“DANGEROUS ANIMALS (Animales
peligrosos)”
está dirigida por Sean Byrne con
guion de Nick Lepard.
Después de un tenso prólogo que nos pone en situación sobre
quien es Tucker (Jai Courteney), nos
encontramos con Zephyr (Hassie Harrison),
una surfista inteligente, audaz e independiente que conoce a Moses (Josh Heuston), un agente inmobiliario.
Entre ellos surge atracción a primera vista y tras pasar la noche juntos,
Zephyr se va de la casa de Moses, sin avisarle. Aparca su furgoneta y se prepara
para surfear un rato, pero Tucker, al que ya conocemos su forma de actuar, la
secuestra. Cuando Zephyr descubre las intenciones del sádico Tucker, buscará la
manera de liberarse y salir del barco, mientras que Moses, que encuentra un
trozo de la tabla de surf de la chica en el agua, decide investigar por su
parte.
El guionista y director, Sean Byrne, se licenció en derecho y realizó su maestría en la
Escuela Australiana de Cine, Televisión y Radio. Mientras estudiaba dicha
maestría rodó los cortometrajes “Sport” 1999, “Work?” y “Sunday en 2000 y “Ben”
2001 y tras finalizar continúo con el corto “Advantage Satan” 2007. Debutó en
el largometraje con “The loved ones (Cita de sangre) 2009, “The Devil`s Candy”
2015 y este año nos ofrece “Dangerous Animals” 2025.
Estamos ante una de esas películas que lleva el sello indiscutible
de “cine de verano”, en donde el director se encarga de potenciarlo durante los
primeros minutos, con un prólogo que huele a mar y por instantes, resulta
asfixiante. De un lado se nos presenta las estampas más características de la
estación estival: Playa, calor, jóvenes yendo de un lado a otro, pieles
bronceadas, bañistas disfrutando del mar al igual que los surfistas y junto a
toda esa algarabía vacacional, el lado oscuro que como una brisa cálida se
desliza silencioso, creando tensión, cuando vemos a ese psicópata con la
primera pareja a bordo. Sabemos que algo va a pasar pero nos relajamos cuando
la chica baja al fondo del mar y ve, desde el interior de la jaula que la protege,
la belleza del mundo submarino plagado de tiburones; pero luego, luego todo
cambia para el gozo de los espectadores que buscan sensaciones fuertes entre
los refrescos, las palomitas y el aire acondicionado de la sala. Debo confesar
que aunque me ha resultado muy
previsible, se disfruta.
Hasta la fecha no había visto nada de este director y lo
que me ha dejado claro tras el visionado, es lo astuto que ha sido al filmar
una historia tan sencilla y la mala baba que exuda, escribiendo un guion, que
sin derrochar imaginación, calcula con precisión cada escena, cada diálogo por
absurdo que nos pueda parecer y siempre buscando el impacto al someter a sus
personajes y espectador, a un juego macabro con tiburones hambrientos. No es el
tiburón de Spielberg, pero acojona. Debo confesar que para mí el verdadero
tiburón, el verdadero animal peligroso de esta película, no es el escualo sino
ese demente con un severo trastorno mental y cuya presencia provoca rechazo.
Logra convertir la embarcación en un espacio de tortura. Cuanto vemos, nos lo podemos creer, hasta la
historia romántica que surge. ¿Quién no ha tenido un amor de verano? Pues aquí
lo aliñamos con tiburones y un asesino en serie y sálvese quien pueda, porque
el cóctel está servido.
El filme cuenta con una cuidada fotografía en la mirada de Shelley Farthing-Dawe, quien capta y
diferencia entre lo festivo del verano, de los cuerpos al sol con sus bañadores,
del disfrute de la naturaleza o de los cielos azules y del mar; en contraste
con el lado más tétrico que se puede manifestar, alimentando a una mente
oscura. Al juego del gato y el ratón, el director incorpora la cámara que filma
las paranoias enfermizas de Tucker y así causar un mayor dramatismo. La banda
sonora de Michael Yezerski, por
supuesto, potencia las escenas y no me puedo olvidar del extraordinario montaje
a cargo de Kasra Rassoulzadegan.
Resumiendo, Animales peligrosos es un filme de terror
psicológico con sus dosis de gore y miembros mutilados. No descubro nada, hay
tiburones hambrientos y un demente que les mantiene bien alimentados. Está
rodado con estilo, filmado con elegancia
e interpretado por un pequeño grupo de
jóvenes que nos resultan creíbles y con los que se empatiza, más que nada,
porque están constantemente en la cresta de la ola de la muerte. Entre ellos
destaco a la bella Hassie Harrison,
cuyo personaje Zephyr, empoderado, solitario y con una vida que navega entre
las sombras y las luces del pasado, mantiene un duelo sin límites con el sádico
Tucker, en una descomunal interpretación de Jai Courteney. Courteney nos brinda uno de esos villanos que posee
todas las papeletas para ser odiado, por décadas. Animales peligrosos contiene
algunas escenas de un fuerte impacto visual, como la que nos ofrece Zephyr,
para librarse de las esposas. Te corta la respiración.
Mi nota es: 8
ESTRENO EN ESPAÑA: 14 de agosto.
REPARTO:
Hassie Harrison, Josh Heuston, Jai Courtney, Rob Carlton, Ella Newton, James
Munn, Liam Greinke, Ryland Pearson-Mcmanus, Mike Goldman, Teah Fraser, Sean
Richard y Jess Tredinnick.
PRODUCTORA:
Brouhaha Entertainment// LD Entertainment// Range Media Partners// Oddfellows
Entertainment
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Selecta Visión.