La coproducción entre Italia, Bélgica y Francia, Las 8 Montañas, está escrita y dirigida por Felix Van Groeningen y Charlotte Vandermeersch, adaptando la novela de Paolo Cognetti. “Un canto a la amistad y a la naturaleza”
Estamos en el verano de 1984. Pietro (Lupo
Barbiero) viaja con sus padres, Giovanni Guasti (Filipo Timi) y su madre Francesca Guasti (Elena Lietti) al Valle de Aosta, en los Alpes occidentales. Un
pueblo con muy pocos habitantes y un solo niño, Bruno (Cristiano Sassella) de la misma edad que Pietro; ambos conectan
desde el primer instante y cada verano irán fortaleciendo sus lazos de amistad.
El destino y la propia vida les va separando, Pietro (Luca Marinelli) se dedicará a viajar por el mundo, en busca de
nuevas experiencias mientras que Bruno (Alessandro
Borghi), se aferrará a la montaña que le ha visto nacer. Pero su amistad
nunca se romperá, pues ambos tienen un lugar de encuentro entre esos
maravillosos picos montañosos, la cabaña que construyeron juntos, como última
voluntad de Giovanni, el padre de Pietro, antes de morir.
El coproductor, guionista y director, Félix
Van Groeninger estudió en la Real
Academia de Bellas Artes (KASK) y se graduó en el 2000 con una Maestría en
Artes Audiovisuales. Para su tesis dirigió el cortometraje “50CC” 2000. Además
de realizar obras teatrales, en el largometraje debutó con “Steve+Sky” 2004 al
que han seguido “Dagen zonder lief”
2007, “De helaasheid der Dinger” 2009,
“Alabama Monroe” 2012, “Bélgica” 2016, “Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo”
2018 y este año junto a su esposa Charlotte
Vandermeersch, nos presenta “Las 8 montañas” 2022. Charlotte se graduó en
2005 en el Instituto Herman Teirlinck en Amberes con una maestría en Arte
Dramático. Como actriz ha tocado los diferentes medios, televisión, cine y
teatro. Ha producido la obra teatral “Le Baiser de la femme araignée” y ahora
debuta en el largometraje como directora, junto a su marido en “Las 8 montañas”
Una maravillosa historia de amistad entre dos jóvenes, que perdurará en el
tiempo hasta llegar a la edad adulta, entre maravillosos entornos naturales rodados
en formato de pantalla 4:3. Un tamaño con el que nos vamos familiarizando en
las salas, pues parece haberse puesto en boga entre ese cine independiente y
como señal inequívoca de narraciones personales e intimistas, que buscan
prescindir de lo superfluo, para adentrarse, con mayor o menor acierto, en el
mundo y la psique de los personajes y con ello, ser testigos de las decisiones
y sus comportamientos, hasta alcanzar a descubrir el yo más recóndito. Este es
el caso de Pietro, un chico de ciudad bien posicionado y Bruno, un joven montañero,
que se conocerán en un lugar idílico como es el Valle de Aosta, a la edad de 12
años. Un punto de partida para una maravillosa historia de amistad sincera,
honesta y real.
Un filme que te invita a acomodarte, a relajarte, a dejarte llevar;
mientras nuestra mente se prepara para viajar, acompañada de la voz en off de Pietro,
de la evocadora banda sonora de Daniel Norgren
y de la impactante fotografía de Ruben Impens,
que a golpe de dron, nos muestra el poder y la belleza de la naturaleza, de esas
montañas imperecederas que parecen vigilarnos y protegernos si somos
merecedores de ello. De un espacio aun virgen, en el cual las prisas no tienen
razón de ser y sí el fusionarse con el entorno que ofrece. Vive, siente, sueña
y tú, amigo cinéfilo, mientras tanto, disfruta de esta sutil narración, que en
ningún momento alterará tú ser.
Las 8 montañas, nos muestra dos formas de vida muy diferentes que convergen en un mismo punto, la casa que construyeron con sus manos, el esfuerzo físico realizado, el amor, el respeto al medio y a la memoria. Una historia de crecimiento personal, de complicidad, de encuentros deseados y desencuentros dolorosos, de conversaciones al abrigo del fuego, de historias de amor que no llegan a fraguar, de la soledad elegida y de sueños, tan presentes como las montañas, acompañado de un agudo análisis sobre las diferencias entre la ciudad y montaña, del mundanal ruido y las prisas frente a la esencia de la vida y la quietud en constante equilibrio.
Este filme, cargado de emociones que navegan entre la alegría, la tristeza y la nostalgia, no hubiera sido posible sin las magníficas interpretaciones de Luca Marinelli y Alessandro Borghi, cuya complicidad en la pantalla, atrapa al espectador en medio de sus conversaciones, silencios, miradas y recuerdos. Una película de las que son difíciles de olvidar aunque cuente con el hándicap de una duración tal vez excesiva, pues con un metraje más ajustado, la obra hubiera resultado redonda. Para finalizar me quedo con un comentario que hace Bruno a los amigos urbanistas de Pietro: “La naturaleza es un concepto urbano, lo que existen son las cosas concretas con sus nombres: La montaña, los pastos, los árboles, el río…” y sin duda, para quienes hemos tenido la gran suerte de nacer y vivir entre la montaña y la ciudad, así es, pero con los años tendemos a simplificarlo todo. Como siempre, la obra contiene mucho más de lo que yo os narro por aquí, pero prefiero que lo descubráis vosotros.
Mi nota es: 9
ESTRENO EN ESPAÑA: 19 de mayo.
REPARTO: Luca Marinelli, Alessandro Borghi, Filippo Timi, Elena Lietti,
Surakshya Panta, Elisabetta Mazzullo, Lupo Barbiero y Cristiano Sassella.
PRODUCTORA: Wildside// Menuet Producties//Rufus//
Pyramide Productions.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Avalon Distribución Audiovisual.