sábado, 15 de abril de 2023

SCARLET: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Francia, Italia y Alemania, SCARLET, está dirigida por Pietro Marcello quien comparte guion con Maurizio Braucci, Maud Ameline y Geneviève Brisac, basándose en la novela “El velero rojo” de Alexander Grin. “Si  eres una chica, no temas enfrentarte al dragón”

Nos encontramos en Normandía al final de la I Guerra Mundial. Raphaël (Raphaël Thiéry) regresa a su pueblo tras la batalla y se encamina a la casa de Adeline (Noémie Lvovsky), ésta le abre la puerta y él se presenta como el marido de Marie. Ella le comunica que su mujer ha fallecido mientras estaba en el frente y que es padre de una pequeña de nombre  Juliette (Asia Bréchat), a quien iremos viendo crecer a lo largo del filme, siendo interpretada a la edad adulta por (Juliette Jouan). Adeline les hospeda en su granja y le busca un trabajo en un taller de carpintería, pues Raphaël es artesano de la madera. Cuando Juliette crece, conocerá a un aventurero aviador, Jean (Louis Garrel), del que se enamorará, pero un día él debe partir y ella en su indecisión, no le dice lo que siente por él, aun así decide esperarle como espera ver un día, las velas escarlata.

El guionista y director, Pietro Marcello, estudió Bellas Artes en Nápoles y se inició con los cortometrajes “Carta” y “Scampia” 2003, “Il cantiere” 2004 y “La baracca” 2005. Debutó en el largometraje documental con “Il passaggio della línea” 2007, “La bocca del lupo” 2009, “El silencio de Pelešjan” 2011, “Venice 70: Future Reloaded” 2013 y “9x10 noventa” 2014. Su primer largometraje de ficción llegó un año más tarde con “Bella y perdida” 2015, “Martin Eden” 2019 y el pasado año estrenó “Scarlet” 2022. También ha dirigido el cortometraje “Ossessione” 2016 y los documentales “Para Lucio” y “Futura” 2021

Scarlet es un filme naturalista, susurrante, relajante y reflexivo sobre la vida en un pequeño pueblo que guarda sus secretos en donde los celos, los miedos, las envidias y los “demonios”, visitan a algunos de sus pobladores sumidos en sus tradiciones, costumbres y un machismo recalcitrante. Una obra que gira en torno a la familia propia y fundamentada, la comprensión, el amor y el regreso. Una película con cierto aire de documental entre las imágenes de archivo de esa primera guerra mundial y las escenas cotidianas que provocan desde la monotonía pasando por la tensión y el amor más puro que un padre puede ofrecer a su hija, con cada amanecer y atardecer. Una exquisita fábula  que nos habla de realidad y de magia, de sueños rotos y los que están por llegar, de miradas y silencios, de caricias vaporosas y de besos perdidos en el espacio, de quietud y de movimientos livianos. Scarlet nos mece en una existencia ficcionada, en un mundo cuyo progreso reemplaza los juguetes de madera, herencia de otros tiempos, de la naturalidad e incluso de la artesanía que desaparece de los pueblos ante los avances que llegan de la ciudad y con ello, olvidar la imaginación, los sueños y hasta las esperanzas.

Scarlet está dirigida con inteligencia, elegancia y precisión, rodada prácticamente con cámara en mano en planos cortos, buscando traspasar la intimidad de los personajes y adueñarse de la atmósfera que se respira en el pueblo. Entre ese corte naturalista que da vida a los sonidos que la naturaleza ofrece y las canciones que enriquecen la obra, Marcello invita a sus actores a sumergirse en las almas de unos personajes ricos en matices y éstos, obsequian al espectador con unas magníficas interpretaciones que agradecen desde la butaca. Destacar a una impecable Juliette Jouan comedida en un personaje contenido, Raphaël Triéry en el papel de ese padre amoroso que en silencio pero siempre alerta, observa como su hija se abre al mundo con su genuina personalidad, Noémie Lvovsky, la perfecta abuela o la amorosa madre, que nunca concibió un hijo y en un papel corto pero siempre con la corrección que la caracteriza, Louis Garrel, como el jinete que cabalga por los cielos. Un filme poético, sensible y romántico, de los que de vez en cuando, visitan la gran pantalla. Mencionar, para finalizar, la delicada banda sonora de Gabriel Yared y la bucólica fotografía de Marco Graziaplena.

Mi nota es: 8

ESTRENO EN ESPAÑA: 14 de abril.

REPARTO: Raphaël Thierry, Juliette Jouan, Louis Garrel, Noémie Lvovsky, Yolande Moreau, François Négret, Ernst Umhauer, Inès Es Sarhir, Antonin Stahly-Vishwanadan, Athénaïs Sifaoui-blanc, Bernard Blancan, Arthur Orcier, Pierre Nisse, Alane Delhaye, Lolita Chammah, Anne-Lise Heimburger, Rémy Roubakha, Annette Trumel y Natascha Wiese.

PRODUCTORA: arte France Cinéma// CG Cinéma// Match Factory Productions// RAI Cinema// Avventurosa// Eurimages// Ministero della Cultura.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Avalon Distribución Audiovisual.

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