La coproducción entre Georgia y Alemania, ¿Qué vemos cuando miramos al cielo?, está escrita y dirigida por Alexandre Koberidze.
Lisa (Oliko Barbakadze/Ani Karseladze) trabaja como farmacéutica y Giorgi (Giorgi Ambroladze/ Giorgi Bochorishvili) es jugador de fútbol. Se encuentran varias veces por casualidad y finalmente él la invita a quedar en el nuevo café, que han abierto frente al puente.
Mientras Lisa camina dirección a casa, en medio del cruce, cuatro elementos deciden avisarla. El brote, la comenta que un ojo del maligno la había visto quedar con el joven. La segunda en hablar es la cámara de vigilancia, quien le dice que ha visto como el ojo del maligno les ha lanzado una maldición. La tercera en intervenir es una vieja cañería de agua, avisándola de que al día siguiente, tendrá un aspecto muy diferente y el cuarto es el viento, pero un coche se para entre el viento y Lisa y la voz se detiene. Lisa abandona el lugar asustada y sin conocer lo que el viento le tenía que decir, que no solo ella cambiaría de aspectos, sino también el joven con el que ha quedado.
El montador, guionista y director, Alexandre Koberidze, estudió cine en la Academia Alemana de Cine y Televisión en Berlín. Se inició en el cortometraje con obras como “Der Fall” 2013 y “Colophon” 2015, para debutar en el largometraje con “Let the Summer Never Come Again” 2017 y este año ofrecernos ¿Qué vemos cuando miramos al cielo? 2021. También ha dirigido el cortometraje documental “Linger on some pale blue dot” y colaborado en el documental “30(+) films pour la 30 ème”
Un filme, que por su simplicidad y perplejidad, te atrapa, en una historia que tomando a una pareja de recién enamorados como punto de partida, nos adentrará en la vida de los habitantes de una ciudad y de la propia ciudad georgiana de Kataisi, en medio a los preparativos de un mundial de fútbol, hasta llegar a su conclusión final, que desde mi punto de vista, nos deja un tanto fríos. Una narración en la que el director demuestra su amor hacia los seres vivos sin excepción, dando el mismo valor a los animales que a los humanos, incluso a la hora de elegir el lugar donde ver, por tradición o por preferencia, los encuentros de fútbol y así, mostrarnos que al igual que los vecinos, no alcanzando a tener señal para disfrutar de dichos partidos en sus hogares, los canes también se decantarán por el bar o cafetería, en la cual seguir el mundial. ¿Metáfora sobre la vida y la existencia? ¿La elección y reacción? o ¿La propia convivencia entre los seres vivos?
Por esta extraña fábula, Koberidze, hará desfilar a un futbolista que se enamora de una farmacéutica, que cambian de imagen de la noche a la mañana debido a una maldición y que tendrán que adaptarse a los nuevos trabajos, para poder sobrevivir. El encuentro con una directora de cine, su amigo cámara y una fotógrafa que tras cinco años, ansían terminar su última película. El dueño de un bar que sondea la forma de atraer clientela, montando una pantalla y hasta una máquina de helados, compitiendo con la nueva cafetería. Los niños y niñas jugando juntos en la calle, sí, al fútbol y no puedo olvidarme de ellos, los perros, tratados con el mismo respeto que a los humanos y en donde el director aprovecha para hacer un alegato en defensa de los animales, criticando que el ser humano está destruyendo su hábitat con incendios forestales causados por la avaricia y muriendo millones de animales en el mundo, a su paso. Una reflexión sobre la vida y la comunidad, junto a la dualidad, pluralidad y diversidad.
Un filme con un corte documental, que brinda un tributo al cine, al amor, a la vida, al deseo de salir adelante y luchar, a la espera y a la ilusión, a la existencia y lo que ésta le ofrece sin exigencias; a través de cuidadas estampas y retratos de una ciudad viva, resignada y con retazos de esperanza. Días previos a la copa del mundo, que parece ser lo único que les saca de sus monótonas vidas, en un pueblo arraigado con fuerza a sus tradiciones y supersticiones. Estamos ante una de esas películas en donde cada espectador puede sacar sus propias conclusiones, pues además estoy seguro, que con cada nuevo visionado, se descubre algo diferente, que nuestros ojos y nuestra mente no han captado. La obra cuenta con una naturalista fotografía de Faraz Fesharaki.
Mi nota es: 6
ESTRENO EN ESPAÑA: 5 de Enero.
REPARTO: Ani Karseladze, Giorgi Bochorishvili, Oliko Barbakadze, Giorgi Ambroladze, Vakhtang Panchulidze e Irina Chelidze.
PRODUCTORA: Deutsche Film-und Fernsehakademie Berlin (DFFB)// New Matter Films// Sakdoc Film.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: VASAVER.