En esta última entrega, no habrá entrevistador e invitado, pues como cierre, he deseado ofreceros el viaje que más me marcó: Egipto.
¿Cual es la primera impresión al
bajar del avión?
Que habíamos llegado a un país
muy distinto al nuestro y con muchas carencias a una primera vista. Tras salir
de aeropuerto nos subieron a un autobús que no tenía luces y no arrancaba.
Todos nos mirábamos y tras cambiarnos a otro, nos llevaron al barco. Mientras
íbamos en el autobús nos explicaron que
había un problema: que el barco en el que nos habían destinado
en un principio estaba completo, y aquí sí que nos vino bien. Viajamos en el barco más lujoso
que atraviesa el Nilo. Un impresionante Hotel flotante que habían botado tan
sólo 2 meses antes. Luego toda la imagen cambió. El viaje resultó muy lujoso,
en todos los aspectos.
¿Qué es lo que más impacta del
país al turista?
Particularmente la amabilidad y
la simpatía. Todos te quieren vender algo, pero lo hacen con mucha educación.
Los niños, en algunos sitios te persiguen para que les des algo. Recomendable
llevar bolígrafos y gorras. Les encantan, tanto a pequeños como a mayores. El
regateo es imprescindible. Disfrutan regateando contigo y si eres bueno en este
arte, te felicitan.
¿Qué ciudades visitaste y cuál
es la que más te gustó?
Asuan, kom Ombo, Edfu, Esna,
Lúxor, El Cairo… Y la que más me gustó sin duda fue El Cairo y su diversidad,
entre la cultura tradicional y la moderna. Caminar por El Cairo es una gran
locura. Carece prácticamente de semáforos, por lo que te enseñan a cruzar la
calle con los coches en movimiento. No, no te atropellan, cuando estás en un
carril, ellos cambian a otro y así sistemáticamente hasta que llegas a la otra
acera. ¿Cómo lo hacen? Pues sinceramente, no lo sé. Al igual que coger un taxi
por la noche, la mayoría no llevan las luces puestas para ahorrar y se guían a
base de bocinazos entre ellos. Es toda una aventura, pero una aventura
fantástica. Luego están los contrastes, por una parte el lujo de lo que se
podría llamar todo el centro y luego, saliendo a pocos kilómetros te encuentras
con la máxima miseria.
¿Qué nos puedes contar de su
cultura y tradiciones?
Esta pregunta es tan fácil como
difícil de contestar. Sobre la cultura egipcia todos hemos leído y visto en
cientos de documentales y libros. En una palabra es: APASIONANTE. Internarte
entre sus templos, algunos en perfecta conservación como son los de: Edfu
(dedicado al Dios Horus), los de Lúxor o Karnak (fundirte entre sus
impresionantes columnas, pasear por la senda de las esfinges, rodear la famosa
rana… El templo de Karnak lo recordarán muchos por la película: Muerte en el
Nilo) Mis favoritos los de Abu Simbel, IMPRESCINDIBLES en el viaje, y si se
tiene la oportunidad asistir al espectáculo de luz y sonido, que se presenta
por la noche sobre dichos templos y claro está, las Pirámides que sobrecogen
cuando se está ante ellas.
Las tradiciones las tienen muy
arraigadas y algunas todavía muy inglesas, como es tomar el té a las 5 de la
tarde.
Ejemplar. Si bien los niños, en
algunas pequeñas zonas te persiguen para que les des una moneda, un bolígrafo o
una gorra, enseguida los guías los espantan. El respeto al turista es absoluto,
por parte de vendedores, de guías, de camareros, etc. Te tratan con un gran
respeto y amabilidad. Son muy comunicativos, y les gusta hablar abiertamente
entre las diferencias existentes entre continentes.
Tuve la gran suerte, junto a
otros 6 amigos de grupo, de visitar zonas que no son habituales para el
turista. Por ejemplo ir de noche a sus bares, donde por supuesto el alcohol
está prohibido, o visitar un pueblo apartado de toda civilización y tener la
gran suerte de bañarte en pleno Nilo.
¡Una delicia! En los dos cruceros
que hicimos en dicho viaje: 1) Por el Nilo y 2) Tras pasar la Presa de Asuan,
ya que fue un gran viaje de 14 días, el buffet era libre, salvo la noche del
capitán que se servía a la carta. Os diré que yo sólo comí sus exquisiteces. Es
una comida muy especiada, pero en su justa medida. Son miles los sabores que el
paladar percibe y sus postres. ¡Por favor, que postres! Entre otras cosas
volvería por su gastronomía. El Karkadé es una bebida muy recomendable. Se
puede tomar tanto fría como caliente y entre una conversación no puede faltar
una buena Shisha, compartida. Si se es escrupuloso, tener cada uno su boquilla.
Incluso para quien no es fumador, es recomendable probarla. Sus esencias con
sabor a: Coco, melocotón, manzana…
¿Aconsejarías el viaje a tus
amistades? ¿Por qué?
Por supuesto. Es un viaje muy
recomendable porque van a disfrutar de todo. Los sentidos se agudizan, los
olores te embriagan, los sabores te enloquecen, la gente es maravillosa, la
cultura te bloquea… Es el mejor viaje que he hecho en toda mi vida y que espero
un día volver a repetir.
PD. Dedicado a todos los lectores de este blog y en especial al grupo que formamos en aquel viaje. Nunca os olvidaré amigos.