Google, que nos suele ofrecer de
vez en cuando una noticia en su página principal. Ayer nos acercó la presencia de: Edward Gorey en el
88 aniversario de su nacimiento.
Su nombre completo era: Edward
St. John Gorey, Nació en Chicago, Illinois, el 22 de febrero de 1925 del
matrimonio compuesto por: Helen Dunham y Edward Lee Gorey, pareja que se
divorció cuando él contaba 11 años y se reconcilió cuando contaba 27 años. Como
anécdota, una de sus madrastras fue Corinna Mura, famosa cabaretera que tuvo un
pequeño papel en Casablanca interpretando la marsellesa en el Rick´s Café.
Muere en Hyannis, Massachusetts, el 15 de abril de 2000.
Se formó en diversas escuelas
primarias entre los años 1944 y 46, estuvo en el ejército en Utah y terminó en
Harvard entre los años 1946 y 1950, estudiando francés y compartiendo habitación
con que más tarde fuera poeta, Frank O´Hara.
Entre los años 1953-60 vivió en
New York y trabajó para el departamento de Arte de Doubleday Anchor, ilustrando
portadas de libros, a destacar: Drácula de Bram Stoker, La guerra de los mundos
de H.G. Wells, entre muchos.
En 1953 publica su primer
trabajo: El Arpa sin Encordar, y de entre sus 100 obras, más de 60 se recogen
en las antologías Amphigorey (1972) Amphigorey Too (1975) Amphigorey Also
(1983) y Amphigorey Again (2004), episodios desbordados de una mordaz crítica
del día a día en los que subyace la influencia en Edward Gorey de autores como
Ronald Firbank, Ivy Compton- Burnett y en especial Agatha Christie.
En sus trabajos se observa su
obsesión por lo macabro en retorcidos dibujos de sencillos trazos, enmarcados
en la época victoriana y eduardina, sirviendo de inspiración a otros creadores
como Tim Burton quien llegó a afirmar “Algunos de mis personajes nacieron a raíz
del tratamiento naif que impregnaban las crueles y trágicas historias de Edward
Gorey”
Gorey nunca fue un autor de
masas. Se inventó a si mismo y plasmó sobre el papel todo un mundo surrealista
de personajes pálidos, escuálidos, sometidos a la resignación de la desgracia
de tal forma, que consiguió arrancar las sonrisas al lector que contemplaba cómo
la irremediable tragedia se adueñaba de ellos. Pero si bien, no fue ese autor
de masas, si fue conocido a través de su introducción a la serie de la PBS “Mystery!”
en 1980 y sus diseños para la producción de Broadway de Drácula en 1977 por la
que ganó el Tony Award al mejor Diseño de Vestuario y también recibió la
nominación al Mejor Diseño Escénico.
Sus dos grandes aficiones fueron:
el ballet (donde asistió durante muchos años a todas las representaciones del
New York City Ballet) y a los gatos. Estos
últimos le inquietaban y atraían su atención, capturando los movimientos en sus
dibujos y obras como: Dancing Cats and Neglected Murderesses, cuyos bocetos se
confundían con siluetas femeninas. Tal fue su obsesión por los gatos, que llegó
a ceder en su testamento la gestión de su obra a una fundación dedicada a la
defensa de los perros y gatos.
Entre las excentricidades de
Gorey se encuentran el combinar las zapatillas deportivas con abrigos de piel,
comprar libros de forma obsesiva o coleccionar bebés muertos.
Entre sus anécdotas, el comenzar a
dibujar a la edad de dos años y leer sin la ayuda de nadie a los 3 años. El
conocimiento que tenía sobre la literatura y el mundo del cine, eran asombrosos
y muy extenso. Entre sus artistas favoritos estaban: Frrancis Bacon, Louis
Feuillade, Jane Austen, Ronald Firbank, Robert Musil, Vermeer y Yasujirö Ozu
entre otros muchos.
En 1996 fue objeto de un
documental dirigido por Christopher Seafert, aún sin estrenar.
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