La
última locura de Claire Darling está dirigida por Julie Bertucelli compartiendo guion con Sophie
Fillières, Marion Doussot y Mariette Désert, adaptando la novela de Lynda Rutledge.
En un pequeño pueblo,
Verderonne, a pocos kilómetros de París, Claire Darling (Catherine Denueve) se despierta una mañana de verano con la
creencia de que es su último día de vida y decide abrir un mercadillo en el
jardín de su casa, vendiendo todo lo que posee. Objetos, muchos de ellos de
colección, a precios irrisorios y es que la mente de Claire, posee demasiadas
nubes grises.
Los vecinos acuden en
masa, como lobos hambrientos, al ver la gran oportunidad de hacerse con una
obra de arte o un mueble antiguo a precio de saldo y mientras van pasando las
horas, entre el gentío aparecerá su hija Marie (Chiara Mastroianni) con la
que lleva 20 años sin verse. Claire deambulará como fantasma entre sus muebles
y objetos de decoración, recordando su pasado, una historia envuelta en luces y
sombras, en momentos felices y otros amargos. En una vida que parece
incompleta.
Un filme que de
entrada, provoca desasosiego, tristeza, dolor, impotencia e incertidumbre, desde
ese despertar de la protagonista en una mañana de verano y las decisiones que
va tomando durante el día. Decisiones incompresibles no solo en la ejecución de
lo que está vendiendo y al precio que lo vende, sino en el comportamiento que
demuestra entre esa falta de cordura en lo que supuestamente son las última
horas de su vida.
La directora francesa Julie Bertucelli dejó su profesión de maestra de filosofía para convertirse
en asistente de dirección en largometrajes y cortometrajes para cine y televisión,
saltando a la dirección de documental
para cadenas como: Arte, France 3 y France 5, entre todos esos proyectos destacó “La
corte de Babel” 2014, documental seleccionado para importantes festivales internacionales.
Dirigió su primer largometraje de ficción en 2003 “Unas dulces mentiras” con el que
obtuvo el Cesar a mejor ópera prima y el gran premio de la crítica en Cannes,
entre otros premios; continuó con “El árbol” 2010 y ahora nos llega su tercer filme.
Para su tercera obra ha
descargado todo su peso en dos mujeres, que como los propios personajes, son
madre e hija: Catherine Denueve y Chiara Mastroianni, pues Chiara,
para quien no lo sepa, es producto de la relación que Catherine mantuvo con
Marcello Matroianni durante cuatro años. Esa complicidad que ambas poseen dentro y fuera del "celuloide", pues ya han trabajado en varias películas juntas, se refleja, de nuevo, en la gran pantalla a través de sus personajes Claire
y Marie. Complicidad en las miradas, en los pequeños gestos e incluso en los
instantes de introspección cuando están juntas o alejadas entre la muchedumbre.
Dos magníficas interpretaciones. Una Catherine que demuestra, una vez más, que
su semblante gélido, continúa traspasando la pantalla.
Una tragicomedia que a
plena luz del día y bajo un cielo azul, se presenta rodeada de nubes grises, en ocasiones tan
plomizas que caen como losas sobre sus protagonistas. La soledad, la pérdida,
la melancolía, la ausencia del amor, las conversaciones que nunca existieron o
las que ahora ya no tienen sentido, en una casa que parece un museo por las obras que atesora y la frialdad que muestra, donde la única vida son
los recuerdos agridulces y ninguno presente,
donde la culpa busca la expiación y por el castigo la liberación, que bien
queda plasmada ante el fuego purificador.
Una obra muy femenina desde diversos aspectos: La correcta dirección de Julie, el interesante guion de Sophie, Marion y Mariette, la novela de Lynda, la fotografía, tan bien ejecutada en la mirada de Irina Lubtchansky o las interpretaciones de sus dos actrices Catherine y Chiara.
ESTRENO en ESPAÑA: 17
de mayo
REPARTO: Catherine
Deneuve, Chiara Mastroianni, Samir Guesmi, Laure Calamy, Alice Taglioni, Johan
Leysen y Olivier Rabourdin.
PRODUCTORA: Les Films
du Poisson
DISTRIBUIDORA en
ESPAÑA: Karma Films.