Hoy vamos ha conversar con José G. Villar, o como él prefiere que le conozcan por su arte (La pintura) Glez. Cinos.
Desde muy niño se deja guiar por su padre en el arte de la pintura y la literatura, siendo la primera de estas disciplinas en la que encontrará su afición y su máxima necesidad de expresar.
Madrileño de pura cepa, presume de ser gato y en su forma de expresarse no hay la menor duda. Con una sonrisa en sus labios me mira expectante ante lo que le voy a preguntar:
J.S. Presumiendo de gato, la primera pregunta que se me ocurre es ¿Cómo has visto evolucionar Madrid en estos años?
G.C. Madri, que no Madriz – risas – ha pasado poco a poco de ser una ciudad algo paleta a ir poco a poco abriéndose al mundo, a querer ser cosmopolita, a ser centro de culturas, de gentes distintas – pausa – Lo malo su presidenta – sonrisa picarona - Madrid, que fue centro de una dictadura, centro cerrado paso por conato de apertura que con el tiempo fue cristalizando hasta llegar al punto en que nos encontramos.
Sigue con hambre de ser aún más el centro de cultura, de vida y de una posición en el mundo.
J.S. ¿Qué valoras en una persona?
G.C. En la gente en general, no en una sola persona. Me gusta sobre todo que día a día quiera ser buena gente, que quiera ser mejor con su gente y que quiera vivir con los que le rodean. Me gusta que tenga inquietudes y no se estanque.
Me gusta que la gente, una persona, diez mil, estén dispuestos a avanzar, a crear un nuevo mundo tras comprobar que lo creado quizás no es lo mejor que hicimos. Sé que ambiciono demasiado, pero valoro el esfuerzo por todo lo expuesto.
J.S. ¿Cuáles son tus inquietudes en la vida?
G.C. Mira, lo digo de verdad, ser buena gente, quiero día a día ser mejor, no joder al de mi derecha ni al de mi izquierda, y vivir con los que me rodean.
J.S.¿Piensas que el ser humano se ha hecho demasiado autómata ante esta sociedad?
G.C. No lo creo, lo afirmo, lo es, simplemente pensamos cuando hablamos del ser humano, en la sociedad occidental, en lo poco que conocemos y nunca en el resto. El mundo va más allá de nuestras narices y no nos damos cuenta.
Nos preocupamos tan sólo de lo nuestro. Decimos “Dios cómo está el mundo”, lo decimos porque vimos el telediario, lo siguiente es, “Me compré el…” No digo que tengamos que tener mil dosis de vanidad y frivolidad, porque si no la vida sería insoportable, pero por Dios, un poco, sólo un poco de ver, mirar, sentir al resto. Miremos más allá, comprendamos y así seremos mejores, empaticemos, queramos al vecino un poquito, sólo un poquito.
J.S. ¿Se están perdiendo los valores fundamentales del ser humano por las prisas, el estrés y el trabajo?
G.C. Sí. El motivo es que no nos paramos ni en el instante en el que tenemos tiempo, incluso el recreo lo hacemos a toda prisa. Queremos vivirlo a toda prisa, no miramos lo que hacemos, la persona de nuestra derecha no nos importa, sólo
nosotros.¿Lahumanidad? ¿Eso qué es? Casi no se sabe ya.
Observa, mira, y verás que tú eres parte de todas esas gentes que ves así. Podríamos detener el mundo un poco y ser mejores todos.
J.S. ¿Qué valor le das al dinero?
G.C. Uf – risas – A ver, esa pregunta siempre tiene trampa. Complicado. El dinero es muyyyy necesario, lo necesitas. Necesitas más allá de gastos diarios, más allá de lo que por tontería decimos por quedar bien. El dinero para ser feliz de verdad tiene que tenerse lo suficiente como para poder respirar tranquilo ante todo, incluso para el ocio, para disfrutar, pero disfrutar incluso invirtiendo en aquello que es hacer feliz a otro. El dinero es muy importante, no sé si por desgracia o no, pero no creo en la frase de que no es importante.
J.S. ¿Qué valor le das al físico y a la mente, tanto personal como hacia los demás?
G.C. Voy a ser lo más sincero posible desde lo más sincero de mi cerebro y mis pelotas. Me gusta la gente atractiva, me gusta la gente con inteligente. ¿En qué medida? Buf, siempre prefiero algo más de cerebro que físico. Si sólo hay físico, sólo físico… Tío, aburrido. Hay que ser inteligente hasta en la cama.
El físico, no sé porque al final nos importa, no sé el motivo, puede que sea antropológico.
Miremos la naturaleza, los más bellos triunfan, los más fuertes. El hombre si consigue
algo por inteligencia puede triunfar usándola, pero… hay también quien no lo aprecia.
J.S. Entremos en materia artística. Tú padre influyó en ti en el arte de la pintura y la literatura. Comencemos con la primera. Cuando te enfrentas ante un lienzo o una hoja de papel ¿Qué sientes? ¿Qué deseas mostrar a la sociedad?
G.C. Miedo. Primero miedo. Miedo a no conseguir que lo que tengo en mi cabeza no salga, que todo lo que durante mucho tiempo se a estado barruntando y dando vueltas y vueltas no se acerque mínimamente a lo que después salga. Eso me da miedo.
Luego, ¿qué deseo mostrar? Todo lo que he pensando, normalmente siempre es un tema, una idea. Nunca es belleza por belleza. Siempre hay temas, expresar eso que he visto: La verdad de los pobres en Madrid, cuando por casualidad un día conozco
a alguien y me cuenta su historia, me da una idea, tengo que expresar eso, ¿Por qué? Porque hay miles de historias parecidas. La pesadumbre de… La alegría por
otras muchas, el sexo, lo que sea.
J.S. ¿Consideras entonces que la pintura es una forma de rebelarte sin palabras ante lo que te gustaría escribir o decir?
G.C. Por un lado sí. La pintura es mi medio. Es eso que descubrí siendo niño y me fascinó. Recuerdo que uno de esos pintores fue: Juan Gris y me fascinó y pensé, siendo muy niño, que era mi camino. Cómo quería yo escribir, gritar, pintar, comunicar al mundo. Un nexo de comunicación con todos. Esa es mi aspiración.
J.S. ¿Tienes influencia de algún pintor o estilo, o por el contrario buscas tu propio método?
G.C. Siempre hay grandes pintores a los que admiro, inevitablemente eso te arrastra.
Yo busco mi camino día a día, a cada instante, incluso experimento cosas nuevas buscando ese camino personal que es el trabajo diario.
J.S. ¿Con qué materiales te sientes más cómodo entre las manos a la hora de plasmar esas obras?
G.C. Mi material preferido es el óleo, la grisella, la tinta y el acrílico, pero sobre todo y ante todo, el óleo. Es el más maleable. Me transporta a momentos cumbres, me hace sentir la pintura como algo muy puro, no sé, puede que sea algo muy personal.
J.S. ¿En que estilo pictórico te clasificarías?
G.C. Risas – Eso es algo que nunca he sabido contestar. Sí puedo decir que es figurativista y punto, odio etiquetar la pintura o el arte en general. Me parece absurdo.
J.S. ¿Aceptas bien las críticas?
G.C. Nuevas risas – Bufffffffffffffff. Mira, hace tiempo no era capaz de llevar bien las críticas, para nada – risas – Pero gracias a unos ejercicios de PNL lo he conseguido. El no depender tanto de lo que se decía, el saber encajar, gracias a Dios lo mejor.
Fíjate, la exposición en Barcelona en Junio, se inauguraba a las 20 horas y yo no estaba. Claro, me llamó mi hermana y me dijo: “José, José, esto es increíble, es increíble, es un éxito que no me lo creo ni yo, no pensé que esto fuese a ser así”
Lo peor que llevo es cuando me dicen cosas como “no es algo concreto” Lo mío es figurativista y entonces suelen andar con: “pues tiene las manos mal hechas” “pues esto no sé por qué es así” Suele ser la gente más de calle las que más me afecta, porque mi idea es acercar lo más posible el arte a la calle.
J.S. Cambiando un poco de tema, la lectura es otra de tus pasiones ¿Qué autores te gusta leer?
G.C. Simone de Beauvoir, Andre Gide, Juan Goytisolo entre otros muchos. Me apasionan los ensayos sobre Vermmer, Goya y el Bosco y para aflojar un poco, algún fragmento entre medias de: Santamaría de las flores de Jean Genet.
J.S. ¿Qué buscas en la lecturas?
G.C. Pues que me llegue, me transporte a mundos, que al leerlo diga: ¡hostias!Aprender, cuestionarme, hacerme dudar alguna vez e incluso que me haga reír, llorar (o un nudo, no consigo llorar)
J.S. ¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
G.C. Pues mira, me llevará una empresa DROLMA, que tiene un apartado que es: Drolama Art. Por tanto intentaremos expandir el radió de acción, conseguir llegar a más gente, para ello pintar, dibujar, observar, hablar, buscar cada día más gente que me aporte, que me dé mil cosas para plasmar. Me gusta mucho la gente y ella me hace pintar. Me gustaría que fuera un “toma y daca” Conseguir que el arte llegase mucho más a la calle. Ese es nuestro proyecto.
J.S. Para finalizar ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara que no he hecho?
G.C. ¡Hostias! – Risas – Tal vez ¿Cómo veo el arte en estos momentos? Y contestando decir que creo que el arte está en manos de cuatro gurús que mueven los hilos, que han dejado degradar lo que significa ARTE. Creo que han hecho creer que el arte es algo complicado y sólo al alcance de quienes entienden del tema, y el arte es algo universal, algo que surge como forma de entendimiento y comunicación, y tiene que regresar a ese punto. El arte entra en todos por el alma y todos tenemos alma. No se puede escuchar jamás esa frase de “es que como yo no entiendo de arte, no sé si es bueno o no”
El arte tiene que provocar emociones, preguntas, respuestas de forma individual.
No tiene que ser algo absolutamente colectivo: ve, admira, detecta lo que ves por ti mismo, deja de sentirte influenciado, se individuo. ¡Ama el arte!
Sorpréndete al admirar un cuadro, una escultura, al leer un libro. ¡Disfrútalo!
¡Ama el arte coño! – carcajadas que me contagia.
J.S. Ahora sí hemos llegado al final. Ha sido un verdadero placer conversar contigo y descubrir un poco más a la persona y al artista que hay en ti.
G.C. Muchas gracias Javier. También para mí ha sido un placer conversar contigo y descubrir al entrevistador que hay en ti. Un placer agradable y me he sentido
“sorprendido”.
Continuamos conversando, con ese aire campechano, con esa forma especial que le caracteriza. Un joven sencillo, con inquietudes y lleno de vida por compartir con los demás.
Hasta la próxima entrevista a todos. Gracias como siempre por compartir un poco de vuestro tiempo libre descubriendo gente interesante. Estrellas que brillan con luz propia.
Javier , la entrevista fué un placer
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