EL CINE Y YO II
El contacto con Américo Gutiérrez me hizo disfrutar de lo que significaba el cine por dentro. En su productora y dirigidos por él, se habían realizado un buen número de cortometrajes que habían ganado muchos premios nacionales e internacionales. Como gran espina, Américo tenía un gran proyecto de un largometraje, que por diversos motivos nunca pudo terminar. Cuando vi aquellas imágines en cine en: 16mm me asombró. La delicadeza con que había tratado las imágenes, la fotografía, la dirección de actores, que no lo eran, pero parecían auténticos profesionales.
Un día me desperté y pensé: quiero rodar un cortometraje. Hablé con él y me dijo que me prestaba una de aquellas cámaras y que preparase un guión. Lo hice. Durante dos semanas me sumergí en elaborar el guión y mientras tanto fui animando a algunos amigos para que fueran ellos los actores. Amantes del cine como yo, aquellas sonrisas, fueron la contestación positiva.
Buscamos los escenarios naturales y nos pusimos manos a la obra: delante de la cámara, mis amigos, tras la cámara me quedé en solitario y rodé mi primer corto: La Partida. Llevó más tiempo de lo esperado. El clima nos jugó algunas malas pasadas y la falta de experiencia otras. Algunos fallos que se fueron corrigiendo volviendo a rodar. Menos mal que era video y no cine. Que ruina hubiera sido. Monté el corto en los estudios de Américo y lo presenté a un certamen donde estuvo nominado a: mejor película, mejor actor principal, mejor guión. La categoría de director no existía, ya estaba en mejor película. Gané el de mejor guión, con protestas por parte del público que pensaban que sería también: mejor película. Pero aquel premio me supo a gloria. Luego se presentó a dos certámenes nacionales y quedó finalista en los dos como mejor película de corto. El segundo corto fue para apoyar a dos amigos que iban a entrar en la escuela de cine de Madrid, preparé: Sin ti y por primera vez los dos se pusieron delante de una cámara. La experiencia les sirvió de mucho e incluso presentaron el corto en la escuela como trabajo. El tercer corto: Ensayo, fue también un trabajo experimental para otro chico que lo precisaba para entrar en otra escuela de cine. Estas dos obras, jamás se presentaron a concurso. Siempre me ha gustado ayudar y para mí fue un gran placer colaborar con ellos.
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