Nunca
he estado en Dublín, está escrita por Markos Goikolea y dirigida por Mireia
Gabilondo. Se puede disfrutar desde el 5 de febrero al 27 de abril en el Teatro
Pavón.
La familia Amesti
formada por La Madre (Eva Hache), (El
padre) Iñigo Aranburu y El hijo,
Martín (Iñigo Azpitarte), están muy
ilusionados porque después de tres años sin saber nada de Elena, la hija (Carolina Rubio), que vive en la
actualidad en Londres, está punto de llegar para cenar con ellos, además viene
acompañada de su novia irlandesa Cindy.
Una divertida comedia
de situación llega al teatro Pavón, con cuatro personajes de lo más singulares.
Una madre ludópata que se ha arruinado con la compra de criptomonedas y debe
30.000 euros, si no los paga se queda sin la casa. Un padre en paro practicando
una filosofía de vida un tanto peculiar, eso sí, muy positiva; Martín que vive
con los padres, tiene un hijo y está en proceso de divorcio, el cual lleva
retrasando un tiempo porque aún piensa que su mujer le pedirá que vuelva y
Elena, que no solo se ha pasado tres años sin dar señales de vida, sino que
viene acompañada de su novia que es invisible. Sí, claro, producto de su
imaginación.
Un cuarteto preparado
para provocar situaciones de lo más disparatadas cuando, durante la cena y en medio
de las conversaciones, salgan a relucir los problemas personales que no asumen
y que les ha llevado al punto en el que se encuentran. Los dardos dialécticos
se disparan de un lado a otro, como los fuegos artificiales que escuchamos de
fondo en un momento determinado, a través de la gran cristalera. Dardos
adornados con frases que buscan justificar lo injustificable y que despertarán
las sonrisas y carcajadas en el espectador, eso sí, hay que decirlo, la
verdadera protagonista es Cindy, sí, la chica invisible, ella lo pone todo
patas arriba. Una obra no exenta de crítica social en medio de las tradiciones,
las costumbres, la falta de autoestima, los engaños, las apariencias y por
supuesto, de las debilidades y virtudes.
La obra cuenta con una
interesante puesta en escena por parte de Mireia
Gabilondo, que aprovecha cada rincón y elemento de la escenografía ideada
por Fernando Bernués, para situar a los
personajes de forma que la obra resulte aún más dinámica. Por su parte Bernués,
con su trabajo ha logrado recrear y captar la atmósfera que precisa un salón en
una fecha tan señalada, dividiendo el espacio en cuatro partes: El fondo lo
compone una gran cristalera que da a la terraza, en la cual se encuentra un
árbol de Navidad iluminado con sus lucecitas. Ya en el interior del hogar y
siempre desde la mirada del espectador, en la zona izquierda vemos un sofá y
una mesa baja; en el centro está dispuesta la mesa de comedor vestida con un
mantel rojo sobre el que aguardan los platos, vasos y cubiertos y ya en la
parte de la derecha, un mueble bajo con una gran lámpara. Dos alfombras de un
tamaño medio adornan el suelo y una lámpara a juego con las demás, en el techo.
Escenografía a la que no le falta ningún detalle, pues hasta el cuadro que
cuelga de una de las paredes, tendrá su protagonismo.
Y, como no quiero
desvelar nada más, pues os aseguro que si decidís asistir a la función os lo
vais a pasar muy bien, solo me queda hablar de los cuatro actores. Sin ninguna
duda, Eva Hache, a la que ya había tenido
el placer de ver y escuchar en uno de sus monólogos, se convierte en el centro
de atención, sus frases lapidarias, su espontaneidad, las miradas y cada gesto,
provocan que incluso cuando hablan los demás, estemos atentos a ella, pues
nunca deja indiferente. Los mejores momentos de Carolina Rubio, son cuando conversa y debate con su novia
invisible. Por su parte Iñigo Aranburu
nos brinda un personaje un tanto desconcertante con su manera de ver la vida y
el personaje de Iñigo Azpitarte, se
merecería más de una colleja, para que despertara a la realidad. Todos
convencen y todos nos hacen pasar una hora y media, de lo más divertida. El Teatro Pavón, os espera con las puertas
abiertas.
FICHA
TÉCNICA
Dramaturgia:
Markos Goikolea
Dirección:
Mireia Gabilondo
Reparto:
Eva Hache, Carolina Rubio,
Iñigo Aranburu e Iñigo Azpitarte
Escenografía:
Fernando Bernués
Vestuario:
Ana Turrillas
Diseño
iluminación: Xabier Lozano
Música:
Iñigo Azpitarte
Ayte.
dirección: Virginia Rodríguez
Regidora:
Cristina Berhó
Dirección
de producción: Nadia Corral
Producción:
Octubre Producciones y La
Tentación
Duración
Aprox. 90 minutos.
LA OBRA ESTARÁ EN CARTEL HASTA EL 27 DE ABRIL DE 2025
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