jueves, 20 de febrero de 2025

TU COLOR: CRÍTICA DE CINE

Tu Color está dirigida por Naoko Yamada con guion de Reiko Yoshida “Hay colores que se pueden “sentir” en lugar de “ver””

Totsuko tiene la habilidad de la sinestesia, en esta ocasión ve a la gente como colores, esos colores ofrecen a Totsuko (Voz de Sayu Suzukawa) una idea de la esencia real de esa persona y sus emociones. Totsuko estudia en un colegio  católico, como interna, al que también acude Kimi que es una estudiante ejemplar. Totsuko  se entera por un grupo de estudiantes de que Kimi ha abandonado los estudios por diversas razones. Un día escucha que Kimi (Akari Takaishi) está trabajando en una librería de un centro comercial y decide hacerle una visita. Mientras Kimi y Totsuko conversan sobre música, aparece Rui (Taisei Kido), un chico que les pregunta si se puede unir a ellas y formar una banda.

Naoko Yamada tras finalizar el instituto se matriculó en la “Kyoto University of Art and Design” eligiendo como asignatura “Pintura al Óleo”. Tras graduarse ingresó en el estudio de animación Kyoto Animation entre los años 2005/2020, en la actualidad trabaja en el estudio de animación Science Saru. Se inició en la televisión con capítulos de series como “La melancolía de Haruhi Suzumiya” 2006 continuando con “Lucky Star” 2008, “Clannad: After Story” 2008/09, “K-On!” 2009/2011, “Nichijou” 2011, “Hyouka” 2012, “Tamako Market” 2013, “Kyoukai no kanata” 2013, “Love, Chunibyo & Other Delusions: Depth of Field- Love and Hate Theater” 2012/14, “Hibike! Euphonium” 2015, “Kobayashi-san Chi No Maid Dragon” 2017, “Free!” 2013/2018, “Tsurene: Kazemai koukou kyuudowbu” 2018, “Modern Love Tokyo” 2022, la miniseries “Heike monogatari” 2021. Los cortometrajes “La desaparición de Haruhi Suzumiya” 2010, “Garden of Remembrace” 2022 y ya en el largometraje debutó en “K-On!: La película” 2011, “Tamako rabu sutôrî” 2014, “A Silent Voice” 2016,  “Rizu to aoi tori” 2018 y este año nos ofrece “Tu Color” 2024.

El mundo de los colores y su importancia son el motor de este filme, pues ya desde el prólogo, escucharemos a Totsuko ofrecernos una MasterClass sobre la importancia de los colores y el por qué los vemos. Una clase didáctica, sencilla, esquemática y destinada a los más pequeños de la casa, como obertura de una historia que va más allá, de lo simplemente visual y en donde el relato se hace adulto. Totsuko considera que los colores que ella ve se encuentran en un lugar ligeramente diferente. ¿Es quizás el color el uniforme del alma, de nuestro ser más íntimo? Totsuko se pregunta que si ella fuera un color, qué color sería y para descubrirlo, como todo en la vida, tendrá que esperar el momento indicado.

Estos tres jóvenes no solo llenarán de colores la pantalla, con el permiso de su creadora Naoko Yamada, sino del sonido, del  que emite la música que surge de las emociones y los anhelos que les persiguen, los miedos que les atenazan, las dudas que no les hacen avanzar y la soledad que muchos adolescentes sufren, al no encontrar el camino que les corresponde y que en ocasiones resulta tan sencillo como abrazar a la amistad, al amor y a la verdad. A esa amistad con quien se puede compartir los sueños e intentar hacerlos realidad, al amor desinteresado que no busca más que la felicidad en las cosas simples y la verdad, que nunca debe de ser ocultada, pues puede llegar a provocar una oscuridad innecesaria, separándonos de nuestro verdadero objetivo. Estos tres jóvenes, en apariencia inadaptados, tienen mucho que decir y ofrecer. ¿Por qué no les escuchamos?

Como es habitual en el perfecto tándem que forman la directora y la guionista Reiko Yoshida, tras varios proyectos juntas, destacaría la inolvidable “A Silent Voice”, se enfrentan de nuevo a problemas que afectan, en particular, a los adolescentes y que si no se toman en serio, acarrearán daños irreparables, pues la vulnerabilidad ante la sociedad que se abre ante ellos, les puede hacer perder el equilibrio emocional. En “A Silent Voice” nos adentraron en la discapacidad, el Bullying y el suicidio. En esta ocasión, aunque con una obra más tierna y menos oscura, nos habla de la soledad y del miedo. Miedo a mantener una conversación directa con los adultos, principalmente con los padres, exponiendo lo que piensan sin tapujos, cuáles son sus aspiraciones o simplemente el ser escuchados, atendidos y respondiendo a las dudas; pues de lo contrario, ese abandono, no premeditado, puede desembocar en la angustia y la introversión, cuando no a algo más radical. Una vez más, directora y guionista clavan el tono en el que deben dirigirse a los jóvenes y a los adultos, por lo que el visionado debería ser obligatorio para los padres  e hijos en esas edades tan críticas.

En esta ocasión Yamada nos vuelve a sorprender con su cuidada y delicada paleta de color que juega con lo onírico, realista y surrealista. En algunas escenas los colores y fondos resultan tan diluidos, que nos recuerdan a algunas obras realizada en acuarela, casi imperceptibles a la vista, pero que Naoko aprovecha para acentuar lo que desea ser visto, incluyendo el vacío existencial de la protagonista, quien busca paliar su melancolía con el color que desprenden las personas de su alrededor, llegando a alcanzar el éxtasis, y si el color tiene gran protagonismo, no será menor el que se le otorga a la música, como curación y liberación. Como elemento de cohesión entre los tres amigos y como vía de escape para contar sus historias. Color y música se fusionan en exaltación a la vida.

“Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar y valor para cambiar las cosas que sí puedo”

Mi nota es: 9

ESTRENO EN ESPAÑA: 21 de febrero.

MUSICA: Kensuke Ushio.

PRODUCTORAS: Science SARU.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Selecta Visión.

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