Decir su nombre,
sinceramente me asquea, me repugna y me hace sentir vergüenza ajena diciendo
que usted es la ministra de salud de este país. (Sí, lo he puesto en
minúsculas, no se merece las mayúsculas mientras esté en ese cargo) Ana Mato,
perdone que no ponga el señora, pero no se lo merece. Usted, y digo usted por
ser educado, no se merece a estas alturas ningún trato, ni siquiera como ser
humano.
Ha
demostrado cobardía, desde el primer momento no queriendo asumir responsabilidades y dar
explicaciones, y cuando ya no tiene otro remedio que salir a una rueda de
prensa, esquiva preguntas o se las pasa a otros de los que tiene en la mesa.
Recuerde que es usted, y sólo usted como ministra quien tiene la obligación de
informar al pueblo español de lo que está sucediendo. ¿Para qué está sino en ese puesto? ¿De adorno?
¿Para cobrar un sueldo indecente destrozando la sanidad de este país como lo
está haciendo día a día con todos sus recortes y demás?
Ha
demostrado ser una incompetente absoluta ante un problema tan serio
como es el de una enfermedad tan grave como el Ébola. Desde el ministerio que usted preside no
pusieron en su momento todos los medios necesarios, pues incluso el Hospital
Carlos III se estaba desmantelando y contaba con el nivel 3 cuando estaba en
pleno funcionamiento y rendimiento, y para una enfermedad como el Ébola se precisaba un nivel 4.
Engañó y
engañaron desde su ministerio no sólo a la población diciendo que
todo estaba bajo control y máxima seguridad para traer al misionero, sino que
no se preparó al personal hospitalario para atender como se debía a dichos pacientes.
Les dieron un curso acelerado de cómo ponerse el traje. Falta de información,
falta de supervisores, falta de actuaciones ante un virus tan letal, y encima
permiten que una enfermera se vaya de vacaciones sin pasar nuevos controles.
Vergüenza absoluta para un ministerio de sanidad.
Se atreven ustedes
a acusar a una auxiliar de enfermería de coger el virus por
haber confesado que se tocó un ojo. Perdone Ana Mato, eso no hubiera sucedido si ustedes hubieran
preparado a todo el personal, si ustedes hubieran puesto supervisores y
ayudantes para asistir a quienes tenían que atender a los enfermos, comprobar
si llevaban bien puesto el traje o no, y
asegurarse cómo se lo quitaban y se desinfectaban. Pero no, ustedes no
hacen nada de eso. ¿Dónde queda el protocolo del que tanto han presumido y el
personal cualificado para enseñar a todo el personal? Y ante una negligencia de
este calibre responsabilidad de su ministerio, se intentan lavar las manos
responsabilizando y culpando a una auxiliar de enfermería, ante la que tendrían
que descubrirse por su ejemplo de solidaridad sabiendo que además se presentó
como voluntaria. ¿No se les cae la cara de vergüenza? No, no porque la mayoría
de ustedes tienen la cara muy dura, pero mucho, más de lo que jamás nadie pensó
que podría tener un ser humano de descaro ante toda la sociedad. ¿Qué clase de
personas son ustedes? ¿Corre una gota de
sangre humana por sus venas? Impresentables es la palabra que se me ocurre para
los responsables que desde su ministerio tenían el cometido en este asunto y
protocolo, y en particular para la máxima autoridad de dicho ministerio, que es usted.
Excalibur una
nueva víctima, y aunque muchos dicen que la sociedad se ha
preocupado demasiado por la vida de este perro, es en realidad otra víctima de
su poca visión y poca inteligencia, sí, poca inteligencia, porque algunos
científicos pedían a gritos que no se sacrificara a dicho perro porque podría ser un
camino para investigar sobre el
virus, si es que lo hubiera contraído. Y me vuelvo a repetir: si lo hubiera contraído. Porque no se
ha comprobado que tuviera el virus, pero han preferido matarlo sin ningún
escrúpulo. ¿Cómo llamamos a este acto?
Falta de
humanidad por parte de todos ustedes, porque si un ministerio debe
demostrar más humanidad y humildad que el resto, es el ministerio de sanidad y
ustedes, o la gran mayoría de ustedes, no lo han probado hasta el momento y me
explico:
1.- No han presentado
un plan a la ciudadanía de cómo deben actuar
para protegerse ante el virus letal. ¿Qué es lo que se debe de hacer o no en
cuanto al cuidado y la higiene personal? ¿Cuáles son los síntomas más
importantes que una persona sufre cuando lo está incubando y cómo acudir a un
hospital? ¿Cuál es el foco infeccioso que existe actualmente en Madrid? ¿Qué
medidas debemos tomar los ciudadanos para evitar el contagio? Han dado cuatro
explicaciones rápidas, por encima y nada más. Falta de información sanitaria. Dato muy grave a tener en cuenta
por parte de un gobierno y un ministerio ante una crisis con un virus mortal en
una gran ciudad como es Madrid, y cuando se les pide más explicaciones
contestan, con que eso es información interna de su ministerio. Han tenido que ser algunos periodistas los que han buscado información para los ciudadanos, quienes han entrevistado a especialistas en el tema... Ustedes nada, se ocultan, se esconden, no dan la cara.
2.- Culpan a
inocentes antes sus fallos y tenemos que
escuchar palabras por parte del consejero de sanidad de la comunidad de Madrid
Javier Rodríguez, que insiste en que la enfermera ocultaba información y en sus
palabras dice “… No hace falta hacer un máster para ponerse un traje. Pero unos
tienen mayor capacidad de aprendizaje que otros” Estoy de acuerdo que unas personas aprenden
más rápidamente que otras, por lo tanto,
la responsabilidades que tienen ustedes, es de que el personal que va a
estar en contacto con el virus y con los enfermos, esté totalmente capacitado
para dicho trabajo y eso, es responsabilidad de
ustedes, de nadie más. Ante la pregunta si va a dimitir o no, tiene el
atrevimiento, la osadía, la desvergüenza, la prepotencia y arrogancia de decir
“Si tengo que dimitir, dimitiría… Yo llegué a la política comido… Afortunadamente
tengo la vida resuelta” Usted tiene mucha cara dura, luego sale y dice que: No dimito. Es curioso que incluso
siendo recriminado por todos los partidos políticos, sindicatos e incluso
miembros de su propio partido y la ciudadanía al completo, se agarra como una
lapa a su cargo.
Claro que usted
está bien comido, solo hay que verle.
Claro que tiene
la vida resuelta porque además de su profesión de médico se está llevando una
buena tajada como consejero de sanidad, sabedor, como se ha demostrado, de que
incumplieron parte del protocolo para traer a los enfermos de Ébola a nuestra
ciudad, engañando a toda la ciudadanía y exponiéndola a un virus mortal.
3.- Y para
terminar, no sólo se han saltado protocolos. Han mentido a los ciudadanos. No
han explicado el cómo protegernos ante tal enfermedad y los riesgos que
corremos los madrileños y en consecuencia todos los españoles. Se han pasado ustedes la pelota los unos a los otros
para no asumir las responsabilidades ante el descalabro organizado. Y encima nadie ha dicho la palabra que
cualquiera en una crisis y solo por dignidad, hubiera pronunciado: DIMITO. No, están muy bien
agarrados a sus sillones y llenando sus bolsillos.
Pena de país que
esté en manos de personas como ustedes y de un presidente que aún no ha dado la
cara como debiera haber hecho, pero a eso ya estamos acostumbrados.
Para ustedes
nosotros no somos nada más que números para obtener un voto y volver a salir
reelegidos. Espero, deseo, sueño, que el pueblo español sea lo suficientemente
inteligente de no volver a votarles en la vida.
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