Parpadea
dos veces está dirigida por Zöe Kravitz compartiendo guion con E.T. Feigenbaum. “Olvidar es un regalo”
Un joven
multimillonario Slater King (Channing
Tatum) conoce a una camarera de nombre Frida (Naomi Ackie). Frida se enamora a primera vista de Slater y en un
arrebato acepta su invitación de pasar unos días en su isla privada, junto a
otros amigos. Durante el día todo en la isla parece perfecto: baños en la
piscina, comida sofisticada, champán que corre como el agua, drogas, relax y
hasta una misteriosa nativa de la isla; aunque el verdadero misterio llega tras la cena, al caer la noche, pues al día
siguiente, ninguno de los invitados recuerda lo que ha sucedido. Un paraíso en
el cual las luces y las sombras juegan al despiste y las sospechas, en especial
tras la desaparición de Jess (Alia
Shawkat).
La modelo, actriz,
cantante y directora, Zöe Kravitz, hija del actor y músico Lenny Kravitz, asistió
al Miami Country Day School y a la Rudolf Steiner School en Mahanttan,
graduándose en 2007. Ese mismo año comenzó a estudiar en el conservatorio de
interpretación con Scott McCrea en la Universidad Estatal de Nueva York en
Purchase. Abandonó dicha universidad y se afincó en Brooklyn para trabajar en
la industria del cine. Además de sus trabajos como modelo, cantante y actriz,
donde la hemos podido ver en películas como “X- Men: primera generación 2011 y
“X-Men: Días del futuro pasado” 2014 como Ángel Salvadore; en “Mad Max: Fury
Road” 2015 como Toast the Knowing o “The Batman” 2022 como Catwoman. Ahora
salta a la dirección con “Parpadea dos veces” 2024
Son varios los
elementos que destacan en esta ópera prima de Zöe Kravitz, mencionando en
primer lugar su cuidada dirección. El aplomo con el que nos va embaucando en la
historia, creando una sutil tensión a la vez que nos presenta a los personajes,
algunas veces como si en una lujosa pasarela de moda se encontraran, entre
coreografías que rozan el exceso y rodeados de naturaleza, para luego hacerles
caer al precipicio; es indiscutiblemente sorprendente.
Sin duda sus dotes como
modelo, lo aprendido con maestros interpretando sus obras y cuanto ha visto y
vivido a su alrededor, le han servido para crear, fantasear y apostar por
atmósferas y espacios muy concretos, poniendo las cartas boca arriba a medida
que lo considera conveniente. No tiene prisa, coquetea con la cámara, los
personajes, la historia como tal y lo más importante, disfruta y hace cómplice
al espectador en medio del desconcierto y la perplejidad que viste de elegancia
y sofisticación, hasta adentrarse en las escenas más explícitas tanto sexuales
como violentas, o las más enigmáticas en el caso de los flashbacks de lucidez que
experimentan los personajes, hasta encontrarnos con un final demoledor, aunque
en parte previsible. Todo ello sin
grandes aspavientos pero con firmeza dramática, hasta sentenciar con su
mensaje feminista, pues desde los primeros planos, somos conscientes del
producto que tiene entre manos y le saca el mayor partido posible.
“Dicen que el éxito es
la mejor de la venganzas” y este
thriller psicológico exhibe las perversiones de esos personajes exitosos,
millonarios aburridos y machistas que buscan nuevos estímulos, aunque estos…
Existe mucha crudeza incluso en las escenas más tranquilas, pues la tensión se
puede cortar desde el primer fotograma.
La selección del casting, es otro de los grandes aciertos. Actores y actrices que ofrecen la verdad o al menos la que desean manifestar sus personajes y nos los creemos, sobresaliendo la pareja protagonista. Ella, Naomi Ackie se entrega en cuerpo y alma para dar vida a una Frida que pasa de la felicidad absoluta, de la luz que todo lo inunda, como enamorada que está, al horror más destructivo y a la oscuridad más siniestra, a las que se deberá enfrentar, si desea salir viva de esa isla y por otro lado él, Channing Tatum encarnando a Slater King, un millonario excéntrico y misterioso que nos ofrece un interesante monólogo llegando al final del último tramo de la película, sobre el perdón y el olvido.
Dos elementos imprescindibles en toda película, como tantas veces os he comentado y así considero, son la fotografía y la banda sonora. En esta ocasión la fotografía recae en Adam Newport-Berra, quien nos sorprende gratamente entre los contrastes utilizados para diferenciar lo que se podría denominar como paraíso e infierno. Un paraíso, que no lo es tanto, de opulencia, fiestas, risas y cascadas de champán y drogas; en el cual la iluminación alcanza a desvirtuar la realidad y los escenarios coloristas, jugando con fondos blancos nucleares y recreando en ocasiones siluetas sugerentes; todo ello choca con ese infierno en donde se desata el drama y el terror más angustioso, acompañado de dosis de sangre y algún que otro desmembramiento. Junto a la fotografía, rica en planos, se escucha la banda sonora de Chanda Dancy y Gabriel Garzón-Montano, cuya intensidad bien calibrada, nos corta por instantes la respiración.
Resumiendo, estamos ante un filme con un corte marcadamente feminista en el que el lujo, la elegancia e incluso el buen gusto para representar lo desagradable, se acepta con agrado. Logra mantener el equilibrio entre drama y suspense gracias a los constantes giros, para que el espectador en ningún momento tenga la intención de acomodarse más de lo necesario en su butaca. No es un terror al que estemos acostumbrados y quizás eso, lejos de ser original, es lo que nos atrapa en su ajustado metraje; por todo ello, bienvenida Zöe Kravitz al mundo de la dirección y estate segura que te seguiremos en próximos trabajos.
Mi nota es: 8
ESTRENO EN ESPAÑA: 23
de agosto
REPARTO: Naomi Ackie,
Channing Tatum, Christian Slater, Simon Rex, Adria Arjona, Haley Joel Osment,
Kyle MacLachlan, Geena Davis, Alia Shawkat, Levon Thurman-Hawke, Saul Williams,
Trew Mullen, Julian Sedgwick, Liz Caribel, Mika Kubo, Kerry Ardra.
PRODUCTORA: Free Association// Bruce Cohen Productions//
Metro Goldwyn-Mayer (MGM)// Redrum
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Warner Bros. Pictures España.