Muchos ya conocéis mi condición de nudista y muchos me han hecho preguntas como: ¿Qué diferencia existe entre estar desnudo o con un bañador en la playa…? ¿Por qué la desnudez es tan importante para ti? ¿No te da vergüenza estar desnudo delante de los demás? Etc.
Siendo sincero, como siempre, hasta que no me hacen preguntas parecidas, no reparo en mi desnudez cuando lo estoy. Soy nudista desde niño. El único nudista de la familia y ya a muy temprana edad, cuando sentía calor, dejaba toda la ropa en cualquier sitio y correteaba, jugaba o simplemente veía la televisión de esa forma. Mi madre me obligaba a vestirme y yo me negaba. Por lo que creo que la desnudez está en uno mismo, no en una moda como muchos creen.
Estar desnudo en el medio o en el hogar, es sentir la libertad de mi cuerpo, de mi ser y percibir que soy libre en todos los movimientos que ejecuto. Nada tiene que ver con la sexualidad, como la mayoría creen cuando no lo han practicado. El cuerpo desnudo es la naturalidad y expresión de uno mismo. Como he dicho tantas veces y esa frase se recoge en: Tras las puertas del corazón “Desnudo soy yo mismo, vestido uno más de la sociedad” Y es así como me siento. En mi desnudez soy yo, sin artificios, sin mentiras, sin equivocaciones, mientras que vestidos, muchas veces parecemos réplicas salidas de una tienda de moda.
No siento vergüenza ante la desnudez, sea la mía o la de cualquiera que esté junto a mí. Porque en la desnudez no hay vergüenza que esconder. Somos lo que somos y así debemos presentarnos, sin tabúes ni complejos. Cada cuerpo es la expresión del arte que la naturaleza ha creado y concebido para cada uno de nosotros y debemos sentirnos orgullos como pieza única que somos.
Os invito a que este verano. En soledad o compañía, practiquéis ésta forma de vivir y sentir y descubráis como al salir del mar o de una piscina sin bañador, el cuerpo lo agradece. Cómo al pasear por la orilla del mar vuestro cuerpo experimenta sensaciones que con un bañador mojado, lleno de arena e incómodo a la piel, por muy moderno que sea y aún teniendo el mejor tejido del mundo, no hay nada como nuestra propia piel y no digamos a la hora de tomar el sol o simplemente disfrutar en una terraza con un refresco.
Soy fundador y presidente de la Asociación Nudista de Cantabria y aunque desde que me vine a vivir a Madrid no hemos realizado prácticamente actividades, os invito a que en un momento determinado, visitéis nuestra página. Allí encontraréis mucha información: www.anc-naturismo.org