Tras ver
Maléfica y desear hacer una crónica, crítica o reseña, como se desee llamar, lo
primero que se me ocurre plantear al lector es que a la hora de sentarse en la
butaca del cine para ver esta película, que recomiendo a todo el mundo, es
dejarse llevar por el niño que todos llevamos dentro y la inocencia perdida,
sin por ello perder la consciencia de la realidad como adulto, porque Maléfica
tiene varias lecturas, al igual que las han tenido todos los cuentos, a través
de la historia. Esas lecciones de vida sobre nuestros sentimientos, emociones,
miedos... En definitiva, de todo aquello que el
ser humano se compone además de huesos y carne.
No estamos simplemente ante el
cuento de la Bella Durmiente, con una perversa bruja llamada Maléfica, un
bonachón rey Stefan, tres hadas simplonas e incluso un príncipe de nombre
Phillip. Porque nada de eso que nos han contado lo vamos a ver aquí ¿O sí? La
narración corre a cargo de uno de los
personajes que vivió aquella historia, desvelándose al final: “...Ahora sabéis la verdad, porque yo
estaba allí, yo soy…” Por tanto partamos de que nada es lo que
parece y por el contrario sí lo que nos ofrece la obra, por ello debemos de
estar preparados para seguir la historia desde el primer segundo al último, olvidando
todo aquello que hemos escuchado o leído, y como niños ir disfrutando la historia
y como adultos profundizando en los personajes y el motivo que les lleva a
actuar de una u otra manera. Luego, cada uno que saque su conclusión.
Maléfica nos ofrece una obra
divertida, original, emotiva y con ese grado de nostalgia, sin olvidar cierta perversidad. No me ha defraudado
lo más mínimo, salvo pequeños detalles y las tres hadas que si se hubiera
podido prescindir de ellas, la obra hubiera sido redonda.
Es divertida, por las frases, los
momentos y sobre todo el sarcasmo de algunos personajes, pero también es dura cuando
lo precisa. Es original sin serlo, pues ha utilizado ya recursos existentes,
pero con la habilidad de que muchos de ellos nos parezcan originales, pues su
puesta en escena junto con sus efectos especiales, lo logran en muchas ocasiones. Es
emotiva, posiblemente mucho más de lo que podría ser cualquier cuento, sin
destripar nada, no puedo olvidarme del momento del beso de amor verdadero, de
los instantes que se viven en el páramo o de un cuervo muy distinto al conocido
en la historia. Estoy más que convencido,
que esta versión, os va a sorprender en muchas ocasiones, y de forma muy grata.
Ni el bueno ese tan bueno, ni los
malos tan malos, al igual que sucede en la vida, todo parte del cristal con que
se mira y la situación que uno tiene que vivir en ese instante. Todos cometemos
errores y la película así nos lo muestra, pero también de los errores se aprende, aquellos que quieren
aprender, pues el falso orgullo y el egoísmo, sabemos como pierde y debilita al ser humano.
Esa es la moraleja de la historia.
Por supuesto que el amor y el
desamor, mucho tienen que ver con el acontecer de los personajes, o yo diría que todo, pero no como una historia de amor al uso del
cuento de hadas tradicional. No, aquí nos plantea varias situaciones y formas de vivir el
amor. Siempre he dicho que el amor es tan intenso que no se puede limitar a un
estado, sino que él mismo, renace una y otra vez para abrirse nuevos caminos, y
no se limita al amor entre dos personas, sino a la propia vida y existencia.
Y en esa historia de amor está
envuelta Angelina Jolie, la Maléfica de esta película. Angelina está sobrada,
pero para bien. Un papel magistral, irónico, sensible, romántico, perverso,
soñador y vengativo. Todos los sentimientos y emociones se desbordan en un mismo personaje que a través
del cuerpo y la mente de Angelina, nos
creemos firmemente desde el principio al final. Es un papel hecho a su medida y
lo ha aprovechado al máximo, buscando el equilibro perfecto.
Sobre el resto de los personajes,
cada uno cumple su función con mayor o menor acierto, a mi juicio, además de
Angelina Jolie como Maléfica, destacan Sam Riley Como Diaval, el cuervo fiel de
Maléfica y Elle Fanning como la Princesa Aurora.
Antes de cerrar esta crónica, decir
que he escuchado todo tipo de críticas, incluso aquellas que afirman que siendo
una película de la factoría Disney es un producto para niños, muy lejos de la realidad.
Como dijo el otro día Luis Jorde, el director del grupo Piensaencines: “Es como todas las grandes de Disney, una
película para adultos que pueden disfrutar los niños, sin insultar la
inteligencia de ninguno de los dos”
Espero que si tenéis en mente el verla, la disfrutéis como yo lo he hecho, y os recomiendo os quedéis a los títulos de crédito para escuchar el tema principal. Que aquí os dejo.
