Hoy domingo ha sido tarde de
Teatro. Invitado por un amigo, he podido disfrutar de la obra “Mejor viuda que
mal casada” un monólogo a cargo de Beatriz Rico.
Con un decorado sencillo o casi
desnudo, se presenta Patricia, el personaje que Beatriz Rico dota de: zalamera,
directa, práctica y sobre todo tierna.
Un personaje que hace pensar y reír
interactuando con el público. Momentos de improvisación y un corte, durante la
obra, donde Patricia deja paso a Beatriz para sincerarse con el público, donde
expone la doble vida que un actor tiene que tener, en muchas ocasiones, al
subirse a un escenario. Un actor siempre se debe al público, como ella dice,
aunque un día antes haya fallecido un familiar, o no se sienta con el ánimo de
salir, incluso, de casa. Es una profesión dura, que incluso su propio hijo, no
entiende, pero respeta.
Mejor viuda que mal casada, es un
monólogo trepidante, donde desgrana sin pudor las relaciones hombre – mujer. Esos
momentos en la relación que uno oculta para sí mismo o que en el peor de los
casos, saca a relucir en una discusión. Pero Beatriz – Patricia, nos lo ofrece en
un tono de humor desenfadado y sin tapujos. Desnudando el alma del personaje y
de la actriz. Donde no priva al espectador de un notable espectáculo: Imita,
canta, baila, llora, ríe…
Beatriz está sublime,
encantadora, cercana. Desprende sencillez y embauca al espectador.
Hoy era el último día de función,
pero como nos comentó, en el rato que estuvimos con ella tras la función,
volverá en Septiembre y por supuesto, a todos los amantes al teatro, os la
recomiendo. Os informaré cuando vuelva a escena.