lunes, 17 de septiembre de 2018

MATAR A DIOS: CRÍTICA DE CINE

          Matar a Dios de los directores y guionistas catalanes, Caye Casas y Albert Pintó, en su ópera prima nos someten a un extraño ejercicio, que sólo el espectador, podrá juzgar.

          Carlos (Eduardo Antuña) y su mujer Ana (Itziar Castro) invitan a cenar al hermano (David Pareja (II)) y el padre (Boris Ruiz) de Carlos, el día de Noche Vieja, en un caserón apartado en el bosque. La cena, una cena humilde, como la que se prepara un día de diario, se desarrolla con normalidad, entre conversaciones familiares.

          En el silencio del hogar escuchan el sonido de la cisterna del baño que proviene de la parte superior. Los cuatro se alarman, descubriendo a un vagabundo de baja estatura, poco aseado y con ropajes viejos, quien se unirá a la celebración. En un momento determinado les anuncia que es Dios y que  esa noche será el fin del mundo. Se miran entre ellos incrédulos ante lo escuchado, será entonces cuando el anciano, les hará una extraña demostración, en la cual, además, les informa que solo dos humanos sobrevivirán. En medio de la confusión les propone un macabro juego, ellos son los elegidos para decidir quiénes en todo el Planeta sobrevivirán, bien entre los que allí se encuentran sentados o…

          Caye y Albert ofrecen a la gran pantalla, una comedia surrealista con un humor muy negro. No sé si con toques de terror, de drama, de suspense, de amor, como los dos directores afirman o quizás todo a la vez y nada en concreto. Cuestionable según gustos. Lo que sí está claro es la crítica feroz a la especie humana, bajo ese sarcasmo tan personal y que curiosamente por alguna extraña circunstancia, engancha. El espectador queda expectante hasta donde llegará tal excentricidad, tal extravagancia y locura, no sé si siendo consciente o no, de lo que está viendo. Una rareza que ya nos sorprende en la preparación de la cena de fin de año. No hay mantelería, ni vajilla, ni cubertería de lujo y el menú está compuesto de tortilla de patatas y embutidos.

          Acertadísimo el casting de actores y aún más acertadas las interpretaciones. Itziar, Eduardo, David y Boris, están impresionantes, fantásticos y totalmente creíbles. A mi juicio no hay actores principales ni secundarios en esta pieza cinematográfica, pues los cuatro están a una, como los mosqueteros, en una obra filmada al más puro estilo teatral.

          Lúgubre, oscura, tenebrista, son algunas palabras con las que se podría definir el espacio que habitan los personajes. Una ambientación y puesta en escena muy cuidada, para una historia con toques kafkianos, bajo la mirada atenta del director de fotografía, Miquel Prohens.

          Me quedaré con una frase para el final de esta reseña, la dice en un momento determinado uno de los personajes, refiriéndose a la raza humana:

           “somos una basura, un cáncer para este Planeta”  

          Mi nota es: 6

          ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre

          REPARTO: Itziar Castro, Eduardo Antuña, Boris Ruiz, David Pareja, Emilio Gavira

          PRODUCTORA: Alhena Production

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Festival Films

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