La coproducción entre
Alemania, Sudáfrica y Estados Unidos, KILL
BOY, está dirigida por Moritz Mohr
compartiendo guion con Arend Remmers
y Tyler Burton Smith. “Una travesura
extravagante que deja al espectador ojiplático”
La voz interior de Boy
(H. Jon Benjamin) nos narra que
siendo un niño la familia Van der Koy compuesta por Melanie (Michelle Dockery), la despiadada
matriarca Hilda (Famke Janssen), Gideon
(Brett Gelman) y Glen (Sharlto
Copley) mataron a su familia, en su presencia. Un Chamán (Yayan Ruhian) se hace cargo de él, con
el fin de convertirle en el guerrero definitivo. Cuando Boy llega a la edad
adulta (Bill Akarsgård), decide
abandonar al Chamán e ir en busca de los Van der Koy, con el fin de llevar a
cabo su venganza personal; junto a él estarán Basho (Andrew Koji) y Benny (Isaías
Mustafa) y en su mente la presencia de su hermana Mina (Quinn Copeland)
El guionista y
director, Moritz Mohr, estudió en la
Academia de Cine de Baden-Württemberg y se graduó en la Universidad de
California, Los Ángeles entre 2005 y 2011. Debutó con los cortometrajes “Akumi”
2005, “Vidiots” 2006, “Hurensohn” 2008 y “Battlefield” 2009 y en el
largometraje con “Kill Boy” 2023. Para televisión ha dirigido capítulos de la
serie “Viva Berlín” 2011.
He buscado la mejor manera
de comenzar esta crítica y creo que la
más acertada es decir que estamos ante una propuesta loca y salvaje, que ya
desde la primera escena nos invita a liberar la mente, acomodarnos en la butaca
y dejarnos llevar y si lo hacéis, estoy convencido que la vais a disfrutar de
principio a fin. Kill Boy rebosa acción trepidante, violencia a raudales, drama
en su justa medida, gore hasta sentir que la sangre puede llegar a salpicarte,
venganzas familiares y familias inhumanas, y todo lo que os podáis imaginar e
incluso mucho más, llevado al límite con grandes dosis de humor negro. Casi dos
horas de pura adrenalina entre cuchilladas, hachazos, casquillos de balas que
parecen crear un mar en el suelo, en el que poder nadar y enfrentamientos
difíciles de concebir entre seres humanos ¿Humanos he dicho?, olvidad esa
palabra.
Un coctel enérgico que
bebe de los videojuegos, el cómic y las películas de acción llevadas a otro
nivel. El propio director comentó “Soy gamer de toda la vida y he intentado
imbuir esa locura y diversión en este filme” y vaya si lo consigue, la cámara nunca
estamos seguros de dónde se encuentra, aunque tampoco nos debe preocupar, mientras
siga rodando y la sangre no manche el objetivo; al igual que sucede con el
ritmo y movimientos que potencian a las brillantes coreografías diseñadas por David Szatarski, ofreciendo ese grado de irracionalidad, que nos
deja sin respiración. Puro cine de violencia llevado al extremo, en medio de volteretas, patadas,
golpes y uso de todo tipo de armas que cortan cuanto se pone a su alcance, con
el propósito no de bloquear sino de aniquilar al contrario. Estoy convencido
que tanto el director como los actores, se lo han pasado como niños retozando
en la nieve.
El guion nos ofrece una
estructura muy interesante y además de las escenas de violencia que me han
despertado más de una carcajada, pues de sobra es sabido que la extrema
violencia y lo inverosímil, siempre desde la fantasía que nos brinda la pequeña
o gran pantalla, provocan la hilaridad; pues además de todo eso, como os decía,
tiene dos momentos a destacar desde mi punto de vista: tensos, dramáticos y con
fuerte carga emocional como es todo el inicio narrado por el protagonista y el
tramo final. Guionistas y director han sabido conjugar la parte trágica de la
historia y lo festivo.
Toca destacar la
potente fotografía de Peter Matjasko,
recreándose entre la acertada elección de planos, la iluminación y los
magníficos movimientos de cámara; el extraordinario montaje de Lucian Barnard y por supuesto, la banda
sonora como compañera infatigable en la partitura de Ludvig Forssell, quienes junto a Moritz Mohr, originan una vertiginosa montaña rusa de sensaciones y
emociones. No, os aseguro que no deja indiferente a nadie.
Resumiendo: ¿Violencia?
Más de la que puedas digerir. ¿Acción? Se escapa por los cuatro ángulos de la
pantalla. ¿Comedia? Sí, grandes dosis de humor negro. ¿Drama? No puede faltar y
necesario para poder respirar. ¿Gore? No te acerques demasiado a la pantalla,
es un consejo. ¿Excentricidad? Le sobra
por todos los poros. ¿Te atreves? Yo ya lo hice.
Mi nota es: 8
ESTRENO EN ESPAÑA: 3 de
julio.
REPARTO: Bill Skarsgård,
Jessica Rothe, Michelle Dockery, Yayan Ruhian, Sharlto Copley, Brett Gelman,
Isaiah Mustafa, Nicholas Crovetti, Cameron Crovetti, Quinn Copeland, Andrew
Koji y Famke Janssen.
PRODUCTORA: Nthibah Pictures// Hammerstone Studios//
Raimi Productions// Ventaro Film.
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: DeaPlaneta.