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martes, 3 de mayo de 2022

ONODA 10.000 NOCHES EN LA JUNGLA: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Francia, Japón, Alemania, Bélgica e Italia, ONODA, 10.000 Noches en la jungla, está dirigida por Arthur Harari quien comparte guion con Vincent Poymiro. “Tu cuerpo representa la patria. No dejes que caiga en manos enemigas”

En medio de la selva vemos a un hombre vestido de camuflaje, Hirō Onoda (Kanji Tsuda). Corta una flor y la deposita sobre una zona rodeada de verde, comentando “volveré” y caminando se pierde en el interior de la frondosa selva. Escucha una canción que un joven ha puesto en un casete y nos lleva al pasado a través de diferentes décadas, descubriendo su historia, desde que siendo un joven Onoda (Yûya Endô) recibe un duro adiestramiento, hasta que pasado el tiempo y bajo las órdenes del comandante Yoshimi Taniguchi (Issei Ogata) es enviado a una isla de Filipinas justo antes del desembarco estadounidense. Onoda se interna en la jungla con un grupo de su confianza: Kinshichi Kozuka (Yûya Matsuura), Yuichi Akatsu (Kia Inowaki) y Shōiochi Shimada (Kato Shinsuke)

Basada en hechos reales, Onoda, 10.000 noches en la jungla nos presenta los años que Hirō Onoda vivió en la selva. Sobre este soldado comentaros que nació en el año 1922 en Kamekawa en la prefectura de Wakayama en Japón y murió en 2014. Tenía cinco hermanos, estudió en Kainan College y trabajó en una empresa de importación y exportación hasta que a los 20 años le reclutaron para cumplir con el servicio militar, uniéndose al 61ª regimiento de infantería de Wakayama, de éste pasó al 218ª Regimiento de infantería con destino en Nanchang y en 1943 llegó a Kurume, a una escuela de entrenamiento bajo las órdenes del general Shigetoumi. Pasará por otras unidades hasta llegar a la 33ª empresa en Futamata, un anexo de la escuela Nakano. En 1944 será uno de los hombres entrenados en técnicas de guerrillas, destinado a Filipinas, territorio americano ocupado por Japón, con la orden de su superior el mayor Yoshimi Taniguchi de que retrase el desembarco de los estadounidenses en la isla de Lubang. En esa jungla pasará treinta años esperando el regreso del ejército japonés. Son precisamente esos años, en los que se centra esta impresionante historia que nos llevará hasta el preciso momento en que acepta que la guerra ha terminado y se entrega. No develo nada, pues es historia, otra parte de esa historia cruenta de la II Guerra Mundial.

El actor, guionista y director, Arthur Harari, desde muy pequeño, al igual que sus hermanos, ha estado vinculado con el mundo del cine. En su filmografía cuenta con 17 participaciones como actor, guionista en 8 obras y como director se inició con los cortometrajes “Des jours dans la rue” 2005 y “Peine perdue” 2013, el mediometraje “La main sur la gueule” 2007 y debutando en el largometraje con “Diamant noir” 2016. Este año nos ofrece “Onoda, 10.000 noches en  la jungla” 2021.

Con una estructura sólida y un cuidadísimo guion que Arthur Harari comparte  con Vincent Poymiro, el espectador asiste a un filme que le va atrapando y arropando como la propia jungla a Onoda, a través de una historia de lealtad, honor y deber, centrándose en un único personaje, pues los demás van entrando y saliendo de su vida, como acto natural del destino. Todo lo natural que puede ser un duro entrenamiento, una disciplina férrea y una guerra. Un personaje que pasará por los diversos estados emocionales incluyendo el autoengaño y por supuesto, en ese paso de los años, por una climatología en ocasiones tan adversa como lo son las fuertes tormentas, que como si del diluvio se tratara, se precipitan sobre la isla. Un hombre comprometido con la causa y con quienes le acompañan, aunque poco a poco se vaya quedando solo ante los peligros que pueda esconder la selva o quienes en ella habiten, pues la guerra, sin él saberlo, ha terminado. Él se reafirma en sus propósitos “Recibí un entrenamiento secreto en una escuela secreta” y hasta que nadie le diga lo contrario, permanecerá allí, esperando órdenes. 

El filme, que cuenta con momentos de acción interesantes, algunos dramáticos, violentos y desgarradores; cobra un mayor protagonismo cuando el personaje central, en su soledad, se fusiona con la naturaleza, en donde las tormentas, como he comentado, ofrecen la cara más cruda y amarga frente a esas noches tranquilas e iluminadas por la luna, una luna que se baña en el mar, juega a esconderse entre la vegetación y reposa en la arena, escuchando los sonidos del silencio e invitando a Onoda, a que se una a ella y no desespere. Onoda o debería decir, los dos actores que encarnan al personaje: Yûya Endô y Kanji Tsuda, acaparan toda la atención del espectador en sus impecables interpretaciones.

Arthur Harari confiere un aura intimista y elegante al filme entre los pensamientos de los diferentes personajes, principalmente los de Onoda, los miedos, las conversaciones, la vulnerabilidad más humana, los recelos, la adaptación al medio y la fortaleza mental originada por los inflexibles adiestramientos en contraste con los instantes bélicos, los bombardeos, los desembarcos o los ataques inesperados. Para terminar comentaros que en los apartados técnicos destaca la extraordinaria fotografía de Tom Harari, el cuidadísimo montaje a cargo de Laurent Sénéchal y la banda sonora que arropa al filme en la batuta de Olivier Marguerit.

Mi nota es: 8

ESTRENO EN ESPAÑA: 6 de mayo

REPARTO: Yûya Endô, Kanji Tsuda, Yûya Matsuura, Issei Ogata, Kato Shinsuke, Kai Inowaki, Taiga Nakano, Atsuhiko Suwa, Mutsuo Yoshioka, Tomomitsu Adachi, Kyûsaku Shimada, Angeli Bayani, Jemuel Satumba, Kuu Izima y Ryu Morioka.

PRODUCTORA: Bathysphère Productions// To Be Continued// Pandora Film// Frakas Productions// Ascent Film// RAI Cinema// arte France Cinéma.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Atalante Cinema.