La coproducción entre
México y España, Sin señas particulares
está dirigida por Fernanda Valadez
compartiendo guion con Astrid Rondero.
“Cuando el infierno abre sus puertas y el diablo campa a sus anchas por tierras
mexicanas”
Dos jóvenes mexicanos,
con el permiso de sus madres, abandonan el hogar con la ilusión de alcanzar una
vida mejor en los Estados Unidos. Pasadas unas semanas y al comprobar que no
dan señales de vida, ambas mujeres denuncian a las autoridades su desaparición,
descubriendo que uno de los jóvenes murió en unos disturbios ocurridos cerca de
la frontera y del otro chico, solo han encontrado la bolsa en la que llevaba
sus pertenencias, deduciendo que también estará muerto en algún lugar. Magdalena
(Mercedes Hernández) la madre del
joven no encontrado, decide emprender un viaje con la esperanza de hallarlo,
hacia el norte de México, recorriendo paisajes desolados, caminos peligrosos y
preguntando a quienes se encuentra a su paso. En el camino se cruzará con
Miguel (David Illescas) que regresa
al hogar, tras su deportación.
La productora y
directora, Fernanda Valadez, se
licenció en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) de México. Ha
producido los largometrajes “Plástico” 2015 de Ricardo Soto y “Los días más
oscuros de nosotras” 2017 de Astrid Rondero.
Se inició en la dirección con los cortometrajes “De este mundo” 2010 y
“400 maletas” 2014, con los que obtuvo diversos premios y nominaciones. Este
año 2020 debuta en el largometraje con “Sin señas particulares”. Comentaros
también que en 2014 fundó, junto a otros cineastas, la productora EnAguas Cine.
Fernanda Valadez entra
por la puerta grande con su ópera prima en el largometraje y más, abordando un
drama tan duro y emocional como el que nos presenta. Sencillo, delicado y exquisitamente
filmado. Una película casi al 100% femenina, pues si bien en el reparto cuenta
con algunos actores secundarios masculinos, el resto del elenco y el equipo técnico,
lo forman mujeres; desde la actriz principal, Mercedes Hernández, de la que más
tarde hablaré, continuando con Clarice Jensen quien se encarga de la angustiosa
partitura que abraza al filme, Claudia Becerril Bulos con su fotografía
realista, potente y sutil que acompaña en todo momento a la protagonista en ese
viacrucis de esperanza, soledad y aflicción y Astrid Rondero, con quien la directora
comparte el correctísimo montaje y el doloroso guion. Una historia escrita desde
las entrañas del alma femenina, que clama por los muertos y los hijos que
perdieron; junto al coraje de esas madres que no les importa dejarlo todo y
vagar por tierras hostiles, con tal de saber el paradero de sus hijos. En cada
paso que Magdalena recorre, descubrimos el infierno a su alrededor, hasta ese
instante que se nos revela a través de la narración de uno de los personajes,
en el cual la reencarnación del mal se hará visible entre el fuego, los gritos,
la sangre, las carreras y los tiros; ese ser demoniaco que abandona el
inframundo, porque en esa tierra se siente más cómodo.
Una obra que nos habla
de amor, de identidad, sufrimientos, sueños rotos, de violencia, incertidumbres,
inmigración, represión, pobreza, muerte y resignación; entre los desaparecidos
y los conflictos armados a orillas de la frontera. En medio de ese mundo, que
aun continua latente en México, nos encontramos con Magdalena, en
representación de todas esas mujeres sufridoras y luchadoras, la mayoría de las
veces arrastrando su dolor en silencio. Un silencio que rasga las vestiduras de
la piel y la carne, para dejar al descubierto el corazón que se encoge ante las
situaciones que se siguen viviendo en el país y más concretamente, al filo de
esa frontera, que separa ambos países. Una Magdalena que se apodera de Mercedes
Hernández, quien da vida con una naturalidad y honestidad asombrosa al
personaje y que nos invita a acompañarla en el mismo silencio que ella nos
ofrece, viendo el mismo paisaje que ella contempla o escuchando lo que otras
personas relatan. Un personaje y una actriz que se fusionan para criticar las
injusticias. No puedo dejar de mencionar a David Illescas, interpretando a
Miguel, el joven con el que Magdalena se encuentra en el camino y sus corazones
heridos conectan. Una interpretación breve, pero intensa, como intenso resulta
todo el filme que nos llevará hasta un final demoledor.
Mi nota es: 8
ESTRENO en ESPAÑA: 27
de Noviembre.
REPARTO: Mercedes
Hernández, David Illescas, Juan Jesús Varela y Ana Laura Rodríguez.
PRODUCTORA:
Corpulenta// FOPROCINE// Avanti Pictures// EnAguas Cine// Nephilim
Producciones.
DISTRIBUIDORA en
ESPAÑA: Wanda Visión.