El
húngaro Ferenc Török junto al autor
de la novela Gábor T. Szántó, guioniza
y dirige, 1945. Un filme de
Posguerra que hace gala del dicho: “Se recoge lo que se siembra”
En un pequeño pueblo de Hungría sus
habitantes se preparan para la boda del hijo, Arpad (Bence Tasnádi) de uno de los funcionarios y máximo cacique del
pueblo, Istvan Szentes (Péter Rudolf),
con la ex prometida de su mejor amigo, Kisrozsi (Dóra Sztarenki)
Lo que parece un día de alegría, se
trastocará al conocer la visita de dos judíos ortodoxos que acaban de llegar en
tren, portando dos grandes cajas de madera. Cajas que serán acomodadas en un
carro tirado por un caballo. El camino hasta el pueblo les llevará una hora y
los dos forasteros caminarán, con lentitud, tras dicho carro.
Por otra parte en el pueblo, Istvan
teme que los dos judíos sean familiares
de antiguos lugareños, los cuales fueron deportados o asesinados. La noticia
corre como la pólvora entre los demás vecinos, temiendo que otros supervivientes
de la guerra regresen, y reclamen las propiedades de las que se han ido apoderando
en su ausencia.
Desde casi los primeros minutos del
visionado de este filme, al menos desde mi punto de vista, 1945 nos trae
recuerdos de un inolvidable clásico,
también rodado en blanco y negro como es “solo ante el peligro” y que además
estoy convencido que Ferenc conoce sobradamente, la existencia de dicha obra.
La planificación de la historia, la
narración pausada, el tiempo real en que ambas están rodadas, muchos de los
planos utilizados e incluso donde tanto la banda sonora como la fotografía,
toman el relevo de la palabra.
Una banda sonora que va alterando el
sistema nervioso del espectador minuto a minuto, con toda la intención para
provocar el clímax preciso, a medida que se conoce la vida de sus habitantes,
sus secretos y respectivos comportamientos, bajo la batuta de Tibor Szemzö y la plasticidad y nervio
visual aportado por la soberbia fotografía de Elemér Ragályi, reforzando y recreando cada elemento de su puesta en escena.
1945 cuenta con una cuidadísima
narración en un tiempo de posguerra, concretamente la II Guerra Mundial y cómo
la implicación y participación de los vecinos de un pueblo, claro reflejo de
muchos otros, en sus luchas internas, se implica en la Historia inculpando o
favoreciendo a los unos o a los otros. Las rencillas, los ideales políticos, la
codicia, los estatus, los caciques y los sumisos, se codearán con el honor y el
perdón, mientras en las mentes de los indeseables, el fantasma de la culpabilidad les
perseguirá en busca de venganza, más divina que terrenal.
Acertadísimo el elenco de actores en
unas adecuadas interpretaciones, hasta el punto de sentirse por una hora y
media, trasportados a un tiempo no deseado, aunque en parte no tan lejos de la
realidad cotidiana del hoy en día. Desgraciadamente no hace falta mirar hacia
el pasado, para ver que el ser humano, poco o nada ha cambiado cuando el poder
o los bienes ajenos, se tienen al alcance.
Mi nota es: 7,5
ESTRENO
en ESPAÑA: 16 de Marzo
REPARTO: Péter Rudolf, Tamás Szabó
Kimmel, Dóra Sztarenki, Bence Tasnádi, Ági Szirtes, József Szarvas, Eszter
Nagy-Kálózy, Iván Angelus.
PRODUCTORA:
Katapult Film.
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: Festival Films.