Muchas letras se han vertido estos días, como ya viene ocurriendo años atrás, donde diferentes programas de televisión y radio, periódicos, redes sociales y asociaciones en defensa de los animales, escriben sobre un municipio y una de sus fiestas mayores:
Tordesillas y su toro de la Vega.
La tradición se
remonta a la Edad Media, cuando era costumbre que los nobles celebraran los
casamientos invitando a la gente de más alta cuna realizando torneos de justas
y despeñando a animales (generalmente vacuno) por las lindes del río. Entre
esas costumbres estaba la del torneo
entre un caballero montado y la res más
brava, (repito LA RES MÁS BRAVA), yendo éste nada más que con una lanza para
intentar abatir al animal, si el animal llegaba a cierto límite, no se le perseguiría más, dejándolo
con vida y que formara parte de la manada.
Nada que ver con
lo que hoy en día se vive en ese municipio. Porque si bien esta tradición ha
continuado celebrándose durante las
fiestas de Nuestra Señora la Virgen de la Peña. Hoy en día
de noble ya no tiene nada.
Y la explicación
es muy sencilla:
No existe
tal caballero, sino un grupo exaltados del pueblo, un número de unos
40 lanceros, no uno sino 40 lanceros, más
los que desean añadirse a la fiesta e ir tras el toro para rodearlo. De esta forma, se aseguran de que no saldrá
con vida al llegar al límite fijado,
saltándose ya un punto de la tradición ancestral, pero es que llegando a
ese límite, y protegido por los demás lanceros y el resto del pueblo, la
persona encargada de dar muerte al “bravo toro” le clava su lanza y comienza el
escarnio. Vean el segundo vídeo. No tiene desperdicio. (Tal vez estos vídeos
queden censurados cuando se den cuenta de que han sido colgados aquí, pero están
sacados de YouTube)
En cuando a la
bravura del toro, queda patente también en el primer vídeo. El toro lo que
intenta es escapar, salir del infierno donde lo han metido y no arremete contra
nadie, incluso se escucha en la voz de la chica decir: “Ni siquiera se da la
vuelta” porque es provocado constantemente. NADA DE BRAVO, SINO SUMAMENTE MANSO
Y lo peor. ¿Dónde
queda el valiente caballero montado a caballo? ¿Dónde la persecución del hombre
contra la bestia (Bravo Toro)? ¿Dónde el respeto a la tradición de poder el
animal conseguir su libertad? ¿Qué hay del orgullo entre los hombres que le han
dado muerte de una forma salvaje, violenta y sin escrúpulos? Un vil asesinato,
es la palabra.
Todo es un engaño,
por mucho que se quiera disfrazar de fiesta ancestral. NO SE MANTIENE EL
RESPETO A DICHA FIESTA. Es crueldad y una vergüenza que se mantenga esta fiesta
en pleno siglo XXI con el dinero de los contribuyentes y para deshonra de un
pueblo histórico, por mucho que lo defiendan.
TENEMOS QUE
DEFENDER TODA VIDA Y LA DE UN TORO, ES TAN NOBLE, COMO LA DE CUALQUIER OTRO
ANIMAL.