viernes, 21 de septiembre de 2018

EL CAPITÁN: CRÍTICA DE CINE



          La coproducción entre Alemania, Francia y Polonia, El Capitán, cuenta con guion y dirección de Robert Schwentke, en un episodio poco o nada conocido de la II Guerra Mundial.
     Perversamente elegante, dramáticamente impactante.

          Estamos en los últimos días de la II Guerra Mundial. Herold (Max Hubacher) es un soldado alemán, desertor, hambriento y desesperado. En su fuga se encuentra con un coche en una cuneta, en cuyo interior hallará una gran maleta con documentación, uniforme de capitán y algunos objetos personales. Se viste y se pavonea como si fuera un auténtico capitán nazi,  en la soledad de la naturaleza que le rodea.  

          Hasta él llegará otro soldado desertor de nombre Freytag (Milan Peschel) que le confunde con un capitán de verdad, se ofrece quedarse con él y viajar juntos en el coche oficial. Por el camino otros desertores se irán incorporando al grupo.

          Un hecho real, que al menos quien os escribe, desconocía totalmente de esa II Guerra Mundial, donde acontecimientos diversos y poco conocidos, se están poniendo de moda en la gran pantalla; y sinceramente, si no avisaran que sucedió realmente, me hubiera tomado el filme como una comedia con un humor negro llevado al extremo; pero al tener conocimiento de que fue auténtico, lo que me provoca es irritación, rabia, impotencia y el pensar una vez más, como algunos de aquellos soldados alemanes y militares nazis en general, podían tener el cerebro tan podrido, el alma tan negra y provocar hechos tan impensables. Hemos visto mucho y  para el genocidio no existe palabra en el diccionario.

          El acontecimiento que nos narra con gran acierto Robert Schwentke, tiene como protagonista a un soldado que con tan solo 19 años, se podría entender que desertara del ejército, pero lo que es inconcebible, es su sangre fría, su demencia y el asesino en potencia que en su mente se escondía.

          Un filme que atrapa, que te sumerge en la historia, que te hace pensar, que hiere tu alma, que golpea tu cerebro, que te mantiene pegado a la butaca. Todo desde la honestidad, desde la verdad, desde la naturalidad y lo peor de todo, mientras uno se queda viendo los títulos de crédito, comprender que todavía  el ser humano deja aun mucho que desear. Logra contagiar la crítica social y política, que aún se vive en muchos países.

          Correcto el montaje a cargo de Michal Czarnecki, la acertada  escenografía de Heino Herrenbrück, la mágica, bellísima e impactante fotografía en blanco y negro de la mano de Florian Bellahaus, la compañera incondicional de la banda sonora de Martin Todsharow y por supuesto, tenemos que hablar del elenco actoral, cuyo casting una vez más, se merece una gran nota, pues cada uno brilla con luz propia, en sus papeles; por eso esta vez,  no me voy a pronunciar por ninguna interpretación en especial.

          Mi nota es: 8,5

          ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre

          REPARTO: Max Hubacher, Milan Peschel, Frederick Lau, Bernd Hölscher, Waldemar Kobus, Alexander Fehling y Samuel Finzi

          PRODUCTORA: Filmagalerie 451/ Alfama Films/ Opus Films.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Karma Films.

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