viernes, 4 de octubre de 2013

Javier Sedano nos habla de: Egipto

En esta última entrega, no habrá entrevistador e invitado, pues como cierre, he deseado ofreceros el viaje que más me marcó: Egipto.
 
¿Cual es la primera impresión al bajar del avión?

Que habíamos llegado a un país muy distinto al nuestro y con muchas carencias a una primera vista. Tras salir de aeropuerto nos subieron a un autobús que no tenía luces y no arrancaba. Todos nos mirábamos y tras cambiarnos a otro, nos llevaron al barco. Mientras íbamos en el autobús nos explicaron que  había un problema: que el barco en el que nos habían destinado en un principio estaba completo, y aquí sí que nos vino bien. Viajamos en el barco más lujoso que atraviesa el Nilo. Un impresionante Hotel flotante que habían botado tan sólo 2 meses antes. Luego toda la imagen cambió. El viaje resultó muy lujoso, en todos los aspectos.

¿Qué es lo que más impacta del país al turista?

Particularmente la amabilidad y la simpatía. Todos te quieren vender algo, pero lo hacen con mucha educación. Los niños, en algunos sitios te persiguen para que les des algo. Recomendable llevar bolígrafos y gorras. Les encantan, tanto a pequeños como a mayores. El regateo es imprescindible. Disfrutan regateando contigo y si eres bueno en este arte, te felicitan.

¿Qué ciudades visitaste y cuál es la que más te gustó?

Asuan, kom Ombo, Edfu, Esna, Lúxor, El Cairo… Y la que más me gustó sin duda fue El Cairo y su diversidad, entre la cultura tradicional y la moderna. Caminar por El Cairo es una gran locura. Carece prácticamente de semáforos, por lo que te enseñan a cruzar la calle con los coches en movimiento. No, no te atropellan, cuando estás en un carril, ellos cambian a otro y así sistemáticamente hasta que llegas a la otra acera. ¿Cómo lo hacen? Pues sinceramente, no lo sé. Al igual que coger un taxi por la noche, la mayoría no llevan las luces puestas para ahorrar y se guían a base de bocinazos entre ellos. Es toda una aventura, pero una aventura fantástica. Luego están los contrastes, por una parte el lujo de lo que se podría llamar todo el centro y luego, saliendo a pocos kilómetros te encuentras con la máxima miseria.

¿Qué nos puedes contar de su cultura y tradiciones?

Esta pregunta es tan fácil como difícil de contestar. Sobre la cultura egipcia todos hemos leído y visto en cientos de documentales y libros. En una palabra es: APASIONANTE. Internarte entre sus templos, algunos en perfecta conservación como son los de: Edfu (dedicado al Dios Horus), los de Lúxor o Karnak (fundirte entre sus impresionantes columnas, pasear por la senda de las esfinges, rodear la famosa rana… El templo de Karnak lo recordarán muchos por la película: Muerte en el Nilo) Mis favoritos los de Abu Simbel, IMPRESCINDIBLES en el viaje, y si se tiene la oportunidad asistir al espectáculo de luz y sonido, que se presenta por la noche sobre dichos templos y claro está, las Pirámides que sobrecogen cuando se está ante ellas.
Las tradiciones las tienen muy arraigadas y algunas todavía muy inglesas, como es tomar el té a las 5 de la tarde.
¿Cuál es el comportamiento de los autóctonos hacia el turista?

Ejemplar. Si bien los niños, en algunas pequeñas zonas te persiguen para que les des una moneda, un bolígrafo o una gorra, enseguida los guías los espantan. El respeto al turista es absoluto, por parte de vendedores, de guías, de camareros, etc. Te tratan con un gran respeto y amabilidad. Son muy comunicativos, y les gusta hablar abiertamente entre las diferencias existentes entre continentes.
Tuve la gran suerte, junto a otros 6 amigos de grupo, de visitar zonas que no son habituales para el turista. Por ejemplo ir de noche a sus bares, donde por supuesto el alcohol está prohibido, o visitar un pueblo apartado de toda civilización y tener la gran suerte de bañarte en pleno Nilo.
 
Háblanos de la gastronomía.
¡Una delicia! En los dos cruceros que hicimos en dicho viaje: 1) Por el Nilo y 2) Tras pasar la Presa de Asuan, ya que fue un gran viaje de 14 días, el buffet era libre, salvo la noche del capitán que se servía a la carta. Os diré que yo sólo comí sus exquisiteces. Es una comida muy especiada, pero en su justa medida. Son miles los sabores que el paladar percibe y sus postres. ¡Por favor, que postres! Entre otras cosas volvería por su gastronomía. El Karkadé es una bebida muy recomendable. Se puede tomar tanto fría como caliente y entre una conversación no puede faltar una buena Shisha, compartida. Si se es escrupuloso, tener cada uno su boquilla. Incluso para quien no es fumador, es recomendable probarla. Sus esencias con sabor a: Coco, melocotón, manzana…

 ¿Aconsejarías el viaje a tus amistades? ¿Por qué?

Por supuesto. Es un viaje muy recomendable porque van a disfrutar de todo. Los sentidos se agudizan, los olores te embriagan, los sabores te enloquecen, la gente es maravillosa, la cultura te bloquea… Es el mejor viaje que he hecho en toda mi vida y que espero un día volver a repetir.

PD. Dedicado a todos los lectores de este blog y en especial al grupo que formamos en aquel viaje. Nunca os olvidaré amigos.

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