Saint
Maud
está escrita y dirigida por Rose Glass. “Un
filme inquietante, femenino y muy personal”
Maud (Morfydd Clark) es una joven solitaria,
introvertida con cierto grado de enajenación, que decide dedicar su vida a Dios,
con quien afirma hablar, tras haber sufrido un episodio traumático. Trabaja
como enfermera y cuidadora a domicilio. Su paciente Amanda (Jennifer Ehle) es una ex famosa
bailarina que en la actualidad sufre una grave enfermedad terminal con linfoma
en su última etapa, postrada en cama o limitada a moverse en silla de ruedas.
Amanda mantiene
relaciones sexuales con una joven, Carol (Lily
Frazer) a quien Maud reprende y pide que no vuelva por la casa, porque
Amanda necesita tranquilidad y salvar su alma, que está descuidando con sus
actos. Amanda, en medio de su fiesta de cumpleaños, se burla de Maud y esta la
abofetea, siendo despedida.
La actriz, guionista y
directora, Rose Glass, estudió en el
London Collage of Communications, en donde dirigió sus primeros cortometrajes y
adquirió experiencia trabajando en diferentes sets profesional, continuó sus
estudios en La Escuela Nacional de Cine y Televisión del Reino Unido, en la
cual realizó diversos cursos de especialización así como su graduación y la dirección
de su primer éxito con el cortometraje “Room 55” 2014, aunque anteriormente
había realizado “Moths” 2010, “Storm House” 2011 y “The Silken Strand” 2014.
Ahora nos presenta su ópera prima en el largometraje, “Saint Maud”.
Saint Maud es un filme
perturbador coronado por la enfermedad, la fe y el sexo, quienes convergen en
un mismo punto, elevando la tensión emocional y erótica a partes iguales, bajo
una atmósfera claustrofóbica y oscura. Un nuevo filme femenino cuya columna
vertebral sustenta su actriz principal, Morfydd
Clark encarnando a Maud. Una joven que navega entre la locura y la cordura,
entre los fantasmas del pasado, la obsesión y los deseos reprimidos que como en
tantas ocasiones, se refugian en la fe. Una fe llevada a los límites de la
ofuscación, ocasionando no solo daño en los demás, sino en ella misma. Morfydd
está magnífica, tan creíble que duele, que aterra y por la que se siente
compasión, al ser conocedores de su enfermedad. Un personaje tan demoledor que
no sabremos hasta el mismísimo final, si lo que estamos viendo y experimentando
junto a ella, es verdad o imaginación.
Un filme confuso como la
mente de la protagonista y lúcido, como
sus actos. Ha contado con una gran partner, Jennifer Ehle, dando vida a Amanda, la antítesis de Maud. Una mujer
no creyente, postrada en cama o sentada sobre una silla de ruedas, invadida por
los miedos y los recuerdos del pasado, cuya vida social y sexual sigue
manteniendo activa, dentro de sus posibilidades. Una interpretación tan sólida que
logra equilibrar la balanza cuando están juntas, en escena. La cara y la cruz
de una moneda cuyo destino es la desgracia, la soledad y el sufrimiento.
“Saint Maud” es una de
esas películas cuya lentitud se agradece, pues es necesaria para intentar descubrir
lo que se esconde en el laberinto de esa mente desequilibrada, desencadenando
las emociones, frustraciones y sensaciones, que el espectador que logre entrar
en la historia, padecerá junto a las dos protagonistas; pues lo que también
debe tener claro el público acostumbrado al género de terror convencional, es que
no está ante un filme al uso. “Saint Maud” se incorpora a esa nueva ola de
películas y realizadores que con pocos elementos, mucha imaginación y un guion
bien construido, nos ofrecen una nueva dimensión del terror; gracias también a
productoras y distribuidoras como A24 que en los últimos años nos viene
sorprendiendo con filmes muy importantes a nivel general y en especial en este
género como: “La bruja” 2016 de Robert Eggers, “El sacrificio de un ciervo sagrado” 2017 de
Yorgos Lanthimos, “Hereditary 2018 o
“Midsommar” 2019, ambas de Ari Aster. Ahora Rose Glass, por méritos propios con
su primer largometraje, se codea y pasa a “juega” en la misma liga que estos y
otros afamados directores.
El filme se apoya con
gran acierto en la inquietante banda sonora de Adam Janota Bzowski y la hechizante fotografía de Ben Fordesman. Desde estas líneas
invito al espectador, no acomodado, a entrar en la tormenta de nubes negras y
plomizas que sobrevuelan la cabeza de la protagonista e internarse en ese
torbellino doloroso, emocional y físico, en el cual no faltarán los simbolismos
como las alas traslúcidas, las levitaciones en la soledad, las chinchetas en
los zapatos, las voces en el silencio o las auras celestiales; buscando siempre
la redención, hasta el demoledor e inmolador último plano.
Mi nota es: 8
ESTRENO
en ESPAÑA: 23 de Diciembre
REPARTO:
Morfydd Clark, Jennifer Ehle, Turlough Convery, Lily Knight, Lily Frazer, Faith
Edwards, Rosie Sansom, Marcus Hutton, Noa Bodner, Jel Djelal, Jonathan Milshaw
y Linda E. Greenwood.
PRODUCTORA: Escape Plan Productions//
BFI Films Fund// A24.
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: Sony Pictures Releasing de España.