La coproducción entre Alemania,
Francia y Polonia, El Capitán,
cuenta con guion y dirección de Robert
Schwentke, en un episodio poco o nada conocido de la II Guerra Mundial.
Perversamente elegante, dramáticamente impactante.
Estamos en los últimos días de la II
Guerra Mundial. Herold (Max Hubacher)
es un soldado alemán, desertor, hambriento y desesperado. En su fuga se
encuentra con un coche en una cuneta, en cuyo interior hallará una gran maleta
con documentación, uniforme de capitán y algunos objetos personales. Se viste y
se pavonea como si fuera un auténtico capitán nazi, en la soledad de la naturaleza que le rodea.
Hasta él llegará otro soldado desertor
de nombre Freytag (Milan Peschel)
que le confunde con un capitán de verdad, se ofrece quedarse con él y viajar juntos
en el coche oficial. Por el camino otros desertores se irán incorporando al
grupo.
Un hecho real, que al menos quien os
escribe, desconocía totalmente de esa II Guerra Mundial, donde acontecimientos
diversos y poco conocidos, se están poniendo de moda en la gran pantalla; y
sinceramente, si no avisaran que sucedió realmente, me hubiera tomado el filme
como una comedia con un humor negro llevado al extremo; pero al tener
conocimiento de que fue auténtico, lo que me provoca es irritación, rabia, impotencia
y el pensar una vez más, como algunos de aquellos soldados alemanes y militares nazis en general, podían tener el cerebro tan podrido, el alma tan negra y provocar hechos tan impensables.
Hemos visto mucho y para el genocidio no
existe palabra en el diccionario.
El acontecimiento que nos narra con
gran acierto Robert Schwentke, tiene como protagonista a un soldado que con tan
solo 19 años, se podría entender que desertara del ejército, pero lo que es
inconcebible, es su sangre fría, su demencia y el asesino en potencia que en su
mente se escondía.
Un filme que atrapa, que te sumerge en
la historia, que te hace pensar, que hiere tu alma, que golpea tu cerebro, que
te mantiene pegado a la butaca. Todo desde la honestidad, desde la verdad,
desde la naturalidad y lo peor de todo, mientras uno se queda viendo los
títulos de crédito, comprender que todavía
el ser humano deja aun mucho que desear. Logra contagiar la crítica social y política, que aún se vive en muchos países.
Correcto el montaje a cargo de Michal Czarnecki, la acertada escenografía de Heino Herrenbrück, la mágica, bellísima e impactante fotografía en
blanco y negro de la mano de Florian
Bellahaus, la compañera incondicional de la banda sonora de Martin Todsharow y por supuesto,
tenemos que hablar del elenco actoral, cuyo casting una vez más, se merece una
gran nota, pues cada uno brilla con luz propia, en sus papeles; por eso esta
vez, no me voy a pronunciar por ninguna interpretación en especial.
ESTRENO en ESPAÑA: 21 de Septiembre
REPARTO: Max Hubacher, Milan Peschel, Frederick Lau, Bernd Hölscher,
Waldemar Kobus, Alexander Fehling y Samuel Finzi
PRODUCTORA:
Filmagalerie 451/ Alfama Films/ Opus Films.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Karma Films.
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