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martes, 23 de septiembre de 2014

LLEGÓ EL OTOÑO 2014


Despido un año más a mi estación predilecta, el verano, y doy la bienvenida al otoño, que este año ha llamado a nuestras puertas hoy martes 23 de septiembre a la 4h 29m hora oficial peninsular, por supuesto, una hora menos en  las Islas  Canarias. Tendrá una duración de 89 días y 20 horas, finalizando el 21 de diciembre.

Nos enfrentamos un año más a esa época de transición, de un descanso relativo, y más aparente que real, sobretodo  provocado por la tranquilidad en la Naturaleza, que a medida que transcurre nos irá ofreciendo una gran gama de colores llamativos e inolvidables. Caminando entre parques y bosques, disfrutaremos también de un olor muy característico, que desprende la tierra.

Su nombre, para aquellos que no lo saben, proviene del dios egipcio Atum, que simbolizaba el sol que se oculta en la tierra.

Cuando llega esta estación, al igual que me suele pasar a mí, es común que muchas personas padezcamos lo que ha llegado a denominarse depresión otoñal, la cual se caracteriza porque el individuo, durante algunos días, se va a sentir abatido y triste. La causa principal es el cambio de horario, de temperatura y a la disminución de luz solar, por eso es muy importante aumentar nuestras defensas, ya que vamos a sentir cambios en nuestro ritmo biológico, provocándonos mayor necesidad de comer, de dormir y un cansancio más generalizado, resultándonos en ocasiones complicado realizar nuestras actividades cotidianas.

Para que el otoño no resulte tan desalentador, la psicóloga Sara Ferro Martínez, nos aconseja que adaptemos nuestra actividad, si nos lo podemos permitir, a la energía de la que disponemos, o lo que es lo mismo, centra el mayor número de actividades en las primeras horas del día y dejar las más livianas para las últimas horas de la tarde. Pensar actividades que nos sean agradables y que a su vez nos aporten descanso, como es el leer, ver películas, mantener conversaciones con nuestros seres queridos en lugares confortables…  Potenciar la mirada interior, dedicando unos minutos al día a pensar qué cosas de mi vida valoro como cálidas y cómo puedo introducir más calidez en mi vida. Añadir color con pequeños detalles, los días al ser más cortos y debido al mal tiempo, nos provoca sensaciones de oscuridad constante que podemos combatir con pequeños toques de color, en la ropa (camisa, blusa, corbatas, pañuelos de cuello), en los utensilios diarios (taza de desayuno) Y por último buscar actividades que sean únicas del otoño. Por ejemplo, realizar rutas por montes y  campos para disfrutar de los cambios de la estación, tomar un chocolate con churros o degustar  unas castañas asadas mientras se recorre la ciudad.

Sea como sea, que este otoño nos depare a todos momentos felices. Bienvenido Otoño.