¿Quién puede ofrecer
más violencia?
Sin la menor duda, John
Wick Capitulo 3 – Parabellum el nuevo filme de Chad Stahelski, con guion compartido con Shay Hatten, Chris Collins y Marc Abrams.
Tras los
acontecimientos sucedidos en la entrega anterior, John Wick (Keanu Reeves) tiene las horas contadas,
pues sobre su cabeza existe una recompensa de 14 millones de dólares, por lo
que todos los mercenarios del Planeta, buscarán darle caza, pero John Wick no
está dispuesto a ser cazado.
Después de una carrera
a contra reloj, sobre el tiempo que le queda como hombre libre, antes de que
comience la caza, John aprovechará para dejar a su fiel compañero de cuatro
patas bien protegido en el Continental Hotel por Winston (Ian McShane) y Charon (Lance
Reddick), sacar de su caja de seguridad aquello que precisa como "escudo"
ante lo que le viene encima y buscar un lugar seguro. ¿Seguro? El planeta
entero, a la cuenta de cero, estará pisándole los pies.
Con un gran sentido del
humor y una acción desorbitante, Chad Stahelski nos ofrece esta tercera
entrega de la saga de John Wick, nuevamente en solitario como todos
esperábamos, pues nadie como él conoce a John. Si alguien dudaba de que John Wick2, no pudiera ser superada en violencia y
acción, estaba totalmente equivocado, en aquella ocasión no pude contar el
número de muertos y en esta, aunque me lo hubiera propuesto, hubiera sido
imposible. Caen como moscas, pero no sólo ante Wick. Con una duración de algo
más de dos horas ni Chad Stahelski
ni Keanu Reeves, te dejarán respirar.
El más todavía, sí es posible.
Chad Stahelski era y es
un importante especialista de actores, hasta que decidió ponerse tras las
cámaras junto a David Leitch para
dirigir John Wick: otro día para matar. Pero antes de llegar a ese año 2014,
Stahelski fue uno de los dobles de su amigo Brandon Lee, en “El cuervo” de Alex
Proyas 1994, cuando decidieron finalizar la película tras el desafortunado
“accidente” que sufrió Brandon y muriendo antes de terminar la película.
También fue doble de Keanu Reeves en la saga de “Matrix” y llegamos a ese año
2014, donde junto David Leitch dirigiría la mencionada John Wick: otro día para
matar, una película que no se estrenó en nuestro país en salas comerciales,
sino que pasó directamente a la televisión. Tres años más tarde, en 2017 se
hizo cargo, en solitario, de la continuación: John Wick: Pacto de Sangre, obteniendo un gran
éxito de taquilla, lo que le ha llevado a esta nueva entrega con John Wick:
Capítulo3 – Parabellum, una nueva obra, que deja abierta la puerta a una cuarta
parte, en la cual sinceramente me cuesta creer que van a hacer para ganar en
acción a esta nueva historia, aunque se prevé todo un apocalipsis, pero dejemos
el futuro para centrarnos en el presente.
Antes de hablar de
otros temas, quiero destacar una vez más los vistosos y espectaculares
decorados, cobrando una gran importancia en el transcurso de la obra y
superándose a sus antecesoras. Si bien John en la anterior entrega se tenía que
enfrentar a salas de espejos con una iluminación muy discotequera, en esta
ocasión los espejos serán sustituidos por un laberinto de paredes de cristal
transparentes, al igual que los suelo, estancias existentes en el Continental, donde
además por el camino se encontrará con vitrinas cuyo interior contiene cabezas
humanas, también de cristal. En ese lugar preciso, de desarrollará una de las
grandes escenas de artes marciales a la que Wick se tendrá que enfrentar, con
enemigos que le idolatran como contrincante. Los creadores de estos decorados y
otros muchos que veremos en la película, han corrido a cargo de David Schlesinger con quien ya trabajo
en la entrega anterior y Kevin Kavanaugh
que también es el director artístico.
Continuaré con el
equipo técnico y para ello debo mencionar al montador de este filme, que se lo
ha tenido que pasar como un adolescente jugando con un video juego, Evan Schiff, realiza un trabajo
superior, dotando de un gran dinamismo a
toda la obra, incluso en los instantes sosegados que precisa la película. Otro
gran mago es Dan Laustsen con su
lujosa, cálida y vital fotografía. Encuadres
perfectos en un rico abanico de planos, que en ocasiones logra jugar al
despiste con el propio espectador, a través de un gran uso del color e
iluminación, ofreciendo belleza donde habrá muerte. Termino hablando de la banda
sonora, nada de sorpresas, son los mismos compositores desde la primera parte: Tyler Bates y Joel J. Richard, que hacen saltar a las notas para no ser salpicadas
de sangre, heridas por una bala o recibir un golpe no deseado. Simplemente
espectacular y una gran acompañante durante todo el filme.
Por supuesto que no me
puedo olvidar ni de las peleas ni de los momentos más bélicos del filme, porque
una vez más hay que volver a destacar las explosivas coreografías, grandes
protagonistas de este filme, donde no sólo quedan agotados los especialistas
que las realizan, sino los espectadores desde sus butacas. Son más largas, más
intensas y más demoledoras, y no exagero, sino ya me lo diréis. Algunas de
ellas, nos recuerdan un poco a las presentadas en la anterior entrega, pero da
igual, se agradecen y además contienen más muertos, más acción, más casquillos
de balas rodando por el suelo (se cuentan por cientos) e incluso la compañía de
una intrépida “compañera” de batallas. ¿Quién es? No os lo pienso decir. Pero
nuestro amigo, no va a estar tan solo como muchos piensan, porque él lo vale y
además, tiene sus ases guardados.
La película cuenta con
un extraordinario sentido del humor como ya he enunciado, porque si algo han tenido en cuenta los
guionistas, es que reírse de uno mismo, es el mejor antídoto para todo, incluso
ante los críticos. Situaciones verdaderamente surrealistas que el espectador
disfruta y otras tan agotadoras y tensas, que si no sueltas una carcajada, no
logras liberar la tensión y las que por el contrario, forman parte de la historia.
Hay escenas tan brutales y ya las
veréis, que si no te ríes, no sabes cómo asimilar lo visto.
Vamos con el
protagonista principal de esta demoledora saga, ese hombre que parece de acero
pero no lo es, porque os aseguro que sangra. Ese hombre que parece que no
siente dolor, pero que sí, también lo demuestra, cuando recibe toda clase de
golpes, puñaladas e incluso tiros. Ese hombre que parece inmortal y que en
ocasiones dudo de su mortalidad, ese hombre es John Wick, quien desde la
primera entrega se apropió del cuerpo de Keanu Reeves, un actor que se siente
como pez en el agua cuando le dicen, vamos, te reclama Wick. No hay palabras
para describir su actuación o sí, y serían muchísimas. Está maravillosamente acompañado por un Ian McShane como el impertérrito e irónico Wilston, dueño del
Continental, Laurence Fishburne en
el papel del Rey de los Mendigos. Del lado contario estará Mark Dacascos, como Zero, el gran enemigo de John, un experto en
artes marciales con quien tendrá que luchar a muerte y en lado femenino nos
encontramos con Halle Berry como la
implacable Sofía, Asia Kate Dillon,
como la juez de la Alta Mesa y una siempre maravillosa Angelica Huston como la Directora, son algunos del cuidadísimo
elenco actoral
En cuatro palabras, por
decir algo, porque siendo yo, nunca son cuatro palabras, John Wick Capítulo 3 –
Parabellum es una locura desatada, controlada y disfrutada por igual. Los
seguidores de la saga van a salir de la sala excitados y hablando de las mil
anécdotas que la obra nos va regalando y con un final, muy abierto hacia esa
cuarta parte, que sin duda puede ser un desenlace definitivo o no. Ya no me voy a preguntar si puede ser más
violenta que las anteriores, porque la respuesta estoy seguro que es un sí, pero el cómo
lo van a lograr ya es otra cuestión. Solo os puedo decir, que hay gente muy
cabreada con La Alta Mesa, pero que muy cabreada y Baba Yagá, está entre ellos.
Como bien dice en un momento determinado Winston “Si quieres la paz, prepara la guerra”
Mi nota es: 8,5
ESTRENO en ESPAÑA: 31
de mayo
REPARTO: Keanu Reeves, Halle Berry, Ian McShane, Anjelica Huston, Laurence Fishburne, Lance Reddick, Asia Kate Dillon, Jason Mantzoukas, Mark Dacascos, Yayan Ruhian, Cecep Arif Rahman, Robin Taylor, Tobias Segal, Saïd Taghmaoui, Jerome Flynn, Randall Duk Kim, Margaret Daly y Susan Blommaert.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA:
Entertainment One Films Spain.