Durante mis 53 años de vida, he tenido que lidiar con muchas situaciones, algunas de ellas
verdaderamente dolorosas, otras frustrantes por no entenderlas en su momento. Las hubo desconcertantes y aquellas en las cuales las sombras no
me dejaban ver con claridad; pero posiblemente la más desesperante, por no saber cómo
enfrentarme a ella, ha sido el maldito tabaco. Esta droga autorizada por la que cada año enferma más gente y mueren más de lo que pensamos.
Es bien cierto que
contar con el apoyo, el respaldo de alguien que ha vivido una situación
determinada es importante, pero no imprescindible. Lo digo con conocimiento de
causa, pues durante todos mis años de fumador, muchas han sido las
personas que me decían que debía dejar de fumar, lo malo que era el consumo de
cada cigarrillo y lo perjudicial que podía ser para mi organismo, y nunca
las hice caso. Comprendía lo que me decían, pero no estaba dispuesto a llevarlo
a cabo debido a la adicción que tenía. Cuando mi organismo me decía enciende un
cigarrillo, no veía más allá, lo encendía sin deparar en las consecuencias de
aquella nueva dosis de veneno que introducía en mi organismo. En mi defensa, creo que ya he dicho, que siempre
o casi siempre fui justo y respeté a los no fumadores, y nunca violé los
espacios donde no se podía fumar, pero muchos no lo hacen.
El ser humano es capaz
de auto engañarse siempre que cree que no va a superar una prueba que el
destino o la vida, le pone en el camino, y por el contario estamos totalmente equivocados,
somos capaces de vencer tantos obstáculos como piedras encontremos en el
sendero de la vida, simplemente tenemos que estar dispuestos a acometer esa
empresa con energía y determinación. Os aseguro que se puede.
Pero el día soñado, el
día tan añorado llegó por fin y soy yo el que hoy sonriendo digo que no, cuando
me ofrecen un cigarrillo y argumento que llevo desde el 3 de enero sin fumar, y
lo hago con ese orgullo de haber vencido a un enemigo invisible, que como un
guerrero sin escrúpulos acometió contra mí durante tantos años, haciéndome
sentir desprotegido ante él, cuando por el contrario tenía las mejores armas:
mi mente, mi fuerza, mi voluntad. Y desde estas últimas líneas os quiero a
todos decir, que si yo he sido capaz de vencer a ese enemigo invisible que nos
mantiene encadenados con los eslabones que forman la nicotina, el alquitrán y
las demás sustancias venenosas, que van destruyendo nuestro ser de muchas
maneras, vosotros también podéis lograrlo. Os lo aseguro. No dudéis, romped la cadena que os mantiene presos, y desechar esa droga. LO ES, NO OS ENGAÑÉIS, ESTÁIS CONSUMIENDO UNA DROGA AUTORIZADA Y MUY PELIGROSA. ENFERMA Y MATA.
Desde estas últimas
líneas me pongo a disposición de todos vosotros, fumadores que habéis pensado
más de una vez en dejarlo, los que sentís que vuestras fuerzas han disminuido,
quienes os agotáis cuando ejercitáis un esfuerzo determinado, cuando en la cama
o al despertaros toséis sin tener catarro… En tantas de esas ocasiones que
sabéis muy bien que es producto del mal vicio que es el tabaco. En lo que esté
en mi mano ayudaros, apoyaros y aconsejaros, lo haré. Escribid un mensaje bajo
esta entrada, todos son privados y si queréis que queden en el anonimato así
será, me dejáis entonces vuestro correo electrónico y os contestaré.
Gracias a todos los que
habéis seguido estas entradas de: El tabaco desde mi experiencia, que habéis sido muchos y por vuestros mensajes a través de las diversas redes sociales en que se publicaba la información de estos textos. A través
de estas semanas he pretendido explicaros de forma sencilla y breve mi
experiencia con este veneno. Desde el primer instante os dije que no deseaba que
fueran textos a modo de auto ayuda, porque creo que cada uno somos capaces de
ayudarnos, cuando sabemos que ha llegado ese instante.
Es muy posible, que promovido por todos los mensajes que me habéis envidado y algunos animándome a desarrollar mi historia y publicarla a modo de libro, lo haga, si fuera así, lo informaré.
Muchas gracias de nuevo y espero y deseo que un día, tú amigo fumador, mires ese cigarrillo que tienes entre tus dedos y digas: TÚ NO ME VA A MATAR, POR TU CULPA NO ENFERMARÉ. Yo he estado en esa delgada línea de padecer una enfermedad mortal, como os comenté la semana pasada, y aún hoy, después de más de cinco meses desde la operación, sigo sufriendo dolores y fuertes molestias, pues dicha operación es muy agresiva para el cuerpo y quedas tocado durante un largo tiempo.
Desde aquí también quiero dar las gracias a todo el equipo médico, desde la primera persona que me detectó el nódulo pulmonar, pasando por el neumólogo y luego todo el equipo de cirugía y personal del hospital FJD. GRACIAS POR SALVARME LA VIDA. Y por supuesto, no me puedo olvidar de todos los que han estado pendiente de mi recuperación. Una vez más, GRACIAS.
Javier Sedano
Septiembre 2014
Es muy posible, que promovido por todos los mensajes que me habéis envidado y algunos animándome a desarrollar mi historia y publicarla a modo de libro, lo haga, si fuera así, lo informaré.
Muchas gracias de nuevo y espero y deseo que un día, tú amigo fumador, mires ese cigarrillo que tienes entre tus dedos y digas: TÚ NO ME VA A MATAR, POR TU CULPA NO ENFERMARÉ. Yo he estado en esa delgada línea de padecer una enfermedad mortal, como os comenté la semana pasada, y aún hoy, después de más de cinco meses desde la operación, sigo sufriendo dolores y fuertes molestias, pues dicha operación es muy agresiva para el cuerpo y quedas tocado durante un largo tiempo.
Desde aquí también quiero dar las gracias a todo el equipo médico, desde la primera persona que me detectó el nódulo pulmonar, pasando por el neumólogo y luego todo el equipo de cirugía y personal del hospital FJD. GRACIAS POR SALVARME LA VIDA. Y por supuesto, no me puedo olvidar de todos los que han estado pendiente de mi recuperación. Una vez más, GRACIAS.
Javier Sedano
Septiembre 2014