Hoy se
asoma a nuestro blog una chica con las ideas muy claras, comenzó a estudiar
derecho y al tercer año los abandona por su gran pasión: El teatro y el cine,
donde se prepara a conciencia y donde actualmente combina: actuación, dirección
y guionista. Hablo de Inma Olmos.
J.S. Bienvenida Inma a esta casa donde espero te sientas
cómoda. Como hablaba en la entradilla abandonaste los estudios de derecho por
el arte dramático. ¿Fue dura esta decisión?
I.O. Fue sin
duda la mejor decisión que he tomado en mi vida, un cambio de rumbo radical que
dio lugar a un antes y un después. Aunque esta noticia supuso al principio un
gran disgusto a mis padres. Fue la primera vez en mi vida que sentí que era el
camino por donde tenía que seguir hasta el final de mis días. Es
inexplicable, pero cuando encuentras tu camino, simplemente lo sabes, todo
fluye, es mágico. Cada día que iba a clase lo disfrutaba como si fuera el
último día de mi vida.
J.S. Un par de preguntas de orden
personal para que los lectores te conozcan un poco. De forma breve coméntanos
cuál es tu opinión sobre la familia, la amistad y el amor.
I.O. La familia
es algo que tú no eliges y te puede salir mejor o peor, aunque siempre hay una
base de antropología y cultura. Subjetivamente, te diré que a pesar de que soy
una mujer muy independiente tengo un apoyo y amor incondicional que me hace
sentir muy afortunada. Amo a mis padres profundamente y les estoy agradecida en
parte por la que hoy soy. Y con mi madre tengo un sentimiento irracional muy
fuerte y especial, que a medida que voy tomando más conciencia me doy cuenta de
lo que me ha marcado en mi vida.
Soy un ser muy sociable, me gusta relacionarme con todo tipo de
gente, porque eso me enriquece, me abre puertas y posibilidades. De una forma
más íntima elijo muy bien a mis amigos, cada un@ me aporta algo y ya los más
íntimos es porque hay una conexión brutal, son como almas gemelas.
Creo que cada persona entiende el amor
de una manera. Para mí el amor es coincidir y
cuando dos personas coinciden se crea la magia y eso es algo maravilloso que no
se puede dejar escapar. Sino ocurre esto, prefiero estar sola.
J.S. ¿Cuál es tu
parecer sobre la situación que estamos viviendo en nuestro país a nivel general?
I.O. Creo que crisis igual a
oportunidad. Y es ahí donde hay que poner el foco, porque o tomas esta
dirección y te reinventas y vas a la busca de nuevas posibilidades que a la
larga pueden superar hasta las viejas formas. O te quedas en la queja y
retroalimentas esa carencia y creas una conciencia de pobreza que es lo que
está pasando en este país y de lo que hay que huir claramente.
J.S. El mundo de la cultura en este país está
menospreciado por quienes en la actualidad nos gobiernan. Si tuvieras la
oportunidad de tenerlos a todos frente a ti, ¿qué les dirías?
I.O. La cultura es vida y sin vida nada existe.
J.S. Entre 1993 a
1997 estudias Arte dramático en La Escuela del Actor y a la par
actúas en varias obras en La Escuela Municipal de Silla. Esto se llama entrar
con ganas. ¿Qué recuerdos tienes de aquellos años de inicio?
I.O. Aquellos años fueron muy importantes y
decisivos en mi vida. Volví a reencontrarme con mi niña interior y empecé a
descubrir mi verdadera esencia y te diré que lo pasé brutalmente bien.
J.S. En 1998 como
tantos artistas o gente con inquietudes, coges la maleta y te trasladas a
Madrid donde continuarás con tu perfeccionamiento artístico trabajando con
(Juan Carlos Corazza, La guindalera, Ana Vázquez de Castro, Eduardo Milewizc…) Trabajos que además te ayudan a
sustentarte económicamente. Cada uno tiene una experiencia distinta cuando pisa
la gran ciudad de Madrid. ¿Cómo fueron esos primeros tiempos?
I.O. Era la primera vez que me iba de casa
y Madrid me atrapó desde el primer momento, con los estímulos a mil y muy
receptiva. Como disponía de poco dinero me puse a vivir en una pensión donde
compartía habitación con tres chicas más que estudiaban desechos sociales. Pero
la experiencia fue alucinante porque estaba en pleno laboratorio, mi
creatividad a veces me lleva al límite y a vivir este tipo de cosas. De hecho
vinieron mis padres y se asustaron al verme en esa situación, me sacaron
de ahí y me dejé. Ya había investigado lo suficiente y me apetecía algo más
cool. Fueron también años muy duros porque estaba intentando abrirme camino, combinando
mi carrera artística con todo tipo de trabajos nada creativos y algunos un
tanto desagradables.
J.S. El microteatro es al teatro como el relato
corto es a la literatura. Pequeñas obras donde de forma breve se expone una
historia. ¿Qué dificultad añadida, si es que la has visto alguna vez, tiene
representar microteatro frente a una obra de teatro en sí?
I.O. El microteatro
es como impresiones, una experiencia corta que no te da tiempo a casi nada. En
cambio en una obra de larga duración hay un mayor recorrido donde te permite
exponer un universo y ofrecer un viaje al espectador.
J.S.
Has intervenido en series de televisión como: Policías, Periodistas, Negocis de
familia… ¿Qué supuso ese paso por la televisión?
I.O. Un primer
contacto con el medio y por lo tanto tablas. También me puso los pies en la
tierra, pues cuando sales de la escuela tienes la profesión muy idealizada,
trabajas textos de los grandes y unos tiempos muy dilatados para el
perfeccionamiento de tu trabajo. Pero cuando te enfrentas con un medio como es
la televisión, pierdes un poco el romanticismo por la rapidez y forma de
trabajar que se tiene. Pero a la vez te vuelves más práctica y resolutiva.
J.S. Intervienes
en el cortometraje “Hongos (1999) de Ramón Salazar, como la clienta de la
farmacia. Con sus más de 50 premios, se convierte en el más laureado del año,
hecho que le valdrá a Salazar para acometer el largometraje Piedras (2002)
¿Cómo repercutió en tu trabajo el éxito del cortometraje?
I.O. Viajé con el corto a muchos festivales, hecho
que me permitió hacer un montón de contactos y un conocimiento del medio.
J.S. Pero
como sucede con tantos artistas, no deseas encasillarte en una disciplina y
decides en el 2004 estudiar la carrera integral de guión en la Factoría de
Guión y finalizas en La Escuela Trazos, con los estudios de dirección. ¿Qué
nuevos objetivos se abrieron en esos años?
I.O. A partir de aquí se me abrieron
unas posibilidades creativas que me hacen crecer artísticamente y ser más
completa. Me sentí autorrealizada. A partir de aquí no esperé a nadie y me
embarqué en mis proyectos personales y desde entonces no he parado.
J.S. En
La Escuela Trazos conocerás a Carlota Sayos y desde entonces formaréis pareja
artística. En el 2010 os embarcáis en el largometraje “Desencuentros” que
codirigís y escribís las dos, además de reservarte tú el personaje de Rebeca.
¿Qué supuso todo ese trabajo y responsabilidad en un primer largometraje?
I.O. Fue emocionante
pero a la vez tenía un poco de miedo. Acababa de salir de la escuela de
dirección y plantarte a dirigir un largo con todo un equipo esperando a que le
digas lo que tiene que hacer, es una responsabilidad máxima que debido a mi
inexperiencia en la dirección me asustaba un poco, porque al principio no
sabía qué hacer. Pero al terminar el rodaje ya iba como pez en el agua.
J.S. Al año siguiente, 2011 escribís y
codirigís un documental para la cooperación española: “365 días” para
Guatemala. ¿Qué nos puedes hablar del documental como experiencia?
I.O. Rodar en un
país del tercer mundo como es Guatemala, te da una visión de la humanidad que
te haces plantear las cosas más precarias. Fue una montaña rusa de emociones
donde sin duda alguna me dio una visión más amplia cultural y humana.
J.S. Y ese mismo año acometéis un nuevo
largometraje, esta vez experimental al cual tituláis “Muñecas” Tras el
largometraje os surge la idea de la serie web “Muñecas” ¿Cómo reaccionó el
público ante este proyecto cinematográfico?
I.O. Fue algo muy experimental. Nunca tuvimos
ninguna pretensión porque no teníamos medios. El largo no lo presentamos en
ningún sitio porque no era un trabajo redondo por carencia de equipo. Nos quedó
un experimento interesante que nos sirvió de trampolín para la serie y que
nunca se mostró más allá de nuestro círculo de amigos.
J.S. Gracias a vosotras he tenido la suerte de disfrutar de
los primeros capítulos de la Serie “Muñecas” Debo decir en su defensa que es
adictiva. La sobriedad y elegancia con que está dirigida me sorprendió, al
igual que la naturalidad de todos los personajes. Prácticamente un único
decorado nos envuelve para conocer las opiniones y personalidades de los
protagonistas, y no desvelo más… ¿Cómo están acogiendo los
internautas esta serie?
I.O. La acogida desde su inicio ha sido
espectacular. Nos llegan comentarios, halagos y demandas de nuevos capítulos
constantemente. Es sorprendente y muy estimulante para seguir con más
fuerza e ilusión si cabe.
J.S. ¿Qué les espera a los espectadores en las próximas
entregas?
I.O. Muchas sorpresas, una mayor profundidad de los personajes y más
sexo.
J.S. Pero como he
dicho antes, Inma es de esas mujeres inquietas que la gusta aprender y
experimentar, además de su vida artística desea estar en comunión con su vida
personal y para ello se ha sumergido en las terapias alternativas. Son algunos
los artistas con los que me he encontrado y que parte de ellos irán desfilando
también por este blog, que viven y disfrutan de esas terapias alternativas.
¿Qué te ha ofrecido a ti practicar algunas de estas terapias como: Reiki, Meditación, Glándula
pineal, Tantra…?
I.O. Un mayor conocimiento del ser humano que a la
hora de crear me aporta una mayor dimensión. Este conocimiento ha hecho no solo
evolucionar en lo personal, sino que me ha llevado a la fusión entre mi arte y
mi persona siendo la misma cosa. Y por supuesto a una mayor y verdadera
felicidad.
J.S. Llega la última pregunta y un clásico en el blog –
sonrisas - ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y no he hecho.
I.O. ¿Cuál es mi mayor deseo?
Pienso que todo está
dentro de nosotr@s y alcanzar la felicidad desde mi interior sin la
necesidad de agentes externos es mi mayor deseo ¡Qué liberación!
P.D. Como muchos saben, el pasado domingo día 28 de Septiembre, Junto a la directora de la serie "Muñecas" asistió a los premios del Festival Web Series en Roma, donde la serie había sido nominada y finalista. Al final no se trajeron el trofeo para España, pero la experiencia mereció la pena.
