Lo que empezó siendo un juego, un momento social con los amigos y
sobre todo querer demostrar que eres mayor que la edad que verdaderamente uno
tiene, (no sé por qué razón todos los tíos tenemos esa puñetera manía en
nuestra adolescencia) se va convirtiendo día a día en una dependencia y todo
por no saber que la nicotina, uno de los componentes del tabaco, genera la adicción
rápidamente. Sí, a diferencia de otras
drogas que pueden llegar a provocar (cannabis) o que es fácil que lo hagan (Cocaína) El tabaco y la
heroína lo generan
directamente, por eso es tan difícil dejar de fumar y más a medida
que va pasando el tiempo y aumentamos el consumo.
No sé si sabéis que tras una inhalación de un cigarrillo, la
nicotina tarda poco menos de 10 segundos en llegar al cerebro, y aunque la
nicotina se absorbe rápidamente, sus efectos agudos desaparecen en unos pocos
minutos, ese es el motivo de que los fumadores precisamos encender un nuevo
cigarro al poco tiempo. Necesitamos evitar el síndrome de la abstinencia y el
volver a sentir entre nuestros dedos un nuevo cigarrillo. Y aquí llega una de
las primeras mentiras a las que nos enfrentamos y deseamos que los demás nos
crean: “YO
no siento que mi consumo de tabaco sea una adicción, para mí es más un hábito y
además me gusta fumar. Si quiero lo puedo dejar”.
Mentira. Si queremos lo podemos dejar, está claro, pero en esos
instantes no lo deseamos. Estamos enganchados, estamos dependiendo del tabaco,
estamos DROGADOS, y nos gusta esa sensación. Ha pasado de ser un hábito a una
dependencia total, y el principal motivo es la nicotina que consumimos con cada
cigarrillo además de otras sustancias que contiene el tabaco que la potencian
para que sea más intenso y efectivo.
Es curioso que una de las preguntas que nos hacemos la mayoría de
los fumadores y cuya respuesta está al alcance de todos, buscando en cualquier página
de Internet, no lo hagamos, y es la
que ahora me solicitan algunas personas. ¿Cuánto
tiempo pasa desde que la nicotina deja de estar presente en nuestra sangre? Pues
muy poco, en una media hora no hay nicotina en nuestra sangre, ese es el motivo
principal por el que pasado ese tiempo, nuestro organismo nos está pidiendo un
nuevo cigarrillo y que si ese tiempo lo estiramos mucho, se provocará el
llamado “mono” y por este último estado “el mono” pocos quieren pasar, dejándolo
como siempre aparcado para un momento mejor, momento que se alarga en el tiempo
y en mucha ocasiones, cuando ya ha generado una enfermedad grave en el interior
de nuestro cuerpo. Cuando desgraciadamente llega ese momento, es cuando juramos
y perjuramos por qué hemos sido tan idiotas y no lo hemos dejado antes. No es
cuestión, amigos míos de lamentarse cuando hemos llegado a ese estado, sino el
curarnos cuanto antes, pero ya me estoy volviendo a adelantar.
Ahora, cuando han pasado estos meses miro hacia atrás y me digo
¿Cómo pude estar enganchado a un vicio que destrozaba mi cuerpo interior y
exteriormente y no era capaz de dejarlo? Algunos podrían decir que por
ignorancia, pues no amigos, no soy ningún ignorante, simplemente me dejé
atrapar por un vicio, una DROGA AUTORIZADA POR EL ESTADO pero que es UNA DROGA QUE
MATA, que al estado, por mucho que diga, no le interesa quitar del mercado, ni
prohibir en su totalidad, por los altos beneficios que le reporta. SI, NUESTRA
SALUD A CAMBIO DE DINERO PARA SUS ARCAS.