jueves, 12 de marzo de 2020

LA CANCIÓN DE LOS NOMBRES OLVIDADOS: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Canadá, Reino Unido, Hungría y Alemania, LA CANCIÓN DE LOS NOMBRES OLVIDADOS, está dirigida por François Girard con guion de Jeffrey Caine adaptando la novela de Norman Lebrecht.

En el comienzo de la II Guerra Mundial y por mediación del padre, Dovidl Rapaport (Luke Doyle) un niño polaco de 9 años, es acogido por Gilbert Simmonds (Stanley Townsend) publicista musical inglés  y su mujer Enid (Amy Sloan),  sorprendidos por el talento innato que tiene el joven tocando el violín. Su padre promete regresar en un par de años, pero los años pasarán y nadie vuelve a buscarlo. Se hará muy amigo del hijo del matrimonio, Martin (Misha Handley) que toca, como él dice, un poco el piano, hasta el punto de llamarse hermanos.
Dovidl con 23 años (Jonah Hauer-King) es ya un virtuoso del violín y Gilbert decide patrocina su primer concierto, al cual asiste lo más granado del país. Pero Govidl no se presenta y con el tiempo, le dan por desaparecido. Pasan los años y Martin (Tim Roth) ya adulto, profesor experto musical, asiste como jurado a un evento musical, donde conocerá a un joven violinista y los recuerdos de su hermano polaco, volverán a su mente, tomando la decisión de ir en su búsqueda.
Este exquisito y delicado drama está adaptado de la novela de Norman Lebrecht que publicó en 2002. Para los dos personajes principales, François Girard, ha contado con tres actores para cada uno de ellos, en sus tres etapas: En la niñez y el comienzo de la adolescencia (de los 10 a los 13 años) mencionados en la reseña. De la adolescencia a la juventud plena (17 a los 23 años) con Jonah Jauer-King (Dovidl) y Gerran  Howell (Martin) y ya en la edad adulta nos encontramos con Tim Roth (Martin) y Clive Owen (Dovidl). Seis actores que logran convencer al público con sus interpretaciones,  de manera especial los que interpretan a Dovidl y destacando a Luke Doyle, un jovencísimo prodigio al violín, quien ya nos ofrece esa personalidad que van adquiriendo quienes le relevan, dándonos la sensación de estar ante la misma persona a la que hemos visto crecer a lo largo del metraje  y por supuesto, un Tim Roth, excepcional.
El escritor y director, François Girard, comenzó su carrera creando videos artísticos. En 1984 funda la productora “Zone Productions”, como él mismo ha dicho, su verdadera escuela en donde trabajó en todo tipo de proyectos experimentales entre ellos, la danza y la arquitectura. Seis años más tarde, en 1990 produjo y dirigió su primer largometraje “Cargo”, al que le siguió, “Sinfonía en soledad: Un retrato de Glenn Gould” 1993, “Peter Gabriel Secret World Live” 1994, “El violín rojo” 1998 (Obtuvo numerosos premios entre ellos el Oscar a mejor banda sonora 1999), “Hochelaga, Terre des âmes” 2017 y este año nos llega su último trabajo “La canción de los nombres olvidados”. Girard utilizó el cine como medio audiovisual, para explorar su pasión por la música. No se ha limitado a la gran pantalla, sino que ha dirigido en importantes teatros obras como: “Edipo Rey”, “Los Salmos de Stravinsky” (En el Festival Internacional de Edimburgo), “El oratorio Lost Objects” (En la academia de Música de Brooklyn) o dirigir en 2013 la Metropolitan Opera de Nueva York, la nueva producción de “Parsifal” de Richard Wagner, por poner algunos ejemplos e incluso el emblemático Circo del Sol, le  encargó el guion y la dirección de “Zed” su primer espectáculo permanente en Tokio y Zarkana.
Estamos ante un  drama donde queda reflejada la hermandad sin ser de sangre, el amor por la musical, el dolor, la resignación, la pérdida,  la convivencia y el respeto hacia las diferentes culturas y religiones; disfrutando de una hermosa escena en la cual  padre e hijo (ambos cristianos), asisten a la celebración del Bar Mitzvah de Dovidl. Uno de los ritos judíos en el cual los niños varones a los 13 años alcanzan la madurez frente a su comunidad y a partir de ese instante se les considera responsables de sus actos, según la ley judía.
Girard es un apasionado por la música clásica además del cine, habiéndolo demostrado en filmes como: “Sinfonía en Soledad” en la cual abordó la biografía del pianista Glen Gould. La película concierto “El mundo secreto de Peter Gabriel” o “El violín rojo” como ejemplos de algunas de las más famosas  y  premiadas. Dota y envuelve a sus filmes de atmósferas y coreografías muy personales, retratando por igual el entorno musical y el de la vida de sus protagonistas, sobresaliendo, además de la música de la que os hablaré a continuación, del espléndido vestuario de Anne Dixon y la fotografía de David Franco. 
Por tanto no es de extrañar que la máxima protagonista del filme sea la música, la cual nos habla y cuenta una historia propia que llega al cenit con dos piezas maravillosas y sobrecogedoras. El instante en el que escucharemos el canto afligido del rabino (Daniel Mutlu) con  la canción que da título al filme y el instante en esa segunda parte del concierto, en un escenario desnudo, en semipenumbra, con un hombre en el centro del escenario, con el traje tradicional de los judíos ortodoxos y su  violín, interpretando una pieza que desgarra el alma. Un violín que en sus notas más que llorar se lamenta de un doloroso pasado en un respetuoso presente, donde se honra a los muertos. Como dato, si bien el espectador ve en pantalla al actor, ese maravilloso solo de violín, está interpretado por Ray Chen. Finalizo este apartado musical, recordando que la banda sonora está compuesta por el oscarizado Howard Shore a quien recordamos en bandas sonoras como “El silencio de los corderos” “Philadelphia” o la trilogía del “Señor de los anillos”
Mundos diferentes que se cohesionan entre sí, pues la humanidad no puede vivir sin la música y la música no sería posible, sin el virtuosismo y el talento de los músicos.

Mi nota es: 8
ESTRENO en ESPAÑA: 13 de Marzo
REPARTO: Clive Owen, Tim Roth, Saul Rubinek, Catherine McCormack, Jonah Hauer-King, Gerran Howell, Stephen Graham, Richard Bremmer, Julia Wadham, Jeffrey Caine, Yank Azman, Amy Sloan, Stanley Townsend, Jakub Kotynski, Madalena Cielecka, Steven Hillman, Wayne Brett, Matt Devere, Misha Handley, Sharon Percy, Tamás Puskás.
PRODUCTORA: Serendipity Point Films// Lyla Films// Feel Films// Film House Germany// Proton Cinema.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: FILMAX.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Y LLOVIERON PÁJAROS: CRÍTICA DE CINE


Y LLOVIERON PÁJAROS está dirigida por  Louise Archambault quien además adapta el guion de la novela de Jocelyne Saucier.
 
Gertrude (Andrée Lachapelle) está confinada  en una residencia. Steve (Éric Robidoux) la va a buscar para que pueda asistir al funeral de su hermano. Tras el sepelio, regresan a la residencia y ella le pide que no la deje allí, que desea volver a ver el bosque. Tras dudar unos instantes, Steve acepta y juntos viajarán hasta el pueblo donde Steve trabaja, en un hotel. Cerca, en el bosque, viven como ermitaños dos ancianos Charlie (Gibert Sicotte) y  Tom (Rémy Girard), con la única compañía de  sus perros.
 
Gertrude se quiere quedar en el lugar con los ancianos y Steve la propone que entonces deberá cambiar de nombre, adoptando el de Marie-Desneige. Por otro lado, Rafaëlle (Ève Landry) está realizando un reportaje entrevistando a los lugareños sobre un importante incendio que ocurrió en el lugar, llegando hasta Steve, Charlie, Tom y ahora Marie-Desneige; aunque Raf también está buscando a Boychuck, un pintor que dejó toda su obra en un cobertizo.
 
La directora Louise Archambault comentó con respecto a la novela que  adaptó para esta película: “Cuando leí “Y llovieron pájaros”, la novela de Jocelyne Saucier, quedé hechizada por su curioso universo”… “Y llovieron pájaros, retrata un universo único, visual, sensorial y cinematográfico con personajes profundos y atípicos”
 
La guionista y directora canadiense, Louise Archambault, se graduó en bellas Artes en la Universidad Concordia en Montreal. Su primer cortometraje llegaría en 2001 “Atomic Saké” y su ópera primera en el largometraje con “Familia” en 2005. Continuó en el cortometraje dirigiendo “Lock” 2010 y “Petite Mort” 2012. “Gabrielle” 2013, su segunda película, obtuvo los premios (Canadian Screen Awards a mejor película y mejor actriz y en el festival de Gijón el de mejor actor), en 2017 realiza la serie para televisión “Catastrophe” y este año nos ofrece su tercer largometraje “Y llovieron pájaros”
 
La naturaleza acoge y abraza a la senectud entre paisajes tranquilos y evocadores, para ofrecernos la historia de tres personajes muy diferentes entre ellos, pero quienes comparten un mismo sueño: ser libres de hacer lo que desean con sus vidas, en el crepúsculo de su existencia. Aunque el pasado, como el fantasma que nunca deja de acechar, regresará en esos instantes de quietud, provocando confesiones y desahogos de recuerdos, algunos  dolorosos, buscando el olvido y otros gratificantes, ante el  descubrimiento de  lo que no habían vivido.
 
La vida, la amistad y el amor en la tercera edad, cobra especial importancia en esta obra sutil y delicada, que nos ofrece su directora Louise, ratificando que la vida solo termina cuando dejamos de respirar, cuando el corazón deja de latir y que el amor y la amistad, son parte intrínseca de nuestro ser. La directora expone a sus personajes con una deliciosa naturalidad, sin tabús, narrándonos sus historias, las vivencias que han ido dejando huella en sus cuerpos maltrechos, enamorándose como si fueran adolescentes y demostrando que ser un octogenario, no significa tener que recluirse en una residencia o esperar a que la sombra de la muerte, les cubra. Qué mejor escenario, para este propósito, que un paraje natural en donde sus almas suspiran por enterrar algunos de esos fantasmas. Un filme cuya única pretensión, además de lo ya citado, es hacernos disfrutar con las bellas estampas en la mirada del director de fotografía Mathieu Laverdière, acompañada por los sonidos de la vida y de la música en la partitura de David Ratté y Andréa Bélanger.
 
Frente a las dosis de humor, de nostalgia, de sueños rotos y algunos que renacen, entre intrigas y preguntas, Louise Archambault, dirige de forma emotiva a un grupo de actores veteranos que lejos de querer jubilarse, entregan lo mejor de ellos mismos, logrando que el espectador empatice con ellos, junto a las nuevas generaciones.  

Mi nota es: 7
 
ESTRENO en ESPAÑA: 13 de Marzo
 
REPARTO: Kenneth Welsh, Andrée Lachapelle, Gilbert Sicotte, Rémy Girard, Ève Landry, Éric Robidoux y Louise Portal.
 
PRODUCTORA: Films Outsiders.
 
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Avalon Distribución Audiovisual.

martes, 10 de marzo de 2020

FIRST LOVE: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Japón y el Reino Unido, FIRST LOVE, está dirigida por Takashi Miike con guion de Masa Nakamura. “Esto es una puta locura”
 
Leo (Masataka Kubota) es un joven boxeador que durante un combate cae al suelo sin conocimiento, tras realizarle una resonancia le detectan un tumor alojado en el cerebro y que debido a los nervios que le rodean, es imposible de extirpar. El especialista no le dice cuanto tiempo le queda de vida, pero que debe dejar de boxear de inmediato. Leo vaga por las calles de Tokio, sumido en sus pensamientos.
 
La mafia china y japonesa se disputan el mundo del narcotráfico y en medio de todo el conflicto, se encuentra una joven prostituta, que tiene una deuda con la mafia japonesa, por culpa de su padre. Mónica (Sakurako Konishi). Mónica corre desesperada para librarse de un policía, cuando se cruza con Leo y le grita que la ayude. Leo bloquea al policía, vestido de civil, con un fuerte puñetazo. La chica le agradece el gesto y comienzan a conversar. Esa noche, Leo vivirá una aventura como jamás pensó vivir.
 
Policías buenos y corruptos, Yakuzas, narcotraficantes, cocaína en maletines, combates de boxeo, una asesina un tanto desquiciada, persecuciones en coches, asesinatos, muertes por doquier y el chico y la chica, que no pueden faltar. First Love, cuenta con todos los ingredientes para que el público se lo pase en grande, bajo una atmósfera que nos recuerda al cómic, al cual también brinda un guiño en una parte importante de una escena.
 
El director japonés, Takashi Miike, al cumplir los 18 años se matriculó en la Academia de Artes Visuales de Yokohama, fundada por el director Shohei Imamura, en donde se graduó. Miike ha llegado al centenar de películas entre cine y series. Su carrera comenzó en la televisión trabajando durante casi una década en diferentes puestos, incluyendo el de ayudante de dirección. Aprovechó el éxito del “V-Cinema” películas cuyo destino era el video, para dirigir sus primeros filmes: “Red Hunter: Prelude to Murder” y “Eyecatch Junction” en 1991 o “Last Run: 100 million Ten´s Worth of Love & Betrayal” 1992 y entre su extensa filmografía para cine mencionar: “Shinjuku Triad Society” 1995, “The Way to Fight” y “Fudoh: The New Generation” 1996,  “Rainy Dog” 1997, “The Bird People in china” 1998, “Agitator” 2001, “Cementerio Yakuza” 2002, “El hombre de blanco” 2003, “Sun Scarred” 2006, “God`s Puzzle” 2008, “Hara-kiri: Muerte de un samurái” 2011, “As the Gods Will” 2014, “La espada del inmortal” 2017 y este año pasado con “First Love” 2019. Esta es una pequeña muestra de su voluminosa filmografía en sus 29 años de carrera.
 
Ante todo pedir disculpas por la expresión con la que defino a esta película, pero es la realidad y lo primero que pensé cuando salí del pase: “Es una puta locura”, es un más todavía que estimula al espectador deseando más espectáculo, aunque lo que ya está viendo, raya lo imposible. Sin la menor duda, quien merece los primeros aplausos es el  montador jefe, Akira Kamiya, con su dinámico y brutal montaje, no dejando pestañear al espectador en las casi dos horas de metraje, logrando que la obra no decaiga en ningún momento. Disfruta de una cuidada fotografía  del maestro Nobuyasu Kita, con un uso extraordinario de la luz y de los encuadres, y una impactante banda sonora del compositor Kôji Endô.
 
Tras hablar de los apartados técnicos, tan importantes en esta pieza del maestro Takashi Miike, que no olvidemos que en sus 29 años de carrera, ha dirigido un centenar de películas entre cine y televisión. Solo escuchar una cifra como esta, ya estremece y más, cuando nos encontramos ante un resultado tan fantástico como el que tengo el placer de estar reseñando ahora. No sé si calificarle de genio, loco, extravagante, hiperactivo, sobredimensionado o todo a la vez, que seguramente es como mejor se le podría definir. Me ha recordado mucho a otro gran maestro y amigo de Miike, como es el señor Quentin Tarantino, por la magia que encierran sus películas, que aunque sus argumentos puedan resultar sencillos (nada más sencillo que una guerra entre bandas de narcotraficantes, con una pareja de enamorados en medio del conflicto y mucha acción), los conviertan en puro espectáculo visual y de entretenimiento, que en definitiva, es lo que reclama el gran público. Violencia en grado superlativo, comedia bien medida y acción frenética.
 
Goza de unas buena interpretaciones, sobresaliendo la pareja protagonista, Masataka Kubota y Sakurako Konishi. Todos muy comedidos en sus personajes, aunque algunos, como suele suceder en este género de cine japonés, un poco sobreactuados, algo que no moleta, pues pasa a formar parte de su idiosincrasia.

La luz de la mañana, no es para los malvados
Mi nota es: 8,5

ESTRENO en ESPAÑA: Sin fecha de estreno.
REPARTO: Masataka Kubota, Shôta Sometani, Nao Omori y Jun Murakami.

PRODUCTORA: Recorded Pictures Company (RPC)// Oriental Light and Magic (OLM)// Toei.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Barton Films.

lunes, 9 de marzo de 2020

LA CAMARISTA: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre México y Estados Unidos, LA CAMARISTA está dirigida por Lila Avilés, compartiendo guion con Juan Carlos Márquez.
 
Eve (Gabriela Cartol) trabaja en un hotel de lujo de la Ciudad de México, como camarera de pisos. A través de su walkie Talkie va recibiendo las órdenes de que habitación está libre, para limpiar. Durante sus largas jornadas irá conociendo a algunos de los huéspedes, entre ellos a una joven argentina con un niño pequeño, al que cada día cuidará mientras la madre se ducha. Los turnos son largos y durante los mismos, Eve siempre ayuda a sus compañeras, aspirando a que un día sea destinada al piso 42, donde se alojan los ejecutivos. También se apuntará al programa de educación para adultos, que ofrece el hotel a sus empleados.
 
La Camarista tiene ese aire de documental a través de la mirada de una trabajadora, en un hotel de lujo. La vida de algunos huéspedes y trabajadores, el diseño del edificio, las diferentes estancias entre pasillos, comedores, lavanderías en donde se amontona la ropa de cama y toallas, los ascensores subiendo y bajando, sin olvidar la limpieza diaria, tantas veces ajena a la mirada de la mayoría de quienes están de paso en el inmueble. Nada puede estar fuera de lugar y todo correctamente ordenado, tal y como la dirección dispone y el protocolo exige.
 
La actriz y directora, LILA AVILÉS, estudió la carrera de Artes Escénicas en Casazul, México, así como Guion Cinematográfico con Beatriz Novaro y dirección de escena con Martín Acosta. Antes de dirigir su ópera prima en el largometraje, trabajó en diversas series como: “La Pantera” 2006 (Canal 5), “Prófugas del destino” 2010 (TV Azteca) y “Drenaje Profundo” (TV Azteca) 2010/11. Como actriz para cine, ha intervenido en el cortometraje “Perspire” 2012 de Carmen Martínez, en los largometrajes “Alicia en el país de María” 2014 de Jesús Magaña Vázquez y “Ella es Ramona” 2015 de Hugo Rodríguez. Finalmente se animó a dirigir su primer cortometraje “Dejá vu” 2016, continuando con el documental “Nena” 2017 y finalizando este pasado 2019 con su debut en la dirección de largometraje de ficción con,  “La Camarista”, que ahora llega a nuestras pantallas. 
 
Eve es nuestra guía turística por ese entramado mundo que forma el hotel, en donde la mayoría del personal, son invisibles a quienes transitan por él y quienes además, poseen  sus propios espacios en los que comen, duermen, se asean y hasta estudian, pues la gran mayoría, debido a las largas jornadas de trabajo, viven más en dicho edificio, que en sus propios hogares. Una intensa crítica a la explotación en el trabajo. Eve conocerá a Miriam, con quien hace una extraña amistad, aunque en realidad, es Eve la más extraña entre todas. Una mujer silenciosa, introvertida y hasta atrevida, cuando considera serlo; en la intimidad. Una observadora de cuanto sucede a su alrededor y sobre todo, en las habitaciones que ella limpia, desde la ropa que se dejan olvidada, hasta lo que tiran a la basura. Todo para ella, es objeto de estudio y casi veneración.
 
Si Gabriela Cartol, encarnando a Eve, es la protagonista absoluta y a quien el espectador acompaña en cada movimiento que realiza con asombrosa naturalidad, Carlos Rossini, se convierte en su sombra, en su compañero más fiel, retratando cuando ella ve o aquello que él mismo, en su curiosidad, nos desea ofrecer a través de su delicada y correctísima fotografía. Una fotografía limpia, nítida, exquisitamente iluminada y con encuadres tan sutiles, que nos convierte en los voyeurs del lujoso hotel, asfixiándonos, intencionadamente, en determinados instantes.
 
Lila Avilés no tiene prisa por narrarnos la historia que nos quiere ofrecer. Ella tiene un claro objetivo y nos lo va desgranando paso a paso, sin hacer ruido. Una obra tan parca en palabras y gesticulaciones como atenta y elegante, deslizando la cámara con la mayor sutileza que se pueda pensar, emulando al propio viento que sinuosa, se desliza por cada rincón sin ser vista, entre ese viaje misterioso de intensos silencios, que la vida exige a sus protagonistas. La Camarista es uno de esos singulares y envolventes films,  que te atrapan, sin saber muy bien el cómo y el porqué. Pocas veces, la monotonía y la rutina del día a día en un trabajo, resulta tan gratificante verlo en la gran pantalla.
 
Mi nota es: 7,5
 
ESTRENO en ESPAÑA: 6 de Marzo
 
REPARTO: Gabriela Cartol, Teresa Sánchez, Agustina Quinci y Alán Uribe.

PRODUCTORA: La Panda
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: El Sur Films.