Al poco de terminar mis estudios de Diseño de Moda en Madrid regresé a
Torrelavega, mi ciudad natal y tras un tiempo entre diversos trabajos, conocí a Américo
Gutiérrez, con el que realicé varios cursos de cine – televisión y
vídeo. Recuerdo que tras el último curso
impartido por Américo sobre cine me decidí a escribir un pequeño guión: “La
partida” y animé a unos cuantos amigos a que se pusieran delante de la cámara,
algo que no dudaron en ningún momento y el jefe, como me gustaba llamar a
Américo, me prestó una cámara de SUPERVHS. El cortometraje gustó mucho, ganó un
premio a mejor guión en un certamen de cortometrajes y estuvo nominado a mejor
vídeo en otro certamen nacional.
Con Américo también colaboraba en su Distribuidora - productora de Cine, y un buen día junto a
otras cinco personas, me propuso unirme a un nuevo proyecto para la ciudad.
“Vegavisión del Besaya” Una televisión con firma propia y donde deseaba
destacar por su programación exclusiva, y se consiguió, durante los 6 años que
duraron las emisiones, hasta que un sinvergüenza arruinó a la cadena llevándose
todo el dinero, Vegavisión destacaba entre las televisiones locales de España
por ser la que más horas de programación propia emitía a diario. Mi función era
Encargado del departamento de Continuidad, aunque también ejercía otras labores
como cámara, guionista del programa infantil “Minilanda” y dirigir uno de
cosecha propia que se desarrollaba los miércoles en la villa marinera de
Suances "Con sabor a sal"
Fue durante esta gran etapa donde mi imaginación literaria se desarrolló
mucho más. Estaba rodeado de cultura, de gentes importantes que vivían y muchos
siguen viviendo en mi región natal. Cantabria siempre ha derrochado mucha
cultura: Músicos, pintores, Cantantes, Actores, Escritores… Y yo estaba mamando toda esa vida. En cada proyecto que Américo me involucraba, lo seguía sin pensarlo dos veces. Disfrutaba con todo aquel arte.
En muchas ocasiones me tocaba trabajar de noche, controlando las emisiones para que nada
fallara, pues entonces se emitía de forma analógica, lo digital llegaría más
tarde. Esas noches se hacían muy largas estando solo, por lo que aprovechaba
que tenía un ordenador al lado que utilizaba para preparar parrillas de programación,
los guiones del programa infantil, etcétera, y en esos momentos muertos decidí convertir
mi primer guión de cortometraje “La partida” en novela corta. Me sentía
preparado para dar ese gran paso del relato largo a la novela corta y lo
conseguí. Fueron 100 páginas a doble especio y la felicidad que me embargó
cuando plasmé la última palabra fue total. SÍ, YA ESTABA, HABÍA DADO EL GRAN
PASO.
Muchas horas de aquellas noches las invertí en seguir escribiendo nuevas
historias, y de esta forma surgió la primera trilogía de mi vida: Una trilogía
sobre el amor, la amistad y la muerte, con tres novelas muy distintas entre
ellas: “LA PARTIDA” (El protagonista se enfrentará a la muerte en una partida
de ajedrez y donde el amor de la chica por la que aún no se ha decidido a declararse
y de su mejor amigo, serán la clave de toda la historia) “MERET” (Relata el viaje de placer de un joven
a Egipto durante el cual y tras conocer a una chica de nombre Meret, se verá
envuelto en una aventura que nunca soñó vivir) y “TRANSITO” (Un accidente de
moto sumergirá al protagonista en un estado de Coma donde viajará a un mundo
paralelo al que él vive, semejante en todo y donde tendrá que ayudar a la
policía a detener a un asesino de deportistas. Realidad y ficción confundirán
en momentos la mente del personaje) A estas tres novelas poco tiempo después se
unió un libro de relatos que titulé “Colores (De fantasmas y fantasías)”
Cuatro primeras obras que quedaron registradas en Santander. Cuatro
primeras obras cortas que me abrían ese gran camino hacia el mundo de la novela
tan deseado y soñado. Cuatro primeras obras que sirvieron para estar preparado,
para darme cuenta que si deseaba lograr un escrito sólido, debía contar con
paciencia y este camino lo había logrado. Ya estaba preparado y al año
siguiente, cuando me propusieron venirme a vivir a Madrid, tras asentarme y
vivir junto a una de las mujeres que más quiero en mi vida: Gemma Pindado,
emprendería el gran viaje de mi vida, hacia una nueva trilogía que jamás pensé
escribir y donde cada día me siento más orgulloso de haberlo hecho. Pero como
se suele decir, esa es otra historia..
El próximo capítulo estará marcado por: Tras las puertas del corazón, mi
primera novela publicada.