ZENIT
COMUNICACIÓN nos informa que la BERLINALE acoge el 15 de febrero la première de
“Vestida de azul” en 4K
El cine español probaba
los límites de la recién inaugurada democracia cuando el documental Vestida
de azul (1983) llegó a las salas para abordar como nunca antes se había
hecho el tabú de la transexualidad y descubrir la hiriente realidad que enfrentaban
las personas del colectivo. Dirigida por Antonio Giménez-Rico, se convirtió en
una película de culto de difícil acceso cuyo irremplazable testimonio se
proyectará en una renovada versión en 4K en el 75º Festival de Berlín.
La première de esta
obra de referencia para el colectivo LGTBIQ+ tendrá lugar el 15 de febrero, a
las 21:30 horas, en la Akademie der Künste (Hanseatenweg), y contará con la
intervención de Nacha Sánchez, superviviente del elenco de mujeres que
participaron en el documental. El acto estará arropado por autoridades de la
cultura y el cine español. Asimismo, el 17 de febrero, a las 20:00 horas, el
cine KLICK Kino acogerá otro pase del largometraje.
El pionero e impactante
documental en torno a las dificultades que atravesaban las personas trans
durante la Transición española participará en Berlinale Classics, área del
certamen dedicada a las restauraciones en alta calidad de obras históricas del
séptimo arte y redescubrimientos cinematográficos. Será la segunda producción
española en incluirse en esta sección, después de que en la pasada edición
fuese seleccionada Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981).
Remasterizados ambos títulos por Mercury Films, en colaboración con la
plataforma FlixOlé y en el marco de sus labores de conservación y difusión del
patrimonio audiovisual español, la distribuidora estará presente por segundo
año consecutivo en el festival cinematográfico que acoge la capital alemana.
Sobre dicha versión
de Vestida de azul, el proceso ha consistido en el escaneo y
posterior restauración de imagen y sonido del negativo original de 16mm,
logrando como resultado la inédita versión de la cinta que se estrenará en
clave mundial en Berlinale. Mercury Films recupera y promueve así una película que,
hasta su incorporación en el catálogo de FlixOlé, permaneció durante décadas
maldita debido a la limitada distribución que se hizo tras su paso por la gran
pantalla.
Asimismo, con motivo
del estreno en Berlinale Classics, FlixOlé facilita a los medios de
comunicación material inédito de Vestida de azul. Procedente del archivo
familiar del director, este legado que han cuidado su hijo, Rodrigo
Giménez-Rico, y su sobrino-nieto, Jorge del Caño, incluye fotografías del
rodaje en las que se muestra a Giménez-Rico compartiendo encuadre con el equipo
técnico y el elenco; una ficha técnica del documental firmada por el propio
realizador, y en la que expone los motivos que le llevaron a filmar la cinta, a
relatar su experiencia e indicar el mensaje que intentó trasladar; así como la
carta que René, una de las protagonistas, envió a su madre para confesarle que
“vivía y sentía como mujer”.
Insólito
documento cinematográfico
Los años 80 gateaban en
un país que jugaba a ser moderno al tiempo que intentaba despojarse de los
fantasmas del franquismo. El cine comenzó a explorar historias censuradas
durante la dictadura. Temas como la transexualidad no habían tenido
representación en la gran pantalla española más allá de escenas caricaturescas
o personajes trufados de clichés que se presentaban sin otro afán que
ridiculizar al colectivo. Esta circunstancia, sumada al desconocimiento y
prejuicios en materia de orientación sexual e identidad de género que
arrastraba gran parte de la sociedad y medios de comunicación, acrecentó la
estigmatización y humillación de las personas trans, cuyos mundos parecían
quedar reducidos irremediablemente en aquella época a los cabarets y a la
prostitución.
El director Antonio
Giménez-Rico se propuso realizar un largometraje de ficción que abordase dicha
realidad. Para la elaboración del guion, se ayudó de mujeres transgénero que
compartieron sus experiencias con el cineasta. Fue entonces cuando éste comprendió
que la película se encontraba ahí: en el sufrimiento y marginación con el que
convivían en su día a día, por lo que decidió continuar indagando sobre ellas,
pero con una cámara.
De las entrevistas
surgió Vestida de azul, el documental que marcó un antes y un después al
reflejar la desesperanzada cotidianidad, ilusiones y reivindicaciones de seis
mujeres trans: Loren, Renée, Nacha, Eva, Tamara y Josette. A través de la
primera, el espectador pudo conocer la hipocresía de una sociedad que las señalaba,
perseguía e insultaba mientras reclamaba sus servicios encima del escenario o
cuando hacían la calle; Renée reveló el miedo que experimentaban a la hora de
presentarse ante sus familiares tal y como eran; un temor justificado por las
agresiones verbales y físicas sufridas en su propio entorno, como así atestiguó
Tamara, trans y gitana.
Frente a estas
prácticas, Nacha ejemplificaba el lado más contestatario, mientras que Eva
evidenciaba la incomodidad que se generaba en situaciones tan corrientes como
mostrar el carné de identidad. Por su parte, Josette revelaba las secuelas de
los convencionalismos mediante un encuentro que mantuvo con su exesposa en el
filme.
Seis
mujeres que hicieron historia
Giménez-Rico condujo
cada uno de los relatos alejándose de todo componente morboso y
sensacionalista, y dirigió el peso narrativo sobre las protagonistas. Ello
aportó profundidad al mensaje al tiempo que sirvió de crónica de cuanto rodeaba
a las personas trans, ya que las confesiones delante de cámara caminaban en
paralelo a las detenciones y encarcelamientos, falta de oportunidades
laborales, agresiones y explotación sexual que padecían. También de los cambios
que experimentaba la sociedad, coincidiendo la realización del filme con la
despenalización de la operación de reasignación de sexo.
Los testimonios e
incómodas verdades que con naturalidad y espontaneidad desfilaron en Vestida
de azul hicieron de éste un novedoso documental. El mismo se proyectó en
el Festival de San Sebastián, donde el público ovacionó durante diez minutos a
las seis mujeres que valientemente compartieron con el mundo sus vivencias. La
cinta, que también cruzó el charco para participar en el Chicago Film Festival,
experimentó un considerable éxito; aun con el reducido presupuesto y equipo con
el que contó, participando en el mismo el reputado director de fotografía, Teo
Escamilla —quien a su vez intervino en la producción del filme junto al
cineasta Jaime de Armiñán (Mi querida señorita, 1972) mediante la compañía
Serva Films.
FlixOlé está disponible
en Smart TV, tabletas y teléfonos IOS y Android, Fire TV, Orange TV, ZapiTV,
Amazon Prime Vídeo, Movistar Plus+ y a través del ordenador, además
las películas se pueden descargar para verlas sin conexión
a internet en cualquier dispositivo móvil
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