Despido un año
más a mi estación predilecta, el verano, y doy la bienvenida al otoño, que este
año ha llamado a nuestras puertas hoy martes 23 de septiembre a la 4h 29m hora
oficial peninsular, por supuesto, una hora menos en las Islas
Canarias. Tendrá una duración de 89 días y 20 horas, finalizando el 21
de diciembre.
Nos enfrentamos
un año más a esa época de transición, de un descanso relativo, y más aparente
que real, sobretodo provocado por la
tranquilidad en la Naturaleza, que a medida que transcurre nos irá ofreciendo
una gran gama de colores llamativos e inolvidables. Caminando entre parques y
bosques, disfrutaremos también de un olor muy característico, que desprende la
tierra.
Su nombre, para
aquellos que no lo saben, proviene del dios egipcio Atum, que simbolizaba el
sol que se oculta en la tierra.
Cuando llega
esta estación, al igual que me suele pasar a mí, es común que muchas personas
padezcamos lo que ha llegado a denominarse depresión otoñal, la cual se
caracteriza porque el individuo, durante algunos días, se va a sentir abatido y
triste. La causa principal es el cambio de horario, de temperatura y a la
disminución de luz solar, por eso es muy importante aumentar nuestras defensas,
ya que vamos a sentir cambios en nuestro ritmo biológico, provocándonos mayor
necesidad de comer, de dormir y un cansancio más generalizado, resultándonos en
ocasiones complicado realizar nuestras actividades cotidianas.
Para que el
otoño no resulte tan desalentador, la psicóloga Sara Ferro Martínez, nos
aconseja que adaptemos nuestra
actividad, si nos lo podemos permitir, a la energía de la que disponemos, o
lo que es lo mismo, centra el mayor número de actividades en las primeras horas
del día y dejar las más livianas para las últimas horas de la tarde. Pensar actividades que nos sean agradables
y que a su vez nos aporten descanso, como es el leer, ver películas,
mantener conversaciones con nuestros seres queridos en lugares
confortables… Potenciar la mirada interior, dedicando unos minutos al día a
pensar qué cosas de mi vida valoro como cálidas y cómo puedo introducir más
calidez en mi vida. Añadir color con
pequeños detalles, los días al ser más cortos y debido al mal tiempo, nos
provoca sensaciones de oscuridad constante que podemos combatir con pequeños
toques de color, en la ropa (camisa, blusa, corbatas, pañuelos de cuello), en
los utensilios diarios (taza de desayuno) Y por último buscar actividades que sean únicas
del otoño. Por ejemplo, realizar rutas por montes y campos para disfrutar de los cambios de la estación,
tomar un chocolate con churros o degustar unas castañas asadas mientras se
recorre la ciudad.
Sea como sea,
que este otoño nos depare a todos momentos felices. Bienvenido Otoño.
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