Hoy se celebran el 126
aniversario de la inauguración de la Torre Eiffel.
Este magnífico monumento de
hierro pudelado, fue diseñado por Maurice Koechlin y Émile Nouguier, ambos
formaban parte de la compañía Eiffel & CO quienes presentaron el primer
plano de la misma, el cual fue mejorado, para que tuviera una mejor estética,
por el arquitecto principal de los proyectos de la empresa Stephen Sauvestre y
construida por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel
En un principio se le dio el
nombre de Tour de 300 mètres (Torre de los 300 metros) y concebida para la
Exposición Universal de 1889 en París.
Gustave pensó que el proyecto le
llevaría un año, pero las obras se retrasaron por su complejidad por un periodo
superior a los dos años. Exactamente los trabajos comenzaron el 28 de enero de
1887 y terminaron en marzo de 1889 pocos días antes de la apertura oficial de
la Exposición Universal. En ella intervinieron 250 obreros y fue inaugurada
oficialmente el 31 de marzo de 1889.
En un principio los artistas de
la época no la recibieron con buen agrado, por considerarla un monstruo de
hierro, aunque bajo toda aquella controversia, debido al impresionante tamaño,
(el edificio más alto del mundo hasta 1930 que lo sería el Edificio Chrysley en
Nueva York) y a su silueta, inmediatamente reconocible, la convirtieron en el
emblema de la ciudad de París, que pasaría al poco tiempo a serlo de toda
Francia. A la altura inicial de los 300 metros divididos en tres plantas, se le
añadió más tarde, una antena de 24 metros, con lo que alcanzaría los 324 metros
de altura. Estas antenas sirvieron en un principio para pruebas del ejército,
hoy su utilidad está destinada para emisoras de radio y televisión.
Tras la exposición, la Torre no
tuvo momentos de gloria, por más que lo intentaba su creador, no será hasta los
años 60 cuando alcanza su masivo éxito, debido al desarrollo del turismo
internacional. Ahora recibe la visita de unos 7,1 millones de turistas al año.
El arte ha formado parte importante
del impresionante monumento y reflejado en todas sus representaciones, desde la
fotografía, pasando por el cine, la televisión, literatura y pintura. Disciplina
esta última, donde artistas como Robert
Delaunay, la convierte en objeto central de más 30 lienzos.
La música también tendrá una gran
importancia en la Torre, debido a sus posibilidades excepcionales, como dato
comentar que en 1966, para el lanzamiento de la campaña mundial contra el
hambre, Charles Aznavour y Georges Brassens cantaron en la primera planta y en
1995 Jean-Michel Jarre lo haría a los pies de la misma.
Desde su inauguración, las luces
de gas con la que contaba en 1889 fueron reemplazadas por eléctricas al año
siguiente y desde entonces nunca ha dejado de estar iluminada. Luces de neón o
sodio de alta presión y juegos de luces que se diseñan especialmente para vestirla
en las noches parisinas.
Como anécdota contar que desde
1888, antes de ser finalizada, cada 14 de julio se disparan los fuegos
artificiales desde el segundo piso de la torre, celebrando el día nacional de
Francia.
No puedo finalizar sin deciros su
enclave exacto, que es en Champ de Mars 5, Avenue Anatole France.