ANNA
cuenta con guion y dirección de Luc
Besson. El juego de las matrioshkas llevado al mundo del espionaje. ¿Quién
es quién? o ¿Qué esconde la siguiente muñeca?
Tras un breve e intenso prólogo en el cual un grupo de espías son descubiertos por el bando contrario, conoceremos a Anna Poliatova (Sasha Luss) que vende matrioshkas en un mercado, a ella se le acerca un hombre, Alex Tchenkov (Luke Evans) y le propone cambiar de vida y ser modelo en París. Anna no tiene nada que perder, nadie la espera y ha desperdiciado parte de su vida, viviendo un amor tóxico entre drogas y robos.
Pronto aprenderá la
profesión y se codeará con lo mejor del mundo de la moda, pero la razón de que
Anna esté en París, no es por su belleza, ni su cuerpo de modelo, ni siquiera
para alzarse entre las más importantes de su oficio, Anna tiene una misión que
cumplir. ¿Estará preparada para llevar una doble vida?
Besson nos trae a la gran pantalla una nueva heroína que bien nos podría recordar a otras ya encumbradas en el séptimo arte, pero sinceramente, no me apetece comparar a Anna con otra mujer, más allá de ser, tal vez, la compañera ideal de John Wick. Te atrapa con su mirada, te hipnotiza con el movimiento de las cuervas que forman su perfecto cuerpo, te enamora por la sensualidad que emana y te seduce por el animal letal que alberga en su interior.
El director de cine,
productor y guionista, Luc Besson, llega
al mundo del cine tras sufrir un accidente buceando a los 17 años, pues en sus
inicios, deseaba seguir los pasos de sus padres, ambos buceadores. Gracias a un
amigo, trabaja como asistente de dirección y poco más tarde dirigirá su primer
cortometraje “L`Avant dernier” 1981, además de fundar su productora Les Films
du Loup. Entre sus primeros trabajos nos encontramos con su ópera prima,
“Kamikaze 1999 (El último combate)" 1983, “Subway. En busca de Freddy” 1984 o “El gran
azul” 1988, con gran éxito de crítica y público. Entrando en la nueva década
disfrutaremos con el thriller “Nikita, dura de matar” 1990, cuyo éxito provocó
que en Hollywood se hiciera el remake con el título de “La asesina”, un año más
tarde realizaría el documental “Atlantis” y saltamos a la que posiblemente sea su obra más internacional y galardonada, “El quinto elemento” 1997.
Durante unos años se toma un descanso en la realización y produce un buen número
de filmes. Regresa a la dirección para estrenar en 2005 “Angel-A” y un año después, la primera de la saga
relacionada con el libro que escribió para sus hijos “Arthur y los Minimoys” a
la que siguieron “Arthur y la venganza de Maltazard” 2009 y “Arthur y la guerra
de los mundos” 2011 y como su filmografía es larga, nos quedaremos con los tres
últimos títulos “Lucy” 2014, “Valerian y la ciudad de los mil planetas” 2017 y
la que ahora nos presenta “ANNA”
Sasha Luss ya había trabajado con Luc Besson en “Valerian y la ciudad de los mil planetas” en el papel de la princesa Lihö-Minaa, pero en esta ocasión, le ha ofrecido todo el protagonismo y ella no ha desaprovechado ni un plano. Nos ofrece un personaje de mujer dura y soñadora, romántica y letal, que lo mismo muestra toda su sensualidad en una pasarela de París, dulzura al lado del hombre por el que siente cierta atracción o deja aflorar su frialdad ante las situaciones de violencia extrema que vivirá, disparando con total naturalidad a quienes considera sus enemigos, eso sí, sin dejar de vestir con exquisita elegancia, según la situación lo requiera; sangrando, manchándose o sufriendo más de lo que cualquier ser humano, aguantaría, pero ella es… Anna.
Luc ha sabido rodear a
su heroína de grandes estrellas, destacando una impecable Helen Mirren como Olga, la fría adiestradora de la KGB y sus
compañeros, en el bando ruso: Luke Evans
como Alex Tchenkov y en el lado americano: Cillian Murphy encarnando al miembro
de la CIA, Lenny Miller, por mencionar a algunos de ellos.
Acción y espionaje que
se va desglosando como las figuras huecas que forman una Matrioshka, con la
particularidad, que cada vez que Luc abre una de ellas, busca el sorprendernos con su
contenido. Una trama sencilla y original en la forma en que está presentada, interviniendo otro gran protagonista, el montaje. Besson, en las escenas más impactantes, tras ser mostradas al espectador, de forma ingeniosa da marcha atrás y descompone lo visto, para mostrarnos la realidad de lo sucedido. El juego de engaños es una constante durante todo el filme, para el cual, Luc confía en la maestría de su montador, Julien Rey.
Besson toca temas muy
actuales, como la frialdad en las
relaciones humanas, la necesidad de confiar en alguien, las traiciones, los
intereses creados, la soledad, la crisis
en los gobiernos, la opresión o la ausencia de la verdadera libertad. Crítica
con dureza al mundo de la moda y con conocimiento de causa. Una profesión que
encierra miserias, egos, arrogancia y mucha explotación; cuando al
público se le ofrece una realidad totalmente distorsionada. Es una de las
profesiones más cínicas a las que yo, personalmente, me he enfrentado y aquí
Besson, con suma elegancia, pero sin tapujos, nos la desvela.
Terminaré mencionando al equipo técnico, del que Luc siempre se ha sabido rodear muy bien. Ya he elogiado la extraordinaria labor del montaje a cargo de Julien Rey, así que toca destacar la excelente fotografía de Thierry Arbogast, con una exquisita iluminación, el lujoso y acertado vestuario a cargo de Olivier Bériot, para terminar con la banda sonora de Eric Serra. Una gran acompañante, durante todo el filme.
Mi nota es: 8
ESTRENO en ESPAÑA: 30
de Agosto
REPARTO: Sasha Luss,
Helen Mirren, Luke Evans, Cillian Murphy, Eric Godon, Eric Lampaert, Pauline
Hoarau, Avant Strangel, Jan Oliver Schroeder, Rupert Wynne-James, Réginal
Kudiwu, Adrian Can, William Sciortino, Maxence Huet, Lera Abova, Alexander
Petrov, Nikita Pavlenko, Anna Krippa, Aleksey Maslodudov, Ivan Franek,
Jean-Paptiste Puech, Alison Wheeler, y
Andrew Howard
PRODUCTORA: Europa
Corp.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA:
Entertainment One Films Spain.