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jueves, 9 de noviembre de 2023

ANGÉLICA LIDDELL ABRE LA EDICIÓN 41ª DEL FESTIVAL DE OTOÑO

 

Angélica Liddell abre la edición 41ª del Festival de Otoño el 9 de noviembre con Liebestod. El olor a sangre no se me quita de los ojos. Juan Belmonte, una obra sobre la relación entre el amor y la muerte

A partir del 9 de noviembre el curso escénico de la Comunidad de Madrid entra en uno de sus momentos álgidos con la llegada del Festival de Otoño, que este año alcanza su edición número 41 con 38 compañías, colectivos y artistas provenientes de 12 países y 6 autonomías españolas. Como afirma su director Alberto Conejero, “una vez más conviven sin jerarquías el teatro de texto, el de objetos, el teatro físico, la danza y, este año, con mucha mayor presencia que en anteriores, la música. Nuestra voluntad es trascender estas categorías, que la escena sea un lugar para la hibridación, para lo que escapa de las taxonomías”. 

Con 9 estrenos absolutos, 7 estrenos en España y 34 en la Comunidad de Madrid, el festival se va a desarrollar en 13 espacios de la capital y en otros 15 de la región. La primera semana presenta ya 13 espectáculos y, como viene siendo tradición, el arranque tendrá lugar en los Teatros del Canal, sede principal del festival, en esta ocasión con una nueva comparecencia de nuestra artista escénica más celebrada internacionalmente en estos momentos, Angélica Liddell, que viene a presentar Liebestod. El olor a sangre no se me quita de los ojos. Juan Belmonte

Estrenada en 2021 en la meca del teatro europeo, el Festival de Avignon, Liebestod ha agotado entradas y ha cosechado encendidas ovaciones tanto en la ciudad provenzal como en París, Berlín, Bruselas, Praga, Lausanne, Barcelona o Estocolmo. El mítico torero Juan Belmonte se cruza con Wagner para, como señala Liddell, “hablar de una historia del teatro que es la historia de mis raíces y la historia de mis abismos. Se cruzan para darle voz a mi oscuridad y al origen de mis obras. El cielo cae a la tierra y el infierno sube al trono de Dios. No estoy tan preocupada por lo que se pueda entender, sino por lo incomprensible, por el asombro, por la Epifanía ante lo inexplicable. No me interesa la reproducción de la realidad sino de lo real, es decir, lo invisible”. 

Una vez inaugurado el festival, asistimos a los primeros espectáculos internacionales de una cita que siempre se ha caracterizado por reunir cada año algunos montajes hechos y celebrados más allá de nuestras fronteras. Será en esta ocasión con dos piezas latinoamericanas que comparten la sencillez en su ejecución, sustentada en un trabajo actoral impecable y en la profundidad de sus planteamientos, que dibujan un acercamiento a lo mejor y lo peor del ser humano.

Desde Chile llega Villa, de Guillermo Calderón (Teatros del Canal, 10 y 11 de noviembre), en el año en el que se está recordando el golpe militar que acabó con el gobierno popular de Salvador Allende y trajo la dictadura de Augusto Pinochet. Se trata de una obra estrenada en 2011 que se retoma ahora que el debate sobre la gestión de la memoria está más candente que nunca. De eso va Villa (título que hace alusión a Villa Grimaldi, que albergó uno de los centros de detención y tortura durante la dictadura), de cómo gestionar la memoria, de cómo enfrentarla, de las contradicciones que supone y los sentimientos que pone en juego. Montaje de escueta teatralidad, dirigido por el propio Calderón, las tres mujeres protagonistas, que no se conocen entre sí, son interpretadas por tres actrices impresionantes, sin que les haga falta aparataje alguno, ni vestuarios, ni maquillajes, ni escenografías ni espacios sonoros. A pelo, con la crudeza que el propio tema de la función expone.

Y desde Argentina llega Experiencia II: Encuentros breves con hombres repulsivos (Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, 10-12 de noviembre), una versión teatral de algunos de los relatos contenidos en Entrevistas breves con hombres repulsivos del escritor norteamericano David Foster Wallace, que escribe y dirige el maestro Daniel Veronese con dos grandes actores argentinos: Marcelo Subiotto y Luis Dziembrowski. Se trata de la segunda pieza de las llamadas Experiencias Veronese que desde 2019 se vienen desarrollando en la sala Timbre 4 de Buenos Aires, todas ellas con una estructura sencilla: dos sillas, una mesa y dos actores. En este caso, la pieza apuesta por desentrañar la condición masculina contemporánea en los encuentros con mujeres, donde los hombres dan rienda suelta, sin acritud, al cinismo, la sobreprotección y la infantilización de la mujer, la condescendencia, la intimidación, las pequeñas y grandes violencias, el egoísmo y la resistencia e incapacidad de mirarse a sí mismos con ojos críticos. 

La música tiene este año una gran presencia a través de varios ejercicios híbridos que dan como resultado artefactos escénicos como Amadora, que reúne palabra, cuerpo y música con un marcado acento femenino (Teatros del Canal, 11 y 12 de noviembre). Composiciones de Miren Iza, alma del grupo Tulsa, dramaturgia y dirección de María Velasco, coreografía de Josefina Gorostiza e interpretación de Socorro Anadón, Carmen Mayordomo y Celia Bermejo. Juntas para elevar un sentido homenaje a la madre como concepto y a las madres como heroínas de andar por casa, siempre a merced del deseo ajeno, siempre dispuestas. Hay otros dos ejes temáticos relacionados en este espectáculo: el dolor, compañía silenciosa que estigmatiza a la mujer, y los roles que se le asignan en la representación social tradicional.

También buscando la fusión entre palabra y música para hablar y reivindicar lo femenino, la actriz Eva Rufo se reúne con el músico Enrico Barbaro para presentar el 11 de noviembre en Réplika Teatro Yo deseo (recital electrónico de inconfesiones femeninas). Se trata de un compendio de textos poéticos desde los márgenes del mundo oficial masculinizado, viajando de Safo a Sor Juana Inés, pasando por Li Ye, Wallada, Hildegarda de Bingen, Hadewijch de Amberes, Hafsa Al-Rakunía, Beatriz de Día, Christine de Pizan, Florencia Pinar, Teresa de Ávila, Louise Labé, Gaspara Stampa o Aphra Behn. Sus voces dialogarán en este recorrido con las de autoras contemporáneas como Ana Frank, Gloria Fuertes, Alejandra Pizarnik, Idea Vilariño, Gioconda Belli, Ana Rossetti, Aurora Luque, Anne Carson o Elena Medel. En el centro, el descubrimiento del propio cuerpo, la contemplación de la belleza del ser amado, la excitación, el encuentro sexual, la separación y la ausencia, todo ello desde la posición activa y deseante, en primera persona.

Réplika Teatro se inunda así de poesía en este primer fin de semana del Festival de Otoño, porque tras Yo deseo acoge Pictura Fulgens: a través del fulgor, una celebración performativa que cuenta con la poeta, escritora y creadora escénica Violeta Gil como maestra de ceremonias. Durante las pasadas tres ediciones del Festival, bajo el título genérico de Pictura Fulgens, se llevaron a cabo una serie de experiencias en las que poetas jóvenes dialogaron con obras de arte de los museos del Prado, Reina Sofía y Thyssen. Ahora se reúnen sus poemas en un libro y sus autores en esta fiesta otoñal que se desarrollará a lo largo de todo el domingo 12 de noviembre desde las 13h. y con entrada libre. 

Y de la fiesta multitudinaria al recogimiento íntimo de Una casa en la montaña, obra escrita y dirigida por el dramaturgo catalán Albert Boronat, que junto a los actores Javier Beltrán y Sergi Torrecilla, genera un encuentro con un grupo de 20 personas para compartir comida, bebida y compañía y convocar el gesto más esencial y ancestral del teatro: contar historias. En concreto, aquí se cuenta la historia de dos hombres reunidos en una solitaria casa en mitad de una montaña, como reza el título. No sabemos nada de ellos, pero hay algo que sí se sabe: que uno de ellos debe acabar con el otro. Una obra que, en palabras de su autor, “hace explotar la expectativa convirtiéndose en una máquina en la que cualquier evento es posible”. La pieza tendrá lugar los días 11 y 12 de noviembre no en un espacio teatral al uso, sino en un rincón del Salón de Baile del Círculo de Bellas Artes, que felizmente vuelve a ser sede del Festival de Otoño después de varios años de ausencia. 

También convocando la intimidad y la cercanía, desde Dinamarca llega un montaje delicioso apto para toda la familia, una tentativa sobre el clásico Alice in Wonderland (Alicia en el País de las Maravillas) a cargo de la veterana compañía danesa Asterions Hus. Con interpretación, dramaturgia y coreografía de Tilde Knudsen y dirección de Peter Kirk, el montaje de la obra de Lewis Carroll ha tenido la colaboración fundamental de la diseñadora de vestuario inglesa Susan Marshall, ya que, como explica Knudsen, “usamos el vestuario y las formas geométricas como punto de partida en un proceso divergente que ha dotado a la actuación de una fuerte expresión visual”. Basado en piezas modulares y en las sencillas formas circulares, triangulares y cuadradas, el vestuario es tan estrafalario y cambiante como el propio país de cuento al que llega Alicia siguiendo al conejo. Será en el Espacio Abierto Quinta de los Molinos los días 11 y 12 de noviembre.

Menos inocente pero igualmente transformador, el trabajo de la compañía Teatro de los Invisibles nos lleva a poner la mirada sobre un colectivo al que casi nadie mira y cuando se le mira se hace con miedo, desconfianza y mucho prejuicio. Estamos hablando de la obra Contención mecánica, que llega al festival como parte de la colaboración que se viene desarrollando desde 2020 con la muestra hermana SURGE Madrid, también organizada por la Comunidad de Madrid. Contención mecánica (Teatro del Barrio, 10 y 11 de noviembre) es un proyecto de teatro documental y artes vivas que nace para denunciar la violencia psiquiátrica, poniendo el foco en una práctica que sigue siendo habitual en las unidades de psiquiatría y servicios de urgencia del estado español: atar a las personas a la cama haciendo uso de correas. Una privación de la libertad que se mueve en el umbral de lo legal o, cuando menos, en el de la impunidad y el silencio.

Finalizamos este repaso a la primera semana del 41º Festival de Otoño con las cinco obras que podrán verse en algunos municipios de la Comunidad de Madrid. El 8 y el 12 de noviembre, La Rueda Teatro Social presenta en Fuenlabrada y Parla, respectivamente, Quiero colapsar a tu lado, una tragicomedia sobre el frágil momento que vive el planeta, con dirección escénica de Rakel Camacho. Por su parte, la compañía andaluza de danza contemporánea Marcat Dance llega a Torrelodones el 10 de noviembre con El bosque, una inmersión en un mundo desconocido, tan luminoso como oscuro, tan terrorífico como maravilloso, dualidad común a tantas realidades humanas. Así mismo, en Alcalá de Henares tendrá lugar el estreno, el 11 de noviembre, de Estudios elementales, de Luz Prado y Jesús Rubio Gamo, aproximación entre danza y música de la mano de dos virtuosos, ella del violín, él del movimiento, en un encuentro que sella el deseo de ambos de caminar y crear juntos.

Este año escucharemos teatro español en el bello idioma portugués de la mano de la Companhia de Teatro de Braga, que el 11 de noviembre presenta en Soto del Real la obra A língua em pedaços, de Juan Mayorga, lúcida y contemporánea visión dramática de la figura de Teresa de Jesús. Y el teatro de objetos, también muy presente este año en el festival, empieza a asomar con Donde siempre, siempre, de Lupe Estévez, una artista multidisciplinar capaz de dar vida a diversos personajes a partir del trabajo con lana cardada. Una maravilla pensada para público adolescente y adulto que podrá verse el 11 de noviembre en Collado Mediano.

sábado, 4 de noviembre de 2023

LA MÚSICA EN DIRECTO Y LA DANZA TAMBIÉN SERÁN PROTAGONISTAS EN LA 41º FESTIVAL DE OTOÑO.

Papaioannou, Sasha Waltz, Séverine Chavrier, La Phármaco, Mal Pelo, Tulsa o Catherine Gaudet entre lo más destacado en danza y música en directo en el 41º Festival de Otoño.

Cada vez se hace más difícil definir a partir de un solo género la escena contemporánea. El Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid está muy comprometido en estos últimos años con recoger este caudal de creación híbrida, ofreciendo hospitalidad a todos los lenguajes escénicos, como señala su director, Alberto Conejero, y promoviendo encuentros y diálogo entre disciplinas diversas. Entre el 9 y el 26 de noviembre, la 41ª edición del Festival de Otoño ofrece una programación más heterogénea que nunca, donde encontramos una quincena de propuestas en las que conviven con alegría y sin prejuicios la danza, la música, las artes del cuerpo y las artes sonoras en toda su potencialidad expresiva.

Dos de los cabezas de cartel de este año refieren claramente al mundo de la danza. Por un lado tenemos a Dimitris Papaioannou, que presenta un dúo de gran belleza física y plástica en los Teatros del Canal los días 23, 24 y 25 de noviembre. INK, donde el propio creador griego está en escena junto al bailarín alemán Šuka Horn, es agua y es cuerpo, es líquido y carne, naturaleza viva y desnuda, danza y lucha, mirada y gemido, silencio y luz. Es una pieza emparentada con otra anterior, Primal matter (2012), que partía también como dúo entre el hombre vestido y el hombre desnudo, artista y modelo, padre e hijo, hombre maduro y hombre joven en un baile de seducción y defensa. Por otro lado, tendremos a la gran Sasha Waltz con In C (Teatros del Canal, 18 y 19 de noviembre), que lleva al cuerpo las variables infinitas de la pieza musical homónima de Terry Riley, el padre de la música minimalista, de una manera libre, alegre y colorista, casi como una celebración de la vida.

Otro gran acontecimiento físico, donde asistiremos a un viaje agónico hacia los límites del cuerpo, se vivirá en el Teatro del Bosque de Móstoles el 22 de noviembre de la mano de la coreógrafa canadiense Catherine Gaudet. Esta creadora se presenta por vez primera en España con Les jolies choses / The pretty things, una obra que, en palabras de Gaudet, “muestra la fricción entre los ideales colectivos en los que nos proyectamos y la realidad del medio artístico actual”. Lo hace a través de una partitura rítmica que sigue la música maquinal de Antoine Berthiaume. No en vano, los cinco ejecutantes conforman una máquina humana en movimiento creciente que viaja hacia el éxtasis.

Entre Francia y Bélgica aportan, por su parte, tres propuestas que podrían considerarse teatro musical si este concepto no remitiera en el imaginario colectivo solo a lo que llamamos musicales habitualmente. Pero son tres oportunidades perfectas para comprobar que el teatro y la música conviven de muy diversas formas. Empezando por la inclasificable creadora belga Miet Warlop, siempre sorprendente. En One song, que es la pieza que nos trae al Centro de Cultura Contemporánea Condeduque los días 17 y 18 de noviembre, doce intérpretes entran en escena en un hipnotizante ritual sobre la despedida, la vida y la muerte, la esperanza y la resurrección. A través de la metáfora de una competición/concierto en directo, que incluye un comentarista y una animadora, Miet Warlop nos invita a formar una comunidad y levantarnos unos a otros, como en una celebración, a través de la escucha recurrente de una sola canción.

El ingrediente musical es igualmente central en la obra que viene desde el parisino Théâtre des Bouffes du Nord, Sans tambour, que veremos en el Teatro María Guerrero del Centro Dramático Nacional los días 17, 18 y 19 de noviembre. Se trata de una pieza dirigida por Samuel Achache que se construye sobre una dramaturgia no lineal a partir de la descomposición de una relación de pareja, con humor y melancolía y la compañía musical de los Lieder de Schumman. También hay mucha música en otra obra que llega desde Francia, Aria da Capo, producción del CDN de Orléans/Centre-Val de Loire con dirección y dramaturgia de Séverine Chavrier. El Teatro de La Abadía acogerá el 17 y el 18 de noviembre esta aproximación a la adolescencia protagonizada por cuatro jóvenes músicos que manejan tan hábilmente el piano como la cámara del teléfono móvil.

No queremos dejar de citar aquí otra propuesta que tiene mucho de teatro físico y de arte sonoro. Hablamos de MOS, una pieza de la bailarina y coreógrafa griega Ioanna Paraskevopoulou (visitó el festival hace dos años como parte del elenco de Larses C., de Christos Papadopoulos), donde se relaciona el movimiento con lo visual y con lo sonoro, a partir del trabajo inspirado en la técnica de los efectos foley, los efectos sonoros del cine. Lo veremos en los Teatros del Canal los días 17 y 18 de noviembre.

Danzas y músicas ibéricas

Con el foco puesto ya sobre nuestros creadores y creadoras, este año viviremos dos grandes aproximaciones a sendas compañías cruciales para entender la evolución de la danza contemporánea española: La Phármaco y Mal Pelo. En el primer caso, el colectivo que lidera Luz Arcas estrena en el Festival de Otoño su trilogía Bekristien / Tríptico de la prosperidad (Teatros del Canal, 25 y 26 de noviembre), un acontecimiento escénico de casi tres horas que promete ser inolvidable, donde se hace acompañar en parte de la obra por la música de Le Parody. La trilogía comienza con La domesticación, un bodegón vivo que derrocha exuberancia; sigue con Somos la guerra, que diluye la fiesta pagana de la primera parte para dar entrada a la fuerza del trabajo, al sudor y a las lágrimas que dan el pasaporte al paraíso; y termina con La buena obra, una “profecía visual sobre la obsolescencia”, en palabras de la propia Luz Arcas.

Por su parte, Mal Pelo comparece con dos títulos. En primer lugar veremos The Mountain, the Truth & the Paradise (Teatros del Canal, 22 y 23 de noviembre), un trabajo que, para Pep Ramis (el cincuenta por ciento de Mal Pelo junto a María Muñoz), nació de la necesidad de construir una ficción personal, de poner al día la experiencia de los últimos trabajos realizados e investigar sobre los intereses artísticos del momento. Se trata de un solo en el que el intérprete construye un universo poético que se pregunta sobre el sentido de lo divino y de lo vulgar, sobre la espiritualidad y la ignorancia, sobre la belleza y la banalidad. Ramis también está en escena en la segunda de las piezas de Mal Pelo que veremos este año en el festival, Double infinite. The bluebird call (Teatros del Canal, 25 y 26 de noviembre), esta vez junto a María Muñoz, donde volverán a bailar juntos y solos después de muchos años, para explorar algo que nace de la necesidad del cuerpo y de la necesidad de imaginar otro futuro.

La danza y la música se dan cita también en los Estudios elementales que reúnen al coreógrafo y bailarín Jesús Rubio Gamo (Premio Ojo Crítico de Danza y Premio Max al Mejor Espectáculo de Danza, ambos en 2020 por su impresionante e inolvidable Gran Bolero) y a la violinista Luz Prado, virtuosa que ha desarrollado una nueva técnica en la que toca con dos arcos. Juntos proponen un diálogo escénico donde comparten reflexiones en torno a sus medios de expresión respectivos, la música y la danza. Ambos tienen una formación clásica que reconocen como elemento identitario y sienten fascinación por traer a la superficie y hacer presente esta herencia canónica que subyace en sus disciplinas artísticas. Un presente absoluto hecho de la interacción entre el sonido de la música y el movimiento del cuerpo: ese acto primordial de dejarse llevar, de acompañarse hacia lo desconocido en busca de cierta forma de plenitud de ser. Lo veremos en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares el 11 de noviembre y en la Sala Mirador los días 24 y 25 de noviembre.

Luz Prado estará también presente en la Apertura de proceso: Actos I y II de Alberto Cortés el día 15 de noviembre en los Teatros del Canal, en lo que será una oportunidad para profundizar en el próximo trabajo del creador malagueño, que deja entrar al público en su cocina para degustar los ingredientes que conformarán la pieza que estrenará el año que viene. Igualmente, danza y música se dan la mano a través del folklore en el encuentro que organiza e imparte la compañía Mucha muchacha junto a gente de la Sierra Norte de Madrid, con epicentro en La Cabrera. El resultado final de esta experiencia titulada Seré folkore estará abierto al público en el Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte de La Cabrera los días 18 y 19 de noviembre.

Concluimos con tres propuestas donde música y teatro se dan la mano, tres formas muy diversas de acatar esta entente siempre cordial. De un lado tenemos a Miren Iza, musicalmente conocida como Tulsa, cuyo último trabajo, Amadora, va a tener continuidad escénica a través del trabajo que ha confeccionado junto a María Velasco, que escribe y dirige un espectáculo producido por Teatro Kamikaze. Con Socorro Anadón, Celia Bermejo y Carmen Mayordomo como actrices, las canciones de Tulsa se hacen carne para hablar de las madres que les parieron con una frase de Virginia Woolf como lema y bandera: “pensamos sobre el futuro a través de nuestras madres”. Amadora se verá tanto en Madrid, en los Teatros del Canal (11 y 12 de noviembre), como en el Real Coliseo de Carlos III de San Lorenzo de El Escorial (18 de noviembre).

De otro lado, la actriz Eva Rufo nos sorprenderá con un espectáculo donde la música electrónica y la poesía se encuentran. Hablamos de Yo deseo (recital electrónico de inconfesiones femeninas), donde comparte escenario con el músico Enrico Barbaro, bajo la dirección de Eduardo Mayo. El título lo dice todo. Se trata de un recital que tendrá lugar en Réplika Teatro el 11 de noviembre, un recital de lo inconfesable donde se reúnen textos poéticos desde los márgenes del mundo oficial masculinizado, viajando de Safo a Sor Juana Inés, pasando por Li Ye, Wallada, Hildegarda de Bingen, Hadewijch de Amberes, Hafsa Al-Rakunía, Beatriz de Día, Christine de Pizan, Florencia Pinar, Teresa de Ávila, Louise Labé, Gaspara Stampa o Aphra Behn. Sus voces dialogarán en este recorrido con las de autoras contemporáneas como Ana Frank, Gloria Fuertes, Alejandra Pizarnik, Idea Vilariño, Gioconda Belli, Ana Rossetti, Aurora Luque, Anne Carson o Elena Medel.

Finalizamos este recorrido con una singular propuesta donde lo sonoro adquiere una importancia vital a través de un sonido tan bello como frágil, el silbido. Esquizofonía. La pieza que veremos y sobre todo escucharemos en el Teatro Pradillo los días 18 y 19 de noviembre viene además de la colaboración que el Festival de Otoño mantiene con Surge Madrid y presenta el trabajo de Silbatriz Pons (alter ego de la actriz Marisa Pons, que escribe y dirige la pieza junto a Luis Moreno). El cuerpo -humano- que silba renuncia a la palabra, convertido en un ser que es mujer y máquina a un tiempo. “Este silbido vive en la abstracción -dice Pons. Intento entender su comportamiento y sus dinámicas. Pienso en animales pero no olvido que el silbido no tiene cuerpo: el cuerpo es el mío y ya no me disfrazo más”.

lunes, 16 de octubre de 2023

MÁS ALLA DE LA ESCENA EN EL 41º FESTIVAL DE OTOÑO

Más allá de la escena, experiencias singulares y diversas que complementan la programación del 41º Festival de Otoño

El Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid quiere consolidar la relación con su público a través de una serie de actividades que “van más allá de la mera exhibición de obras de diversa índole, con la vocación de ser también un lugar de encuentro, imaginación y pensamiento al calor del acontecimiento escénico”, en palabras de su director, Alberto Conejero. Experiencias singulares e inolvidables que buscan afianzar una idea de programación que se expande aprovechando el cúmulo de sensibilidades diversas que se dan cita entre el 9 y el 26 de noviembre, tres semanas intensas en las que pasará por Madrid y provincia una gran muestra del actual panorama nacional e internacional.

Procesos creativos que se abren a la mirada del público, proyectos comunitarios con marcado acento popular, poesía y celebración, presentación de libros y el regalo de las experiencias contadas por los propios artistas en diálogo con sus contemporáneos. No todo es programar espectáculos que pasan sin más por los escenarios, sino que estas otras experiencias del Festival de Otoño, como dice Conejero, también “nos incitan a mirarnos de otro modo, a imaginarnos de otro modo, a descubrir que basta un gesto inesperado para que se abran nuevas posibilidades de vida”.

Mucha Muchacha, la sierra madrileña y el folklore

Descentralización de la cultura y dinamización del territorio. Esos son los ejes sobre los que bascula un proyecto de creación colectiva que, bajo el título Seré folklore, van a llevar a cabo las componentes de la compañía de danza Mucha Muchacha con jóvenes de la Sierra Norte madrileña. Durante cuatro semanas, se reunirá a un grupo de personas para trabajar en torno a los conceptos de rito y pregón, tan apegados al folklore. Se tratará de pensar y crear a partir de la creación del rito, para crear entre todos el rito contemporáneo, el rito de hoy y ahora, desde lo más abstracto a lo más concreto.

Si bien la temática y las claves de partida las pone Mucha Muchacha, son los participantes los que elaborarán contenidos y materiales a partir de todo aquello que ellos mismos tienen que contar, de lo íntimo y lo privado, para que sea escuchado por sus coetáneos y para dejar una huella artística y popular en el futuro. ¿Qué es folklore para los jóvenes de hoy? ¿Qué dirían en un pregón dejado en herencia al porvenir? Para acercarse a posibles respuestas a esas preguntas, los participantes trabajarán desde la palabra, la música, el vestuario y el cuerpo. Contarán además con visitas en algunos días del proceso de otros artistas o artesanos que ampliarán su mirada de forma caleidoscópica. El resultado final de esta propuesta podrá verse en La Cabrera el fin de semana del 18 y 19 de noviembre.

Mucha Muchacha es un colectivo experto ya, a pesar de su juventud, en trabajar esos imaginarios pasados para la generación del futuro, construyendo un deseo a partir de la tradición, de la herencia cultural, de la evolución, que tenga eco y deje huella. Su núcleo creativo está conformado por las bailarinas y coreógrafas Ana Botía, Belén Martí Lluch, Marina de Remedios y Marta Mármol. "Seré folklore -explican- podrá ser ese lugar donde ficcionar al mundo antes de que él nos ficcione a nosotras, y también ese lugar donde encontrarse, charlar, bailar, confesarse, gritar, pregonar, saltar de alegría o de pena y cantar".

Alberto Cortés y su proceso abierto

El creador malagueño Alberto Cortés, que ha encontrado una voz genuina y muy personal en el panorama de las artes vivas españolas, tiene una estrecha relación con el Festival de Otoño. En 2018 ya hizo su primera participación con la presentación de Masacre en Nebraska en los Teatros del Canal; en 2020 protagonizó una de las propuestas (La teoría de la pelvis, junto a Rosa Romero) de lo que se llamó Teatro Confinado; y en 2021 estrenó dentro de nuestra programación la performance One night at the golden bar. Este acompañamiento mutuo sigue en este 2023 con una experiencia frágil pero llena de atractivo.

Cortés está preparando su próximo montaje, donde relaciona el romanticismo alemán de los siglos XVIII y XIX con la visibilización de una visión propia del querer marica que, sin denostarlo, quiere sacar el sexo del centro de la ecuación. El día 15 de noviembre, en la sala Negra de los Teatros del Canal, y con el apoyo del Goethe-Institut, Alberto Cortés dejará entrar al público para enseñarle los dos primeros actos de una pieza que presumiblemente tenga preparada para estreno en 2024. Al final, se sentará frente a los espectadores junto a Alberto Conejero para recibir su mirada.

“Para mí -declara el artista- son muy importantes estas aperturas para entenderme yo, para entender la pieza, lo que estoy haciendo y lo que está pasando, y para eso necesito la visión externa de alguien que se sienta enfrente y mira, porque el trabajo que yo hago dialoga mucho con el espectador”. Huyendo de una excesiva teorización, Cortés aboga por una expresión sentimental y emocional que acerca las herencias de aquel romanticismo alemán con las sensibilidades propias de lo sureño, “de ciertos cantes, ciertas expresiones de desgarro de mi tierra”. La relación con lo sublime de la Naturaleza, con esa belleza que nos sobrepasa, con una suerte de acercamiento sexual al paisaje, está en el centro de una investigación que tendremos el privilegio de vivir desde dentro.

Fulgor y poesía con Violeta Gil como maestra de ceremonias

Bajo el título de Pictura Fulgens: a través del fulgor, el Festival de Otoño consagra, como viene siendo habitual en los últimos años, un espacio dedicado a la poesía. En las ediciones de 2020, 2021 y 2022 se estuvo celebrando el ciclo Pictura Fulgens, que reunía cada año a seis reconocidos poetas para proponer un poema a partir de un cuadro custodiado en el Museo del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía respectivamente.

Los y las poetas Ángela Segovia, Ángelo Nestor, Carlos Catena, Javier Vicedo, Rodrigo García Marina, Rosa Berbel, Berta García Faet, Mario Obrero, Raquel Vázquez, Cristian Alcaraz, Juan Gallego Benot, Carla Nyman, Irati Iturritza, Manuel Mata, Nuria Vil, Pol Guasch, Sara Torres y Xaime Martínez han participado en esta iniciativa única que ahora adopta forma de libro.

El mediodía del 12 de noviembre acogerá, en la sala Réplika Teatro, la presentación del libro publicado por la editorial Contintametienes que recoge todo este caudal poético brotado en estos años. Será un acto celebrativo y performativo, un ritual colectivo que contará con la también poeta y creadora escénica Violeta Gil, una de las fundadoras de la compañía La Tristura, como maestra de ceremonias.

“Habitualmente -escribe Violeta Gil- el trabajo de las poetas ocurre en el ámbito de lo privado, en el cuarto, la casa, en un rincón de la biblioteca, dentro de un cuaderno, en un diario o en un archivo de word. Un ejercicio de dentro a fuera del que somos testigos cuando las palabras ya han tomado el papel y han salido de ese espacio de intimidad. Esta vez proponemos una apertura de esos espacios, proponemos ver el trabajo desde dentro, abrir las ventanas y las puertas y sacar al aire el ritmo de las palabras antes de que vuelvan a tocar el papel. Proponemos un espacio abierto para las poetas. Proponemos una fiesta”.

Archivo de la delicadeza. Objeto y memoria en la escena in situ, con El Solar. Agencia de Detectives de Objetos

Una de las gozosas novedades de esta 41ª edición del Festival de Otoño es la colaboración con el Museo de Artes Decorativas de Madrid, un lugar con más de 100 años de historia que custodia un legado de más de 80.000 objetos. Durante los tres meses previos al festival, la Agencia de Detectives de Objetos El Solar, que conforman Shaday Larios y Jomi Oligor, han desarrollado una residencia en el museo junto a sus trabajadores y trabajadoras. Además de performar para el público en la propia institución el resultado de esa investigación durante el festival, habrá ocasión para un conversatorio sobre toda esta aventura, que se dio en llamar Archivo de la delicadeza. Este encuentro abierto, que tendrá lugar el 25 de noviembre en Teatros del Canal, se presenta bajo el lema Objeto y memoria en la escena in situ, será el contexto idóneo, además, para presentar el libro editado por la editorial La Uña Rota surgido a partir de esta experiencia, “una escritura -en palabras de Shaday Larios- a medio camino entre la poesía, la dramaturgia y la etnografía”.

Conversiones literarias de testimonios, entrevistas, observaciones personales y el tejido de algunas especulaciones poéticas en torno a las cosas, un repositorio de gestos, emociones, sensaciones, memorias, sueños, disposiciones humanas y no humanas. Todo eso acontece en la vida de unos objetos que disfrutan del privilegio de ser museísticos. “Percepciones que dibujan una política de lo sutil en donde lo patrimonial se hace poroso y deriva, se hace asociativo y temporalmente denso con lo inmediato de las vidas que lo cuidan, o con las historias de vida de quienes donan sus pertenencias”, concluye Larios.

¿Qué queda cuando algo es tan efímero? ¿Cómo se trabajan los procesos de dramaturgia de teatro de objetos documentales? ¿Qué guardan, más allá de lo evidente, los objetos, el patrimonio? Esta será una excepcional oportunidad para pensar y conversar en torno a estas cuestiones.

Diálogos: una oportunidad para pensar, hablar y profundizar

Además de los habituales encuentros de los equipos artísticos con el público después de las funciones, que en esta ocasión sucederán, por ejemplo, tras títulos como Encuentros breves con hombres repulsivos, de Daniel Veronese; Villa, de Guillermo Calderón; INK, de Dimitris Papaioannou; o Double Infinite. The Bluebird Call, de la compañía Malpelo, se ha confeccionado otra serie de encuentros en los que Alberto Conejero, como avisa el título genérico, dialogará con figuras tanto del arte escénico, participantes o no en el festival, como con pensadoras como Marina Garcés.

Y en el capítulo de presentaciones, falta por citar la que hará Flavia Gargiulo de la novela gráfica basada en la pieza teatral de Sergi Baos Les maleïdes, aprovechando que el montaje del texto llega a Madrid bajo la producción del Teatre Principal de Mallorca, en lo que supone poder escuchar por vez primera en un escenario de la capital española una obra teatral escrita en mallorquín. Dolmen editorial inaugura con esta publicación una nueva  línea editorial, la Línea Escénica de Dolmen, que publicará cómics inspirados en obras teatrales contemporáneas estrenadas.

Toda la información referida a los encuentros, diálogos y presentaciones podrá consultarse de manera actualizada a través de nuestra página web: https://www.madrid.org/fo/2023/index.html.

lunes, 25 de septiembre de 2023

LLEGA LA NUEVA EDICIÓN DEL FESTIVAL DE OTOÑO DE MADRID

 

FUTURA COMUNICACIONES nos informa que todas las entradas para el FESTIVAL DE OTOÑO ya están a la venta.

La edición número 41 del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid se va a celebrar entre el 9 y el 26 de noviembre de 2023 en 13 espacios de Madrid capital y en otros 15 del resto de la Comunidad, con una sugerente programación que recibe a 38 compañías, colectivos y artistas llegados de 12 países y 6 autonomías españolas. A partir del 8 de septiembre ya van a estar a la venta prácticamente todas las entradas de los espectáculos que conforman el cartel, completando la venta de localidades que se inició el pasado 3 de julio para los montajes programados en los Teatros del Canal, Teatro de La Abadía, Centro Cultural Paco Rabal, Centro Dramático Nacional y Corral de Comedias de Alcalá de Henares.

En estos cinco espacios veremos el grueso de las propuestas que nos trae la gran cita otoñal con las artes escénicas dirigida desde 2020 por Alberto Conejero. Creadoras como Angélica LiddellSasha WaltzMaría Velasco con TulsaMal PeloDimitris PapaioannouLuz Arcas o Ivo van Hove comparecen en los Teatros del Canal, mientras La Abadía y el Corral de Comedias de Alcalá reciben a Séverine ChavrierSanchis Sinisterra Nao Albet y Marcel Borràs Jesús Rubio Gamo.

Canal oferta abonos progresivos de dos, tres, cuatro y cinco espectáculos, acumulando hasta un 50% de descuento sobre las tarifas generales. Por su parte, Abadía y Corral de Alcalá también tienen a disposición de los espectadores abonos progresivos conjuntos para los dos teatros de dos, tres y cuatro espectáculos, con hasta un 40% de descuento. Finalmente, el Centro Dramático Nacional acoge al mítico Théâtre des Bouffes du Nord parisino, bajo la dirección de Samuel Achache, con un amplio abanico de descuentos para personas con diversidad funcional, desempleados, familias numerosas, menores de 30 años o mayores de 65.

El 8 de septiembre salieron a la venta las entradas para los espectáculos programados en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, con la presencia de artistas como el argentino Daniel Veronese, la belga Miet Warlop o la Antígona en el Amazonas que trae el siempre controvertido director suizo Milo Rau al frente del NTGent. En este espacio municipal, los espectadores pueden beneficiarse de descuentos por ser mayores de 65 años, menores de 14, desempleados o personas con diversidad funcional.

El Círculo de Bellas Artes, que en esta edición regresa como sede al festival, acoge el estreno en Madrid de Una casa en la montaña, de Albert Boronat, para la que ya se pueden adquirir localidades.

Igualmente, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que se estrena este año como colaboradora del Festival, recibe el montaje Constante, de Gabriel Calderón y Guillermo Calderón, pondrá las localidades a la venta desde hoy, con una importante política de descuentos también de la que se podrá beneficiar el público interesado.

Igualmente, el 8 de septiembre es la fecha en la que se pusieron a la venta las entradas en Réplika Teatro, Teatro Pradillo, Teatro del Barrio, Sala Mirador, Sala Cuarta Pared y Real Coliseo Carlos III de El Escorial, así como en otros espacios de la comunidad como los teatros de Parla y Torrelodones. En estos espacios tendremos la oportunidad de disfrutar con el trabajo de creadores y creadoras como Macarena Recuerda ShepherdEva Rufo y Enrico BarbaroSilbatriz PonsTeatro de los InvisiblesJuan Mayorga junto a Will KeenSergio BaosLobato & Rojas o Luz Prado con Jesús Rubio Gamo.

Hay dos espacios de Madrid capital que comenzarán la venta de localidades unos días más tarde, el primero de ellos el Espacio Abierto Quinta de los Molinos, donde podremos ver los trabajos de la compañía danesa Asterion Hus y de los riojanos El Patio Teatro. Allí se podrá comprar a partir del 19 de septiembre, día en el que presentan su programación para la temporada 2023-2024. Por su parte, el Museo Nacional de Artes Decorativas, que se suma por vez primera a la programación del Festival de Otoño, tendrá sus localidades disponibles para el Archivo de la delicadeza de  El Solar. Detectives de Objetos el 29 de septiembre.

Para terminar, los teatros de los municipios de la Comunidad de Madrid que se adhieren a la programación de este 41º Festival de Otoño irán abriendo la venta gradualmente. Así, el Teatro del Bosque de Móstoles, que acoge el impresionante espectáculo de la canadiense  Catherine Gaudet Les jolies choses, empieza su venta el 18 de septiembre. Unos días antes, el 13, lo hará el Teatro Adolfo Marsillach de San Sebastián de los Reyes, y a finales de mes se sumará el Auditorio Montserrat Caballé de Arganda del Rey. A partir del 12 de octubre se podrá comprar en el Teatro Tomás y Valiente de Fuenlabrada y el resto irán poniendo entradas a disposición de los espectadores a medida que se acerquen las fechas del festival. Así sucederá en Collado Mediano, Colmenarejo, Coslada, La Cabrera, Soto del Real, Parla o Torrejón de Ardoz. Subirán a estos escenarios compañías y artistas como La Rueda Teatro SocialMarcat DanceCompanhia de Teatro de BragaLupe EstévezLa Dramática Errante o Tercio Incluso.

El Festival de Otoño, que incorpora una sugerente imagen de Chema Madoz en su cartel, aglutina en esta nueva edición lo mejor de su tradición con la escucha atenta del presente escénico, asumiendo que su identidad pasa por respetar su propia historia sin dejar de ambicionar ser reflejo de una actualidad artística donde lo híbrido es cada vez más la norma, donde generaciones y estilos distintos conviven y se enriquecen mutuamente. El gran acontecimiento escénico de la Comunidad de Madrid no esconde su compromiso con el cuidado de esos nuevos caminos de la creación y no teme a la relación horizontal y la retroalimentación entre los consagrados y los emergentes. “Un Festival de Otoño con un enorme anhelo de emoción y reflexión y con una programación heterogénea, como los poemas que configuran un poemario o las teselas de un mosaico, todas distintas para formar una gran experiencia”, en palabras de su director Alberto Conejero.