Romain (Milton Riche) se mete unas rayas de una
nueva sustancia en casa de un colega, se despide de él y decide regresar a su
casa, todo colocado, conduciendo el descapotable de alta gama de su padre. Va fumando
y el cigarrillo se le cae de la mano, nervioso busca un lugar para aparcar y
evitar que se queme la tapicería, cuando lo consigue se tumba sobre los
asientos y siente un fuerte golpe en la parte delantera del auto, se incorpora
y ve a una mujer en un estado lamentable. Romain intenta tranquilizarla y opta
por llevarla a un hospital. Durante el trayecto la joven se vuelve más violenta
golpeándose la cabeza de forma repetitiva hasta morir. Romain aterrado llega a
su casa e introduce el coche en el garaje. Se ducha para quitarse la sangre de
la joven, recibe la llamada de su padre que está a punto de regresar de viaje,
se viste con ropa limpia y decide irse de fiesta con unos amigos que han ido a
buscarle. La noche no ha hecho más que empezar, para Romain.
El guionista y
director, David Moreau estudió cine en la École Supérieure de dirección
Audiovisuelle (ESRA), debutó con el largometraje “Ellos” 2006, “El ojo del mal”
2008, “20 años no importan” 2013, “Solos” 2017, “King: Mi pequeño rey” 2022 y
este año nos presenta “Mads” 2024.
Un filme protagonizado
por actores adolescentes, que tras el visionado, bien se podría pensar que el
director busca someternos a un ejercicio en el que las drogas y el alcohol juegan
una mala pasada a las mentes de los jóvenes que en su imaginación ha creado,
hasta el punto de trastornarlas y con ello teñir la noche de violencia o que
simplemente todo fuera obra de una paranoia que a su paso dejara un reguero de
sangre y muerte. Cualquiera de estas descabelladas ideas podría ser válida u
otra que se le ocurra al espectador, pues nada se nos explica.
Mads está rodada en un
falso plano secuencia, que seguirá a tres de esos adolescentes que se van de fiesta.
Romain, del que ya os he hablado en el inicio, su novia Anais (Laurie Pavy) que no comprende lo que le
está sucediendo a su chico y la mejor amiga de Anais (Lucille Guillaume), quien busca la manera de ayudar a Anais. Una
paranoia que por momentos logra atraparte y en otros te saca de golpe, pues el
resultado es un sinsentido.
Está claro que Moreau
ha dirigido un filme muy personal en el que parece estar perdido entre las líneas
de su propio guion, si es que existe un guion como tal. Un filme de terror
gore, moderno y con cierta crítica social y si bien lo primero funciona a duras
penas, ya que el terror se desenvuelve entre la histeria, la sangre, los efectos
de los estupefacientes o el ejército disparando a los infectados en medio de la
noche; en lo relativo a la crítica social, ésta se evapora entre los destellos
de las luces de las farolas.
Buenas intenciones, sin
duda, pero ninguna resuelta y eso sí que da coraje, pues los frenéticos 95
minutos se convierten en un ir y venir sin control en coche, en moto o
corriendo, en donde la música, los disparos y gritos sustituyen a los casi
inexistentes diálogos, a la vez que presenciamos la caída a los infiernos de
Romain, en donde esa realidad distorsionada supuestamente por los efectos de
las sustancias consumidas, no solo harán dudar a quienes las consumen en la
gran pantalla, sino al propio espectador que permanece atónito en su butaca.
Lo mejor del filme, sin
duda, es la originalidad en cuanto al tratamiento del género y la puesta en
escena, pues aquí los zombis no matan desgarrando la carne de otros humanos, no
caminan sin rumbo en grandes grupos, no emiten sonidos ininteligibles o llevan
la ropa raída y descuidada; aquí son jóvenes que les mueve la fiesta, las
drogas, el alcohol y el sexo y cuya transformación se observará en la luz que desprenden
sus ojos, los clásicos tics de movimientos de cabeza, los instantes violentos
que se apoderan de ellos o incluso el sentimiento de culpa. También destacaría
en este filme la cuidada iluminación y los encuadres de cámara en ese largo y
falso plano secuencia en la mirada de Philip
Lozano o la banda sonora de Nathaniel
Mechaly.
Mi nota es: 6
ESTRENO EN ESPAÑA: 6 de
junio.
REPARTO: Milton Riche,
Laurie Pavy, Lucille Guillaume, Yovel le Kowski y Xiomara Melissa.
PRODUCTORA: Les Enfants
Terribles
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: A Contracorriente Films.