MADAME HYDE: CRÍTICA DE CINE

Madame Hyde, una coproducción entre Francia y Bélgica, dirigida y escrita por Serge Bozon, basándose en la novela de Robert Louis Stevenson. Profesora Géquil de día, Madame Hyde de noche.

         Marie Géquil (Isabelle Huppert) es profesora de física en un instituto de los suburbios de París. Debido a su personalidad y manera de enseñar, no es respetada ni por sus alumnos ni por el propio profesorado. Su marido es un auténtico amo de casa y orgulloso de sus funciones en el hogar, Pierre Géquil (José García), el único que parece quererla y respetarla.

Una tarde de tormenta, Marie se introduce en su laboratorio y mientras está trabajando, un rayo la alcanza perdiendo el sentido, tras volver en sí, regresa a casa. Al día siguiente se siente llena de energía y vitalidad. Se interesará por todos los alumnos comenzando con clases prácticas, algo que detestaba. Mostrará un interés especial por Malik (Adda Senani), un chico con discapacidad en las piernas, al que enseñará su laboratorio y le permitirá trabajar en él, aunque ella no esté. Pero en el cuerpo de Marie, Madame Hyde cada día está más presente, siendo más poderosa y decidida. ¿Qué sucederá?

Un trabajo extrañamente inquietante, entre el drama y la comedia, según las situaciones que vivirá su protagonista, encarándose a sus dos personalidades. Un ejercicio interpretativo, para lucimiento de su actriz principal,  Isabelle Huppert, que no desaprovecha al colocarse en la piel de  un personaje que provoca rechazo y lástima por igual. Isabel está simplemente radiante, cargando con todo el peso de una obra muy personal, como nos tiene acostumbrados su director.

Un filme que muestra una sociedad inusual. El hombre como amo de casa y orgulloso de serlo, mientras la mujer trabaja. El hombre preocupado del bienestar de su esposa, mientras ella infravalora el trabajo que realiza en el hogar. Director de un instituto al que no le importa mostrarse como un auténtico patán u observar una reunión de profesores con ideas de métodos de enseñanza creados a su imagen; hasta llegar a excentricidades como ver a dos mellizas sentadas juntas en el mismo pupitre y hablar a la vez, ver convertirse a Marie, en mujer fuego por las noches o lograr que nos rindamos ante una curiosa clase de física, sobre la interacción entre los genes y el entorno, con motivo de la altura del individuo. Una obra no exenta de lo cultural y pedagógico, entre ese humor tan personal.

Un delirio absoluto por parte de Serge Bozon, jugando al despiste entre realidad y ficción, dando alas a su protagonista para sacarla del tedio diario, en una ciudad donde  parece que nunca pasa nada, y mientras todo transcurre, nos atrapa en la butaca, ante lo insólito de su narración no solo escrita sino visual y auditiva, ejemplo de la fotografía de Céline Bozon y sus colores tan intensos, mientras se refugia en la banda sonora de Benjamín Esdraffo, provocando sensaciones encontradas.

Bozon crea un "ritual" social con ciudadanos singulares que deambulan por la ciudad, dotando de misterio al personaje del que siempre se han burlado. Profesora Géquil  contra Madame Hyde.

Mi nota es: 7

ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre

REPARTO: Isabelle Huppert, José García, Romain Duris, Pierre León, Guillaume Verdier, Patricia Barzyk, Jamel Barbouche, Roxane Arnal, Nassim Amaouche, François Négret, Charlotte Vëry, Karole Rocher y Tidiane Traoré.

PRODUCTORA: Les Films Pelléas/ Cine+/ Frakas Productions/ Cinémage 11/ StudioCanal – Canal+/ Arte France/ Haut et Court Distribution/ Auvergne Rhöne-Alpes Cinéma/ arte France Cinéma/ Région lle-de-france/ Indéfilms5/ Soficinéma 13/ Région Auvergne-Rhöne-Alpes/ CNC/ Casa Kafka Pictures/ Le Tax Shelter du Gouvernem. 

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Capricci Cine Distribución.

EL CAPITÁN: CRÍTICA DE CINE

          La coproducción entre Alemania, Francia y Polonia, El Capitán, cuenta con guion y dirección de Robert Schwentke, en un episodio poco o nada conocido de la II Guerra Mundial.

     Perversamente elegante, dramáticamente impactante.

          Estamos en los últimos días de la II Guerra Mundial. Herold (Max Hubacher) es un soldado alemán, desertor, hambriento y desesperado. En su fuga se encuentra con un coche en una cuneta, en cuyo interior hallará una gran maleta con documentación, uniforme de capitán y algunos objetos personales. Se viste y se pavonea como si fuera un auténtico capitán nazi,  en la soledad de la naturaleza que le rodea.  

          Hasta él llegará otro soldado desertor de nombre Freytag (Milan Peschel) que le confunde con un capitán de verdad, se ofrece quedarse con él y viajar juntos en el coche oficial. Por el camino otros desertores se irán incorporando al grupo.

          Un hecho real, que al menos quien os escribe, desconocía totalmente de esa II Guerra Mundial, donde acontecimientos diversos y poco conocidos, se están poniendo de moda en la gran pantalla; y sinceramente, si no avisaran que sucedió realmente, me hubiera tomado el filme como una comedia con un humor negro llevado al extremo; pero al tener conocimiento de que fue auténtico, lo que me provoca es irritación, rabia, impotencia y el pensar una vez más, como algunos de aquellos soldados alemanes y militares nazis en general, podían tener el cerebro tan podrido, el alma tan negra y provocar hechos tan impensables. Hemos visto mucho y  para el genocidio no existe palabra en el diccionario.

          El acontecimiento que nos narra con gran acierto Robert Schwentke, tiene como protagonista a un soldado que con tan solo 19 años, se podría entender que desertara del ejército, pero lo que es inconcebible, es su sangre fría, su demencia y el asesino en potencia que en su mente se escondía.

          Un filme que atrapa, que te sumerge en la historia, que te hace pensar, que hiere tu alma, que golpea tu cerebro, que te mantiene pegado a la butaca. Todo desde la honestidad, desde la verdad, desde la naturalidad y lo peor de todo, mientras uno se queda viendo los títulos de crédito, comprender que todavía  el ser humano deja aun mucho que desear. Logra contagiar la crítica social y política, que aún se vive en muchos países.

          Correcto el montaje a cargo de Michal Czarnecki, la acertada  escenografía de Heino Herrenbrück, la mágica, bellísima e impactante fotografía en blanco y negro de la mano de Florian Bellahaus, la compañera incondicional de la banda sonora de Martin Todsharow y por supuesto, tenemos que hablar del elenco actoral, cuyo casting una vez más, se merece una gran nota, pues cada uno brilla con luz propia, en sus papeles; por eso esta vez,  no me voy a pronunciar por ninguna interpretación en especial.

          Mi nota es: 8,5

          ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre

          REPARTO: Max Hubacher, Milan Peschel, Frederick Lau, Bernd Hölscher, Waldemar Kobus, Alexander Fehling y Samuel Finzi

          PRODUCTORA: Filmagalerie 451/ Alfama Films/ Opus Films.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Karma Films.

THE RIDER: CRÍTICA DE CINE

The Rider, cuenta con guion y dirección de Chloé Zhao, basándose en una historia real del propio Brady Jandreau.

Brady Blackburn (Brady Jandreau) vive en South Dakota, en la reserva de Pine Ridge,  junto a su padre Wayne Blackburn (Tim Jandreau) y su hermana discapacitada Lilly Blackburn (Lilly Jandreau). Ha sufrido un grave accidente en la cabeza que le imposibilita volver a su vida, los rodeos.     

Tras salir del hospital buscará la manera de retomar  su oficio, aunque lo máximo que puede hacer es entrenar a los caballos que le encargan. Pero su vida es el rodeo, es lo único que sabe hacer, desde que su padre lo llevó por primera vez, uno.

Un filme basado en hechos reales y donde los propios protagonistas del drama, se interpretan a sí mismos, en un gran acierto por parte de la directora Chloé Zhao, quien conoció al protagonista, del que sería su segundo largometraje tras “canciones que mis hermanos me enseñaron” 2015, en la reserva de Pine Ridge. Le intrigó la conexión tan especial que mantenía con los caballos y la forma en que los entrenaba y tras conocerse, Chloé aprendió a montar a caballo, a mover el ganado y las raíces del rodeo. En definitiva, la vida de un vaquero, historia que tras el accidente que sufriría Brady, decidió que fuera la de  él, tras proponérselo.

El Western nos vuelve a visitar a la gran pantalla, pero de nuevo con ese toque moderno dentro de esa Norte América profunda, muy profunda. Un filme de superación intentando enfrentarse a la vida, fuera de su círculo. Un círculo cuyo mundo han sido los caballos o los toros. De los montadores de broncos o jinetes de toros, como ellos lo llaman.

Una historia triste, donde el trabajo escasea, las deudas se amontonan y  el dolor persiste. El emprender la búsqueda de  un futuro, tras perder su presente, el refugiarse en su hermana, que le adora y quien con su deficiencia mental, dará más de una respuesta a su hermano. La frustración de no poder hacer aquello para lo que nació, los encuentros con su mejor amigo, su hermano, como le gusta llamar a Lane Scott, jinete de toros y que se quedó parapléjico tras un accidente.

 Si el Oeste americano tuviera un corazón emocional como el humano, se encogería ante esta historia tan bien dirigida, emotiva y desgarradora. Exponiendo toda la belleza de sus grandes llanuras, sus  colinas y los cañones, que entre otros, presenta el  extenso y duro estado de Dakota del Sur. Un filme que por instantes, juega con una narración al más puro estilo de documental de ficción y por la naturalidad que ante nuestros ojos, desfilan los fotogramas. Todo tiene su tiempo, no hay prisa por contar lo que nos está narrando con tanta delicadeza y se agradece.  Una historia que se enriquece con la magnífica fotografía de Joshua James Richards, en la cual, en ocasiones, las imágenes silencian a las palabras, por importantes que estas sean.

La familia Jandreau, está impresionante interpretándose a ellos mismos, tan contenidos y creíbles. Pero me voy a quedar con ese emotivo, soñador, romántico de la tierra que pisa y amante de los caballos que cabalga, Brady Jandreau y quien me robó en parte el alma, su hermana Lilly. No es de extrañar, que cuando él está junto a ella, se perciba tanta paz.

“Sabes, Lilly, creo que Dios nos da un propósito a cada uno de nosotros. Para el caballo, es correr por las praderas, para un vaquero, es montar”

Mi nota es: 9

ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre

REPARTO: Brady Jandreau, Tim Jandreau, Lilly Jandreau, Cat Clifford, Terri Dawn Pourier, Lane Scott, Tanner Langdeau, James Calhoon, Derrick Janis.

PRODUCTORA: Caviar Films/ Highwayman Films

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Caramel Films España

EL ESCÁNDALO TED KENNEDY: CRÍTICA DE CINE

El escándalo Ted Kennedy, está dirigida por John Curran y cuenta con guion de Taylor Allen y Andrew Logan. Una revisión de la caída política del último de los Kenned, que no llegó a alcanzar la presidencia.

Es el año 1969 y Edward Moore  “Ted” Kennedy  (Jason Clarke) asiste a una fiesta privada en Lawrence Cottage, una casa situada en la isla de Chappaquiddick, uno de los lugares favoritos de la familia Kennedy.  La celebración es en honor a las Boiler Room Girls. Seis jovenes que habían participado activamente en la campaña a la presidencia de Robert F. Kennedy.

La fiesta en cuestión, un año después de la muerte de Bobby, fue para agradecerles su trabajo y lealtad, a la familia. Entre esas chicas estaba Mary Jo Kopechne (Kate Mara), que en la noche del 18 de julio, abandonó la fiesta junto a Ted Kennedy. Aun bajo los efectos del alcohol, él decidió conducir. En un descuido, al cruzar un puente, el coche cayó al lago. Kennedy logró salir nadando, pero tras estar a salvo, poco hizo para intentar sacar a la chica.

Se han cumplido 49 años de aquel fatídico accidente y de quien por su causa, nunca alcanzó la presidencia. Un senador con un apellido que en la década de los 60 e incluso hoy en día, se sigue asociando a la historia norteamericana, “Kennedy”. Seguramente muchos recordaréis la fantástica película del chileno Pablo Larraín, sobre la figura de Jacqueline Kennedy,  “JACKIE”, el pasado año, centrada en  los días que precedieron al asesinato de su marido JFK. Ahora es John Curran quien vuelve a sacar a la luz a otro de sus miembros, concretamente al tercero de los hermanos y a un escándalo que se encubrió en parte, se maquilló más de lo debido y se desvió la atención de los ciudadanos con otro acontecimiento tan importante como la llegada del hombre a la luna con el Apolo 11, que había despegado dos días antes.

John Curran ha tardado en ponerse detrás de las cámaras cinco años, desde que en 2013 presentara otro hecho real con “Tracks”. Sin duda, la espera ha merecido la pena, pues con el escándalo Ted Kennedy, logra sus objetivos: Muestra una visión de la caída en la política del más joven de la saga, bajo la mirada atenta de sus personajes, consiguiendo entretener al espectador.

Bien podríamos decir que el éxito del filme se  debe por una parte a  los aspectos técnicos, donde la cuidada fotografía, en momentos determinados, muestra y “habla” más que las palabras pronunciadas, en un excelente trabajo de la mano de Maryse Alberti. La banda sonora de Adam Wiltzie, equilibra los instantes de tensión y emocionales. El fabuloso montaje y metraje, una vez más de agradecer, para que la obra no decaiga. La ambientación y puesta en escena que presenta,  consiguiendo introducirnos en la época y la historia, al igual que el guion escrito por Taylor Allen y Andrew Logan. Diálogos inteligentes, elegantes y sobre todo, sutilmente incisivos.

La dirección y las interpretaciones tienen un punto y aparte. Curran sabe que tiene entre manos un material importante y jugoso y por nada desea que pierda intensidad, por lo que dota a cada plano, a cada escena, a cada instante, del drama o del humor negro que precisa, presentando la vida cotidiana de sus personajes o de la política que encierran. De lo humano y de las intrigas. Todo en un ajustado equilibrio.

En cuanto a las interpretaciones, sin la menor duda, voy a destacar a un impecable y sobresaliente Jason Clarke, ofreciendo la credibilidad absoluta con cada movimiento, gesto y palabra, logrando con ello  que le sigamos en cada paso que da, con el deseo de que nos ofrezca más y lo hace. Un detalle a tener en cuenta es con la facilidad que le da voz al resto de sus compañeros, por supuesto, sin mermar valor a la dirección actoral. Cuando veáis la película, sabréis a que me estoy refiriendo. Nada que objetar al  resto del elenco, están correctísimos en sus personajes.

         Mi nota es: 8,5

ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre

REPARTO: Jason Clarke, Kate Mara, Bruce Dern, Ed Helms, Jim Gaffigan, Taylor Nichols, John Fiore, Andria Blackman, Lexie Roth, Tamara Hickey, David De Beck, Damien Di Paola, Matthew Lawler, Beth Petrou, Victor Warren.

PRODUCTORA: Apex Entertainment.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente/Films.

LA APARICIÓN: CRÍTICA DE CINE

La aparición, está dirigida y escrita por Xavier Giannoli. Verdades y misterios que rodean a  la aparición de la Virgen en un pueblecito francés. Ven, observa, escucha y saca tus propias conclusiones, esa es la apuesta de Xavier.

          Jacques (Vincent Lindon) regresa a casa tras una misión como reportero de un periódico francés, misión en la cual su  mejor amigo ha muerto. El impacto de dicho fallecimiento le mantiene aislado del trabajo, cuestionándose el sentido de la vida.  

Un día recibe una misteriosa llamada telefónica desde el Vaticano. Requieren su presencia como periodista en una comisión de investigación canónica, que se va a efectuar con motivo  de una supuesta aparición de la Virgen María, en una pequeña ciudad al sureste de Francia. La protagonista es una joven de 18 años, Anna (Galatéa Bellugi) que afirma haberla visto. El rumor de la aparición, como suele suceder en estos casos, se extiende rápidamente hasta el punto que miles de peregrinos acuden al lugar de los hechos. La Iglesia quiere descubrir la verdad y Jacques se interesará por la historia que de entrada les cuenta Anna. ¿Es real la aparición? ¿Qué misterios rodean el acontecimiento para realizar dicha investigación?         Para mi sorpresa, tras ver este año algunos filmes argumentales y otros documentales sobre temas religiosos más o menos interesantes, me acomodé en la butaca para esperar una nueva entrega, deseando al menos que fuera original. Pues sí. No solo es original el planteamiento, sino que Giannoli astutamente nos hace partícipes de esa comisión de investigación, para que saquemos nuestras propias conclusiones y no, no os llaméis a engaño, a Xavier le gusta saber y para ello crea este juego de suspense narrativo entre las creencias y el ateísmo, apostando por el raciocinio. Él no inclina la balanza hacia ninguna de las posturas, tienes que hacerlo tú.

      La aparición cuenta con un montaje ágil y un excelente guion, con los giros suficientes y los diálogos precisos, para que el espectador se olvide de que está viendo una película de carácter religioso y se centre en descubrir la verdad que rodea a la dulce y delicada Anna, y la misteriosa aparición que afirma haber visto. Una correctísima interpretación de Galatéa Bellugi, enfrentada a un periodista que no pasa por sus mejores momentos emocionales, tras la muerte de su mejor amigo y que aun confesando que cree que existe algo, no se considera creyente. Excepcional interpretación de Vincent Lindon. Los momentos en que ambos actores coinciden, son lo mejor del filme.

     El debate  queda abierto y  servido entre las verdades y mentiras de la iglesia católica con respecto a las apariciones de la Virgen. Las aceptadas como reales como en el caso de Fátima entre otras,  hasta las rechazadas como sucedió en (Garabandal), se muestran a modo de documento en la propia película.  

          Un filme que roza el thriller de suspense e invita a la reflexión.

          Mi nota es: 7,5

          ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre

          REPARTO: Vincent Lindon, Galatéa Bellugi, Patrick D´Assumçao, Anatole Taubman, Aurore Broutin, Geoffroy De La Taille, Axelle Simon, Sandrine Ferraro.

          PRODUCTORA: Curiosa Films/ Imaginarium Films.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: VerCine.

MATAR A DIOS: CRÍTICA DE CINE

          Matar a Dios de los directores y guionistas catalanes, Caye Casas y Albert Pintó, en su ópera prima nos someten a un extraño ejercicio, que sólo el espectador, podrá juzgar.

          Carlos (Eduardo Antuña) y su mujer Ana (Itziar Castro) invitan a cenar al hermano (David Pareja (II)) y el padre (Boris Ruiz) de Carlos, el día de Noche Vieja, en un caserón apartado en el bosque. La cena, una cena humilde, como la que se prepara un día de diario, se desarrolla con normalidad, entre conversaciones familiares.

          En el silencio del hogar escuchan el sonido de la cisterna del baño que proviene de la parte superior. Los cuatro se alarman, descubriendo a un vagabundo de baja estatura, poco aseado y con ropajes viejos, quien se unirá a la celebración. En un momento determinado les anuncia que es Dios y que  esa noche será el fin del mundo. Se miran entre ellos incrédulos ante lo escuchado, será entonces cuando el anciano, les hará una extraña demostración, en la cual, además, les informa que solo dos humanos sobrevivirán. En medio de la confusión les propone un macabro juego, ellos son los elegidos para decidir quiénes en todo el Planeta sobrevivirán, bien entre los que allí se encuentran sentados o…

          Caye y Albert ofrecen a la gran pantalla, una comedia surrealista con un humor muy negro. No sé si con toques de terror, de drama, de suspense, de amor, como los dos directores afirman o quizás todo a la vez y nada en concreto. Cuestionable según gustos. Lo que sí está claro es la crítica feroz a la especie humana, bajo ese sarcasmo tan personal y que curiosamente por alguna extraña circunstancia, engancha. El espectador queda expectante hasta donde llegará tal excentricidad, tal extravagancia y locura, no sé si siendo consciente o no, de lo que está viendo. Una rareza que ya nos sorprende en la preparación de la cena de fin de año. No hay mantelería, ni vajilla, ni cubertería de lujo y el menú está compuesto de tortilla de patatas y embutidos.

          Acertadísimo el casting de actores y aún más acertadas las interpretaciones. Itziar, Eduardo, David y Boris, están impresionantes, fantásticos y totalmente creíbles. A mi juicio no hay actores principales ni secundarios en esta pieza cinematográfica, pues los cuatro están a una, como los mosqueteros, en una obra filmada al más puro estilo teatral.

          Lúgubre, oscura, tenebrista, son algunas palabras con las que se podría definir el espacio que habitan los personajes. Una ambientación y puesta en escena muy cuidada, para una historia con toques kafkianos, bajo la mirada atenta del director de fotografía, Miquel Prohens.

          Me quedaré con una frase para el final de esta reseña, la dice en un momento determinado uno de los personajes, refiriéndose a la raza humana:

           “somos una basura, un cáncer para este Planeta”  

          Mi nota es: 6

          ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre

          REPARTO: Itziar Castro, Eduardo Antuña, Boris Ruiz, David Pareja, Emilio Gavira

          PRODUCTORA: Alhena Production

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Festival Films

LOS AMORES COBARDES: CRÍTICA DE CINE

El drama romántico, Los amores cobardes, cuenta con guion y dirección de Carmen Blanco.  

Eva, diseñadora gráfica (Blanca Parés) se toma unas vacaciones de verano, regresando a su ciudad natal y alojándose en el piso que posee. Se encontrará con su madre Clara (Tusti de las Heras) y quien ha sido siempre su mejor amiga, Gema (Anna Coll Miller), pero lo que no espera es reencontrarse con Rubén (Ignacio Montes) un amigo muy especial que un buen día desapareció sin ni siquiera una simple llamada o una explicación.

Estamos ante un nuevo filme femenino, que no es lo mismo que feminista y desde luego que es de agradecer como comienzan a surgir nuevas realizadoras en nuestro país. Hace una semana os presentaba el debut de Arantxa Echevarría y hoy es Carmen Blanco, quien se pone de largo para su ópera prima. Dos historias de amor, muy diferentes entre ellas.

Los amores cobardes, se muestra como una historia de retazos en la vida de una joven, de recuerdos de un pasado con poso triste y un presente en busca de una amistad perdida, de un amor fallido o tal vez, el deseo de respuestas que hace años quedaron sin contestar y siguen golpeando en ese lugar de la mente, donde la amistad y el amor, conviven. Una historia taciturna que acompaña, como si de su propia sombra se tratara, a su protagonista principal entre flashback. Una obra romántica donde aquellos y aquellas que han vivido situaciones similares, comprenden a la perfección.

Carmen Blanco se toma su tiempo, tal vez demasiado para contar esta historia. La falta de ritmo provoca que sus personajes naveguen en una constante monotonía, hasta el final de la misma; además de que para un determinado público, los diálogos rezumen una cierta cursilería. Hoy cuesta entender que esta clase de amores cobardes, resulten creíbles, aunque por supuesto que existen. Quizás el problema radica en sus protagonistas, pues ha creado tres personajes femeninos con personalidades muy diferentes e intensas y por el contrario, al personaje principal masculino parece que le cuesta llevar los pantalones. Caer dos veces en el mismo error, por parte de los dos, no es coherente, más cuando el amor está a favor de ambos.

Hablaba de los personajes femeninos y entre ellos destacaré a su actriz principal, Blanca Parés. Defiende a su personaje entre los miedos, las dudas, el rechazo al sufrimiento y la gran coraza que lleva puesta, creyendo en el amor pero…  y en cuanto a Ignacio Montes, si Carmen pretendía mostrar a un joven atractivo y sexy, pero tan indeciso que te apetece darle un empujón para que despierte, Ignacio lo ha clavado, sin la menor duda.

A tener en cuenta, el bajo presupuesto de la película, esperemos que Carmen con su próximo proyecto, disfrute de una mayor libertad económica.

¿Dónde queda la barrera, si es que existe, entre la amistad y el amor?

Mi nota es: 6,5

ESTRENO en ESPAÑA: 14 de Septiembre

REPARTO: Blanca Parés, Ignacio Montes, Anna Coll Miller, Tusti de las Heras, Agustín Otón y David Mora

PRODUCTORA: Abismo Films.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Con Un Pack