Nunca he hablado sobre una gran
tradición de mi tierra cantabra. Sucede allá por el último día del mes de febrero,
en la noche, recibiendo al mes de marzo.
En 1925 el Diccionario de la RAE,
definía las marzas como: “marzas (de marzo), f. pl. Coplas que los mozos
santanderinos (hoy diríamos cantabros) van cantando de noche por las casas de
las aldeas, en alabanza de la primavera, de los dueños de la casa, etc. Obsequio
de manteca, morcilla, etc, que se da en cada casa a los marzantes”.
En mi tierra, cada año se
preparan con sumo esmero y se espera esa noche, todavía hoy en día, con la
misma ilusión.
Con sus cánticos se conmemora la
llegada de la primavera, al entrar ya el mes de marzo.
Además de otros lugares del
norte, en Cantabria se cantan de Norte a Sur, de Este a Oeste y hasta un gran
amigo mío: Américo Gutiérrez rodó una película en torno a esta gran tradición,
con el título de una de dichas marzas: Marzo Florido.
Las marzas representa un hecho
cultural complejo, que transciende, con mucho, la desafortunada definición de
la costumbre de pedir, (como suelen etiquetarlas algunos folcloristas de mirada
simple y reduccionista)
Constituye una parte relevante
del folclore masculino, que posee un peculiar lenguaje simbólico, de carácter
polisémico, engarzado en el sistema económico y socio-cultural. Las marzas,
observadas desde la antropología social, aparecen como una práctica histórica
de carácter institucional, a través de la cual las Sociedades de Mozos:
-Se cohesionaban internamente
como grupo de edad – Se abastecían de nuevos miembros, efectuando ritos de
iniciación a la pubertad – Renovaban periódicamente, por medio del comensalismo
y otras demostraciones festivas, las tramas de sociabilidad e identidad de sus
agregados varoniles, de las unidades intervecinales y del conjunto comunitario – Reproducían sus
roles de dominación masculina – Reforzaban, con sus rituales petitorios, el
sistema de ayudas y prestaciones mutuas – Rememoraban la presencia de los
antepasados muertos en la memoria colectiva – Actuaban como instrumento de
integración y de control social en el cumplimiento de los valores e ideales de
la comunidad.
Internamente la cuadrilla de
marzantes se encontraba conformada por el presidente, mozo viejo, regidor,
caporal o amo (mozo soltero de más edad), que tenía la máxima autoridad dentro
del grupo; los quintos del año; un conjunto homogéneo de varios mozos de edades
similares, de un mismo ámbito intracomunitario e igual estatus social; y aquel
o aquellos jóvenes que ese año entraban a mozos y marceaban por primera vez,
una vez cumplidos los 15 o 16 años, una vez pagada la patente, la cuota o los
derechos: pago en metálico o en cántaras de vino, que daba al novicio el
derecho a marcear y poder echarse novia, a partir de entonces. Todos los mozos
se encontraban unidos por su identidad sexual, vínculo de amistad y parentesco,
paroximidad espacial de residencia, igualdad social y moral.
El rito de las marzas comienza
con las cuadrillas de marzantes solicitando permiso, comunicándoselo de forma
verbal al alcalde, al cura y al maestro del lugar dicha celebración. Una vez
obtenida la licencia de los representantes cívico-religiosos de la comunidad,
el grupo recorría al anochecer las calles del pueblo, visitando todas las casas
del vecindario, sin distinción de estatus social.
Y para terminar, aunque se puede
leer mucho sobre esta gran tradición por Internet, os dejo con una de las
marzas cántabras, más populares.
Marzo Florido.
De casa salimos// con mucha
prudencia, (bis) // a cantar las Marzas // si nos dan licencia (bis) // A
cantar las Marzas // vienen los marceros, (bis segundas voces) // como las
cantaban // sus padres y abuelos. (bis segundas voces) // A cantar las Marzas//
vienen los del pueblo. (bis todos a una voz) // A esta casa saludamos// con
alegría y sumiso// Vamos a cantar las marzas// si ustedes nos dan permiso//
Buenas noches caballeros, // vamos a
cantar las Marzas// Las marzas son… // Venimos a cantar Marzas, // es estilo
que tenemos// de nuestros antepasados// y no queremos perderlo// Buenas noches
caballeros, // vamos a cantar las Marzas // Las Marzas son… // (dúo) Marzo
florido // qué bonito entras, (bis) // (Coro) // regando los campos // con tus
flores bellas, (bis) // (dúo) // y los pajaritos // en las arboledas, (bis) //
(coro) // cantando disfrutan // lo que ellos desean. (bis) // A los de esta
casa // solo les queremos, (bis) // dichas y alegrías // y también dinero. (bis)
// Adiós hasta el otro año, // hasta el año venidero, // que si Dios nos da
salud, // a cantarlas volveremos.// (todos) // Marzo florido // qué bonito
entras. (bis)