
J.Q. El amor es uno de los
grandes valores que puede tener una persona, si lo sabe llevar de una forma
sensata y enriquecedora. No tiene por qué ser necesariamente amor a su pareja:
puede ser a sus padres, a sus amigos, a una mascota o incluso a sí mismo.
Afortunadamente, me muevo en un círculo social donde se me quiere de verdad y a
quienes yo quiero de forma saludable y adulta, desde mi pareja (con quien llevo
ya casi seis años) hasta mis padres o mi hermano. Respecto a mis amigos, por
suerte los verdaderos siguen ahí siempre, a las duras y a las maduras. Ello no
significa que de vez en cuando no me encuentre con gente manipuladora y
egoísta, que usa su supuesta amistad solo para fines que nada tienen que ver
con la amistad. Pero, por suerte, son los menos y, a fin de cuentas,
desaparecen como habían aparecido: rápido y casi sin darme cuenta.
J.S. La familia ¿Qué lugar ocupa
en tu vida?
J.Q. Un lugar fundamental. Mis
padres y mi hermano son las únicas personas que han estado ahí para mí toda la
vida, incluso en los momentos más difíciles. Y no lo han estado con palabras
huecas, sino con hechos llenos de significado. Aunque a veces se lo he puesto
difícil, nunca han dejado de quererme y apoyarme. Y siguen haciéndolo, día a
día. Conozco a otros gais que, lamentablemente, no han tenido esta suerte a
nivel familiar ni por asomo. Además, ahora he ampliado la familia con mi
pareja, un chico con quien desde luego no he tenido menos suerte.
J.S. Llevas publicando desde el
año 2008. Novela de la que luego te haré alguna pregunta. ¿Has percibido la
crisis en las ventas de tus novelas, o por el contrario tienes unos lectores
que te siguen con asiduidad?
J.Q.Claro que he percibido la
crisis en las ventas. De hecho, creo que quien dice no haberla percibido miente
como un bellaco. El consumo en general ha bajado a unos niveles brutales y,
desde luego, el sector literario no es ninguna excepción (y menos en un país
donde, casi por tradición, se lee poco y mal). Si a ello sumamos que con Cuerpos descosidos di un giro casi de
180º, al salir del circuito LGTB, por así llamarlo, para saltar al del terror,
donde nadie me conocía… Pues imagínate.
J.S. El E-Book ese personaje
amado y odiado por partes iguales. Todos tenemos nuestra opinión al respecto,
pero quiero saber la tuya y te formularé dos preguntas. ¿Crees que algún día el
libro dejará de existir tal y como lo conocemos?
J.Q. Me cuesta imaginar que el
libro de papel deje de existir alguna vez, dado que es un objeto que ha
sobrevivido al paso de los siglos y a muy diversas épocas. Pero, por mucho que
me cueste imaginarlo, me temo que es bastante probable que algún día deje de
existir. De igual modo que el Super-8 desapareció para dar paso al VHS, el VHS
desapareció para dar paso al DVD, el DVD probablemente desaparezca para dar
paso al BluRay… Estamos en una época de locura tecnológica, donde todo está
absurdamente obsoleto de un año para otro. Y, seguramente, con el libro
tradicional también ocurra eso algún día, aunque no me cabe duda de que pasará
muchísimo tiempo y quizá nosotros ni lleguemos a verlo. Eso si el mundo no se
ha ido al garete antes, claro, que esa es otra.
J.S. La piratería afecta también
a los escritores. Hablando con amigos sobre el tema del E-Book siempre llegamos
a una conclusión. Los músicos no sólo viven de los discos que lanzan al
mercado, sino de sus conciertos, galas, actuaciones en TV, etc. En el mundo del
Cine, la piratería afecta, pero las películas en una o menor medida, están subvencionadas
o tienen una vida determinada en las grandes salas. Pero los escritores sólo
perciben el porcentaje por las ventas. ¿Crees que debería buscarse una solución
para que no puedan ser pirateados los libros?
J.Q. Lo primero que debería
hacerse (y lo más complicado, seguramente) es ayudar a cambiar la mentalidad de
la gente. Es decir, conseguir que la cultura española (y ya hablo de
literatura, cine, teatro, música, pintura…) se vea de entrada no como una
pérdida de tiempo y dinero, sino como un bien común que nos enriquece y por el
que merece la pena pagar tanto como por comprar un kilo de patatas en el súper.
Pero pagar un precio justo para todos, claro, que es algo que me consta que en
estos momentos no siempre se está dando (y eso sería otro tema de debate no
menos peliagudo). El gran problema es que en España casi nadie, quizá empezando
por nosotros mismos, percibe realmente los trabajos artísticos como trabajos,
sino como un hobby que el artista debería conformarse con mantener desempeñando
paralelamente un trabajo “serio y de provecho” (ya sea en una oficina o en una
cadena de montaje). Tengo la impresión de que a los artistas españoles se nos
suele ver como a una panda de vagos extravagantes que no dan un palo al agua y
a quienes, en el mejor de los casos, se nos hace un favor pirateando nuestras
patéticas obras, que de otro modo nadie querría leer/ver/escuchar. Me parece
que es una actitud como mínimo injusta: lo nuestro es un trabajo como cualquier
otro, con sus horas de curro (que no son pocas, como bien sabes) y que, si se
hace como debería, da como resultado un producto de calidad. Un producto que
puede entretener, conmover, inquietar, enriquecer a nivel humano… o todo al mismo
tiempo, que es lo que yo pretendo con mis libros. Un producto, en todo caso,
por el que debería merecer la pena pagar, al igual que pagas por una caja de
leche para el desayuno, unas cervezas en fin de semana o una entrada para ver a
tu equipo de fútbol. Pero, insisto, pagar un precio justo para todos.
J.S. Entremos en materia literaria. En 2008 te presentas como escritor con tu primera novela: “El tercer deseo” con la Editorial Odisea. Se dice que cuando un escritor crea su primera obra, siempre busca referentes personales o acontecimientos que le han sucedido para el desarrollo de la historia. ¿Sucedió esto contigo?
J.S. Entremos en materia literaria. En 2008 te presentas como escritor con tu primera novela: “El tercer deseo” con la Editorial Odisea. Se dice que cuando un escritor crea su primera obra, siempre busca referentes personales o acontecimientos que le han sucedido para el desarrollo de la historia. ¿Sucedió esto contigo?
J.Q. Totalmente. De hecho, suelo
decir que un 70% de lo que ocurre en esta novela es autobiográfico. Usé El tercer deseo como vía de escape, una
especie de saco de boxeo donde desfogarme exteriorizando muchas cosas que me
pasaban por dentro y no sabía expresar de otro modo. Rabia, tristeza, anhelos…
También la usé, claro está, como escaparate para mostrarme a mí mismo con poco
pudor y mucha valentía. Siempre digo que empecé a escribir para que la gente me
quisiera. O al menos, para que me quisiera mejor. Y justo eso creo que ocurrió.
Sobre todo, con mi gente, que gracias a esta novela me conoció como nunca
antes.
J.S. ¿Cuál es el tercer deseo de
Quevedo?
J.Q. Que el genio de la lámpara
me conceda otros tres deseos, naturalmente.
J.S. ¿El amor se puede volver en
contra, cuando ese amor se convierte en obsesión?
J.Q. Cualquier cosa se puede
volver en tu contra cuando la conviertes en una obsesión. Soy de los que creen
en la “dorada medianía” de la que hablaban los romanos.
J.S. En el 2009 te descubro como
escritor, ya que hasta esa fecha, nada conocía de la literatura, considerada
LGTB. No soy dado a las etiquetas. Y será con motivo de tu nueva novela: Todas
las maldiciones del mundo, también bajo la Editorial Odisea. Nominada a los
premios NG y a los premios Shangay ¿Consideras que las nominaciones y los
premios, son importantes para una mayor proyección de la obra?
J.Q. A nivel popular, mucho me
temo que no tienen demasiada importancia. Sí hay gente que quizá se quede con
tu nombre cuando te ve en una publicación nominado o premiado, pero tengo la
impresión de que son una minoría muy menor. Normalmente, a la gente solo le
impresionan más o menos algunos premios literarios muy específicos, como el
Planeta, y más por lo mediáticos que son que por su supuesto prestigio. Porque
les suenan, vaya, y los tienen muy interiorizados como una cumbre cultural. En
una sociedad tan mediática y moralmente pobre como la nuestra, los premios son
lo de menos: la auténtica proyección es salir en Sálvame Deluxe montándole un pollo a Belén Esteban, me temo.
J.S. En la contraportada de
“Todas las maldiciones del mundo” figura una pregunta que reza así “¿Qué harías si te ofrecieran la
posibilidad de borrar tu pasado? Y continúa. “Olvidar para siempre aquellas
experiencias de las que te arrepientes” ¿Borrarías algo de tu pasado por
arrepentimiento?
J.Q. Muchas cosas. No soy lo
bastante egocéntrico como para decir que no me arrepiento de nada. Por
supuesto, todo lo que haces te forma como persona, de un modo u otro, pero
algunas cosas me las habría podido ahorrar y ahora sería el mismo. O incluso
mejor.
J.S. En el 2010 publicas la
antología de nanorrelatos Abominatio. ¿Qué te atrajo de esta disciplina
literaria?
J.Q. A priori, me atrajo quien me
propuso el proyecto, Santiago Eximeno, que es uno de los grandes nombres del
género de terror español. Ya luego me picó la curiosidad esto de los
microgéneros, que es algo que jamás había cultivado, así que me lo tomé como un
reto. De hecho, un reto que acabó siendo bastante más exigente de lo que
sospeché en un principio.
J.S. Sobre tu tendencia a
sumergirte en las entrañas del ser humano. Profundizar en los miedos,
soledades… Se comienza a vislumbrar en tus dos primeras obras y en los
nanorrelatos, pero será la temática del terror, un terror sicológico el que te
llevará a tu siguiente novela: Cuerpos descosidos con la Editorial NGCficción
(2011) y con la que ganas el premio Nocte, a la mejor novela de terror. ¿Quiénes
consideras que tienen sus cuerpos descosidos? Y ¿Qué supuso el ganar dicho
premio?
J.Q. En la novela, los “cuerpos descosidos” no son sino una materialización externa de las “almas descosidas”. Es decir, la somatización de todo aquello que nos tortura, que nos rompe por dentro y por fuera, que nos vuelve un poco más humanos a nuestro pesar. En mayor o menor medida, considero que todos tenemos el alma “descosida”. Muy zen hay que ser para no tenerla. Respecto al Premio Nocte, desde luego fue un inmenso honor recibirlo. Sé que esto parece contradecir lo que he comentado antes sobre mi desconfianza hacia los premios en general, pero en este caso fue distinto. Sobre todo, porque no es el típico premio que te concede una editorial donde ya publicas, ni un premio en base a un cómputo de amigos y conocidos que te han votado masivamente online para que ganes. Resumiendo: no es una jugada premeditada y alevosa y, por tanto, no es ningún engaño. El Nocte es un premio que te conceden tus propios colegas, la gente que se dedica a lo mismo que tú. Y, en ese sentido, quizá no sea infalible, pero presenta una objetividad y un espíritu crítico incuestionables. Por eso me honra tanto: porque sé que no me lo han “regalado”, por así decirlo. Además, aquel mismo año competían novelas de autores tan extraordinarios como Ismael Martínez Biurrun, Emilio Bueso o Víctor Conde. La competencia fue muy dura, doy fe.
J.Q. En la novela, los “cuerpos descosidos” no son sino una materialización externa de las “almas descosidas”. Es decir, la somatización de todo aquello que nos tortura, que nos rompe por dentro y por fuera, que nos vuelve un poco más humanos a nuestro pesar. En mayor o menor medida, considero que todos tenemos el alma “descosida”. Muy zen hay que ser para no tenerla. Respecto al Premio Nocte, desde luego fue un inmenso honor recibirlo. Sé que esto parece contradecir lo que he comentado antes sobre mi desconfianza hacia los premios en general, pero en este caso fue distinto. Sobre todo, porque no es el típico premio que te concede una editorial donde ya publicas, ni un premio en base a un cómputo de amigos y conocidos que te han votado masivamente online para que ganes. Resumiendo: no es una jugada premeditada y alevosa y, por tanto, no es ningún engaño. El Nocte es un premio que te conceden tus propios colegas, la gente que se dedica a lo mismo que tú. Y, en ese sentido, quizá no sea infalible, pero presenta una objetividad y un espíritu crítico incuestionables. Por eso me honra tanto: porque sé que no me lo han “regalado”, por así decirlo. Además, aquel mismo año competían novelas de autores tan extraordinarios como Ismael Martínez Biurrun, Emilio Bueso o Víctor Conde. La competencia fue muy dura, doy fe.
J.S. Desde este mismo año y tras
el premio obtenido, te conviertes en miembro de Nocte, la Asociación Española
de Escritores de Terror. ¿Qué te aporta, personalmente, el formar parte de
dicha asociación?
J.Q. En realidad, ya formaba
parte de Nocte antes del premio. Estar en dicha asociación me aporta estar en
contacto directo prácticamente a diario con otros escritores de terror, que
comparten contigo sueños, consejos, inquietudes y debates. He aprendido mucho
de casi todos, pues suelen tener un espíritu crítico muy marcado y jamás
regalan piropos a nadie. Además, en un país como el nuestro, donde el género de
terror está generalmente tan denostado y mal visto, creo que es necesaria una
asociación como esta, que lo dignifique.
J.S. En la contraportada de
“Cuerpos descosidos” dice: “Un viaje al lado más siniestro de la naturaleza
humana. Un paseo por la anatomía de aquello que llamamos culpa. El cabaret de
los pecados”. Encadenarnos a nuestros, supuestos errores, ¿nos limita a ejercer
con libertad lo que nuestro verdadero ser busca con ansiedad explorar?
J.Q. A mí me parece que, siempre
y cuando no nos obsesionemos con el tema, ser conscientes de nuestros errores
puede ayudarnos a no repetirlos. El problema está en cuando consideramos que
jamás metemos la pata, como le pasa a mucha gente.
Una actitud tan poco crítica se
traduce en repetir una y otra vez el mismo error… o incluso en agravarlo.
J.S. Sin duda en el tema del
pecado y de la culpa, los grandes manipuladores de esta sociedad ha sido la
Iglesia. ¿Qué concepto tienes de la misma?
J.S. Antes de entrar con la
última novela que has publicado recientemente, me gustaría preguntarte sobre tú
blog: Walpurgisnacht, dedicado al terror. En dicha página haces referencia a
las novedades literarias y cinematográficas del género. Desde tu punto de
vista. ¿Cómo ha evolucionado el terror en la última década?
J.Q. Ha habido muchas corrientes,
desde luego. En cine, hemos vivido desde el auge del terror asiático hasta el
renacer de clásicos gracias a remakes que incluso lograban mejorar el original,
pasando naturalmente por el nuevo cine de terror francés, que se caracteriza
por su fisicidad y crudeza. También el cine de terror español ha vivido una
época dorada, con figuras como Jaume Balagueró o Alejandro Amenábar y películas
como El orfanato o Los ojos de Julia. Respecto a la
literatura, creo que cada vez se tiende más a la mezcla de géneros. Ahí está el
futuro y, desde luego, es la senda que he seguido hasta ahora.
J.S. En la Casa del libro de la calle Fuencarral, el próximo día 22 de marzo a las 19:30 horas. Se presentará “Lo que sueñan los insectos” tú última obra. En la misma estará presente Ángel Luis Sucasas, director de ScifiWorld, que además es el autor del prólogo. ¿Qué supone para ti la intervención de Ángel, tanto en el prólogo como en la presentación?
J.S. En la Casa del libro de la calle Fuencarral, el próximo día 22 de marzo a las 19:30 horas. Se presentará “Lo que sueñan los insectos” tú última obra. En la misma estará presente Ángel Luis Sucasas, director de ScifiWorld, que además es el autor del prólogo. ¿Qué supone para ti la intervención de Ángel, tanto en el prólogo como en la presentación?
J.Q. Supe con certeza que él
tenía que escribirme el prólogo no solo porque es un buen amigo, sino sobre
todo porque es un crítico excepcional. Ángel tiene un don especial para
radiografiar las cosas, posee un ojo clínico que siempre sabe ver con toda
precisión los puntos flacos y fuertes de todo lo que lee y ve. El caso de mi
novela no fue distinto. De hecho, él leyó el primer borrador y supo ver muy
bien lo que funcionaba y lo que no. Sucasas jamás regala piropos gratuitos. Con
el manuscrito final también me sorprendió, porque tuvo la suficiente claridad
de mente para detectar no solo los temas e influencias más evidentes, sino
incluso aquellos que no saltaban tanto a la vista, pero de los que yo era
perfectamente consciente. Es un lujo tenerlo en el libro, la verdad.
J.S. “Lo que sueñan los insectos”
está publicada con la nueva editorial, Punto en boca. ¿Por qué confiaste en dicha
editorial?
J.Q. Ya conocía la otra editorial
de Diego, Stonewall, y me pareció que sus libros tenían un acabado muy bueno.
Además, desde los primeros e-mails, siempre se mostró absolutamente receptivo,
y eso me animó mucho. Me sentía “querido”, por así decirlo, lo cual no es una
sensación muy habitual en el mundo editorial. Creo que fue su excelente trato
lo que me decidió. Eso y su absoluta confianza en mí y en mi novela, que me
dejó sin palabras. Es un tío muy generoso.
J.S. ¿Qué se va a encontrar el
lector en “Lo que sueñan los insectos?
J.Q. Mi principal objetivo con
esta novela es entretener de forma inteligente y con mis toques personales.
Enganchar al lector y llevarlo en un viaje emocional inquietante repleto de
personajes inolvidables hasta un final que, a buen seguro, no olvidarán.
Ofrecer una historia que tiene mucho de novela negra, suspense y terror, pero
además, todo ello aderezado con unas gotas de humor y drama que conmuevan y
eleven el conjunto. La fórmula no es muy distinta a la de Cuerpos descosidos, si bien esta vez creo que la lectura es más
accesible. En fin, soy consciente de que persigo un objetivo ambicioso, pero yo
diría que lo cumplo con creces. El lector no se arrepentirá, estoy seguro. Le
costará cerrar el libro.
J.S. Y para terminar, como hago
al comienzo, una pregunta que siempre realizo a los entrevistados. ¿Qué te
gustaría que te hubiera preguntado y no he hecho?
J.Q. Tal vez de cuál de mis obras
estoy más orgulloso. Y te diría que me debato entre Cuerpos descosidos y Lo que
sueñan los insectos. Forman un buen binomio, con no pocos puntos en común
y, a la vez, con muchos puntos diferentes.
Además de todo lo comentado, Javier ha sido finalista de los premios Vórtice de Terror y Fantasía o Cryptshow Festival de Terror, Fantasía y Ciencia Ficción.
Como siempre es un placer
conversar contigo. Espero y deseo, que tu nueva novela, tenga el éxito que te
mereces.
J.Q. Lo mismo digo – sonrisa.
Normalmente a la semana siguiente de una entrevista a un escritor, publico la reseña de su última novela. Por una vez cambiaré el sistema. Primero porque aún no la he terminado de leer y segundo, porque entra la Semana Santa y tengo a un entrevistado muy especial de temática: Sacro- Religiosa, como pintor.