Hace ya algunos años, conocí por una red social
determinada, a un chico, que con los años se ha ido convirtiendo en un gran
amigo. Siempre lo diré, que junto a él se me pasan las horas volando, porque
siempre hay de qué hablar, y me ha demostrado, que cuando le he necesitado, ha
estado a mi lado.
Se hizo esperar nuestro primer encuentro real, porque
nuestras conversaciones las manteníamos por Skype, y aquella espera no fue
causada por mí, sino por él, ya que siempre encontraba una causa que le impedía
fijar una fecha y una hora, incluso habiendo sido el único que había leído una
de mis obras, que ya dormía en el cajón, como otras tantas: Tras las puertas
del corazón, y que por él, por la energía que me trasmitió con sus palabras de
aliento, mandé en su momento a una editorial, convirtiéndose en mi primera obra
publicada.
Luego llegó el día, que tras insistir, nos conocimos en persona
y desde entonces, han sido muchas las conversaciones que hemos seguido
manteniendo en persona y también por otras redes que ambos utilizamos. Hablamos
siempre de la vida, del amor, de cultura, de sociedad, de política… En fin, hablamos de todo lo que nos
gusta, y eso, al tiempo que hemos decidido encerrar y medir en un reloj, no le debe de
gustar mucho, porque corre más deprisa que si le persiguiese un huracán, cuando estamos juntos, y nos
obliga a posponer nuevas conversaciones para otros días futuros.
Como os decía, la literatura ha sido siempre una de
nuestras debilidades y conversaciones y él se ha convertido, por derecho propio, como me
gusta llamarle “Mi asesor personal” Es el primero que juzga mis trabajos, antes de ser enviados a la editorial, o publicados en otro medio.
Supe
hace algo más de un año, que también estaba escribiendo una novela, su ópera prima, y que la había
dejado un par de veces aparcada, porque le estaba volviendo loco. Le animé, le dije que
no desistiera y tal vez movido por mis palabras y porque también es de esas
personas que no le gusta dejar nada sin resolver, continuó en el empeño. Recientemente la ha terminado.
Ahora está a punto de presentarla a un certamen nacional,
y antes de hacerlo, deseó que yo la leyera, le diera mi sincera opinión, y a la vez la revisara. Hoy he
finalizado su lectura y sólo puedo decir que ha sido un honor disfrutarla en primicia, porque la considero una de las novelas, más poéticas, romántica, misteriosa y cargada
de aventuras, que jamás haya leído. Desde aquí, y como la obra habla de la
vida, de la energía, del universo… a ellos quiero invocar para que gane el
certamen al que se va a presentar, porque esta obra no sólo debe de ser
publicada y leída, sino premiada. Amigo, sabes que estás siempre en mi corazón, y
deseo con todas mis fuerzas que te hagas con el premio y auguro a tu novela, el
mayor de los éxitos. Me ha tenido atrapado desde el minuto cero, hasta el final.
No diré ni el nombre del autor, ni el certamen, ni el título,
porque soy supersticioso para estas cosas, y tampoco haré una crónica de la obra en sí, tan sólo lo que os he contado, porque eso me lo reservo cuando en exclusiva, gane el premio y sea publicada. Lo haré entonces en este blog, con todo el orgullo del mundo. Al igual que la entrevista que le tengo prometida.
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