Arthur
Rambo, está dirigida por Laurent Cantet compartiendo guion con Fanny Burdino y Samuel Doux.
“En las redes sociales se puede pasar de héroe a villano en segundos”
Karim D. (Rabah Nait Oufella) es un joven
escritor que alcanza gran notoriedad gracias al libro que ha escrito, basado en
sus experiencias y principalmente en las de su madre y el periplo que sufrió
para llegar desde Argelia a Francia. Es entrevistado en las televisiones más
importantes, revistas e invitado a grandes fiestas, como promoción, en donde
todo el mundo le demuestra lo que ha significado la novela para ellos. Una
noche, en medio de una fiesta, toda esa popularidad mostrará su cruz más amarga
cuando a través de twitter salen a la luz los mensajes que él escribía siendo
un adolescente. Mensajes antisemitas, homófobos y racistas, incitando al odio.
Karim, durante dos días, asistirá a su propio calvario.
El guionista, director
de fotografía y cine, Laurent Cantet,
obtuvo un máster en audiovisuales en Marsella y seguidamente ingresó en el
Institut des hautes études cinématographiques en 1984. Impartió en el Instituto
François Dolto un taller de arte dramático. Se inició con los cortometrajes
“Tous à la manif” 1994 y “Jeux de plage”
1995. Saltó al largometraje con “Recursos humanos” 1999 al que siguieron “El
empleo del tiempo” 2001, “Hacia el sur” 2005, “La clase” 2008, “7 días en La
Habana” y “Foxfire: confesiones de una banda de chicas” ambas en 2012, “Regreso a Itaca” 2014, “Taller de
escritura” 2017 y este año estrena en nuestras pantallas “Arhur Rambo” 2022.
También ha dirigido el telefilme “Las islas sanguinarias” 1997, ha participado
en la mini serie “2000 vu par… Une collection internationale” 1998 y ha
codirigido el documental “Laissez-les grandir ici!” y los cortometrajes “On
bosse ici! On vit ici! On reste ici! 2010 y “Les 18 du 57, Boulevard de
Strasbourg” 2014.
Arthur Rambo está basado
en hechos reales, mostrándonos una vez más la cara y la cruz de las redes
sociales y como de la noche a la mañana o mejor dicho, en un espacio corto de
tiempo, puedes caer en el abismo más profundo, habiendo disfrutado de los
placeres de la gloria. Este es el caso de Karim, que alcanza la fama
rápidamente con su novela siendo aclamado por la prensa, la crítica y los lectores
y que por un error del pasado, un grave error a mi juicio, ahora debe asumir
las consecuencias y el desprecio absoluto de la sociedad.
Cuantas veces se ha
hablado y se seguirá comentando sobre los peligros de las redes sociales, de la
utilización de las mismas y el pensar que podemos escribir lo primero se nos
pasa por la cabeza, considerando que estamos protegidos y ocultos bajo el
anonimato de un nick. Esto puede servir mientras se es una persona anónima
dentro de la sociedad, pero si un día el destino juega sus cartas a tu favor y
te pone en boca de todos, por algún hecho puntual, ya se encargarán los
parásitos de las redes en buscar como cucarachas, hasta en el último rincón del
ciberespacio, para encontrar algo negativo, porque nunca buscan lo positivo,
pues el destino final, es destruir a la persona, ante los millones de usuarios
del planeta.
Arthur Rambo nos ofrece
un filme con un ritmo trepidante, exponiendo cuanto os estoy reseñando. La
historia de un joven que siendo un adolescente deseó ser alguien importante y
conocido dentro de las redes sociales y equivocó su discurso, un discurso que
incitaba al odio desde la homofobia, antisemitismo y racismo. Un joven que con
el paso de los años, se deberá enfrentar a ese pasado que creía olvidado y aun
habiendo cambiado en su forma de ser y pensar, el karma le pide explicaciones por el dolor
que causó con sus palabras. No olvidemos que las envidias, los celos y la
maldad más insana, se esconden tras nuestros móviles y ordenadores, buscando el
momento oportuno, para atacar.
Estamos ante uno de los
filmes más reflexivos que he visto en los últimos tiempos y al cual considero
de obligada visión para todos los públicos, principalmente para los más jóvenes
que se creen intocables cuando se lanzan al vacío en las diferentes redes
sociales, esgrimiendo como escudo la libertad de expresión, sin ser conscientes
hasta qué punto esa libertad de la que presumen y reclaman algunos, se
convierte en la prisión, el ultraje y la violación de otros. No, no
todo vale. La libertad de expresión se mueve sobre un hilo muy fino y nadie
está exento de caer en un fatídico error y mucho menos, siendo jóvenes.
Recordad siempre que todo lo que se escribe, queda guardado en alguna parte de
ese gran archivo laberíntico que da vida a internet, aunque creamos haberlo
borrado. Una película que sirve como catarsis y advertencia para los que pueden
llegar a usar esta magnífica herramienta, de forma equivocada. El final del
filme, como es habitual en el director, queda a juicio del espectador.
Voy finalizando, porque
sobre este tema se podría debatir largo y tendido, al igual que de otras
lecturas que quedan en un segundo plano escritas en este magnífico guion tan
meticulosamente ideado por Fanny Burdino, Samuel Doux y el propio director
Laurent Cantet. Cantet confiere al filme de un ritmo bien calibrado para que el
espectador capte cuanto él desea mostrar, reflejándose con suma elegancia en la
fotografía de Pierre Milon a quien acompaña la delicada banda sonora de Chloé
Thévenin. Y he dejado para el final a él, a Rabah Nait Oufella, encarnando con
gran maestría al personaje inspirado en Mehdi Meklat. Su naturalidad y
expresiones tanto faciales como corporales, atraviesan el alma y la mente del
espectador.
Mi nota es: 8,5
ESTRENO EN ESPAÑA: 22
de abril
REPARTO: Rabah Nait
Oufella, Antoine Reinartz, Aleksandra Yermak, Sofian Khammes, Anaël Snoek.
PRODUCTORA: Memento
Films Production// France 2 Cinema// Les Films de Pierre.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Golem Distribución.