El vientre del mar, está escrita y dirigida por Agustí Villaronga, con texto de Alessandro Baricco. “Hay tres clases de hombres: los que viven frente al mar, los que se internan en el mar y los que logran regresar, vivos, del mar”
Dos hombres: el oficial médico Savigny (Roger Casamajor) y el marino raso Thomas (Óscar Kapoya), testifican ante un tribunal, sobre lo sucedido en aquel junio de 1816. Ambas versiones se asemejan, salvo en algunos puntos en los que discrepan. Los dos habían partido de Rochefort el 18 de junio de dicho año, a bordo de la fragata de la marina francesa llamada Alliance. 14 días después de echarse a la mar, encallaron en un banco de arena, frente a la costa de Senegal. Cuando el casco comenzó a crujir, decidieron abandonar la nave y al no tener suficientes botes para todos, se mandó construir una balsa de unos 12 metros de largo por 6 de ancho. A dicha embarcación obligaron a subirse a 147 hombres entre soldados, marineros, algunos pasajeros, 4 oficiales, 1 ingeniero cartógrafo y quienes están testificando. La idea era que los cuatro botes, remolcasen la balsa hasta la orilla, pero algo salió mal.
Agustí Villaronga, una vez finalizados sus estudios básicos en el Colegio Nuestra Señora de Montesión, se trasladó de su ciudad natal, Palma de Mallorca a Barcelona, para proseguir con sus estudios y licenciándose en Geografía e Historia. En medio de la carrera conocerá a Víctor García, uniéndose a la compañía Núria Espert y recorriendo Europa y América. A su regreso tendrá encuentros con el productor Pepón Corominas, quien le propone diseñar el vestuario de “La plaza del diamante” 1982 de Francesc Betriú, trabajo que le abre nuevas puertas para aprender el oficio desde dentro, junto a los técnicos; descubriendo los secretos del cine y trabajando como decorador, diseñador y director artístico, entre otras especialidades. Su primer cortometraje lo dirigió en 1976 “Anta mujer” al que le siguieron “Laberint” y “Al Mayurka” en 1980. Su ópera prima en el largometraje llegará con “Tras el cristal” 1987, continuando con “El niño de la luna” 1989, “99.9 la frecuencia del terror” 1997, “El mar” 2000, el falso documental “Aro Tolbukhin: en la mente del asesino” 2002, “Pa Negre” 2010 (Ganó numerosos premios entre ellos 9 Goya y 12 Gaudí), el documental “El testamento de Rosa” y “El rey de la Habana” 2015, “Incierta gloria” 2017, “Nacido rey” 2019 y este año nos ofrece “El vientre del mar” 2021. En televisión ha dirigido los telefilmes “El pasajero clandestino” 1995, “Después de la lluvia” 2007, la miniserie “Carta a Eva” 2012 y el video musical “Mylène Farmer: Fuck Them All” 2005
Villaronga, en su último trabajo nos ofrece un filme cuya estética nos recuerda a las primeras películas clásicas, aquellos filmes en blanco y negro en los cuales predominaba la teatralidad y la gesticulación. Ahora, en pleno siglo XXI, Villaronga recupera aquel estilo narrativo, en donde la voz en off cobrará protagonismo, junto a la música y los efectos sonoros. Una película sencilla, con apariencia primitiva, escenarios minimalistas y fotografía en blanco y negro, que se apoya en las técnicas más modernas, como son, las pantallas de Croma.
La cámara se convierte en un personaje muy importante y para ello, Agustí, ha confiado en los directores de fotografía Josep M. Civit y Blai Tomás, quienes han realizado un trabajo extraordinario, buscando en cada encuadre y correcta iluminación, profundizar en el horror, el dolor y la intimidad de los personajes que van a la deriva en un baño de violencia y desesperación, y en donde al espectador se le invita a ser testigo y subirse sobre esa embarcación que hace agua, a la vez que se interna entre los extraños espacios de ensoñación, por los que transitan los personajes de carne y hueso, en medio de los recuerdos y la realidad de su presente. Personajes que navegan junto a la ambición, el miedo, el amor hallado y perdido, la locura que provoca el mar y la angustia, las traiciones, la muerte que huele más intensa que la salinidad del mar, el abandono, la supervivencia, el odio o la verdad; asimismo escucharemos, de manera reiterada, el decálogo de Savigny con las cosas que él considera importantes: 1) Mi nombre, 2) Los ojos de los que nos abandonaron, 3) Un pensamiento, 4) La noche que se acerca, 5) Aquellos cuerpos destrozados, 6) El hambre, 7) El horror, 8) Los fantasmas de la locura, 9) La carne aberrante y 10) El hombre que me mira y no me mata.
Una obra teatralizada en espacios claustrofóbicos. Un experimento fílmico que va más allá de la razón, aun basándose en hechos reales y que por momentos, te atrapa en su extraña atmósfera, entre textos poéticos y reveladores que se abrazan a una perturbadora y hasta desconcertante banda sonora, en la partitura de Marcús Jgr. Está claro que no es un filme para el público en general sino una obra para sentarte, escucharla, observarla y reflexionar sobre la importancia de la vida, la muerte, el ser, el amor y la verdad. Un filme intimista en el que se rinde un homenaje al medio que da título al filme, el mar; ese enorme gigante que rodea a los continentes del planeta Tierra y que bajo él, descansan hombres, mujeres y embarcaciones, que nunca llegaron a puerto.
Os dejo con otro texto, que se narra mientras vemos hermosas imágenes en el fondo del mar. “Nosotros, abandonados por la tierra, sobre el vientre del mar, y el vientre del mar somos nosotros, y en nosotros respira y vive.
Mi nota es: 6,5
ESTRENO en ESPAÑA: 12 de Noviembre
REPARTO: Roger Casamajor, Òscar Kapoya, Muminu Diayo, Marc Bonnín y Armando Buika.
PRODUCTORA: Testamento PCT// La Perifèrica Producciones// Filmin// Turkana Films// Link-up Barcelona// Bastera Films.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Elastica Films y Filmin.