MIS AFICIONES I

LA MÚSICA
Además de la afición al cine, que seguramente también volveré a hablar de este medio, otra lo es: la música.
Cuando me preguntan que tipo de música me gusta, la respuesta siempre es la misma: Toda aquella que me motive, que me inspire y que me provoque sentimientos. Desde lo más clásico a lo más extremo.
Últimamente la música la tengo un poco abandonada y la verdad que no sé el motivo. Viviendo en mi ciudad, Torrelavega, algunas tardes me rodeaba de amigos músicos. Admiraba su arte y su hacer. Entre los clásicos: Novel, del que ya he hablado antes y con quien paseaba por las calles de Madrid, Murillo y Chisco… Entre los folk: Los hermanos Diego, Marcos Barcena… y sobre todos: Don Novel Sámano. El padre de mi amigo. Un gran compositor y donde una de sus obras: La fantasía Cántabra, se convirtió en la banda sonora de mi primer corto: La Partida.
Tras rodar el corto y escuchar la fantasía, pensé que era la música apropiada para él y hablando con Novel (padre) me dijo: adelante, utilízala. Cuando vio el corto, me comentó que la había adaptado muy bien. Novel es muy campechano, un hombre que ha vivido mucho y que junto a su mujer, admiro profundamente.
Fui también un privilegiado asistiendo al estreno de la Fantasía interpretada por la Orquesta de Kief en el Palacio de Festivales de Santander en palco principal.
Junto a Novel (hijo) Murillo y Chisco, aprendí dentro de mis medidas: sentir, comprender y amar más a ese gran género: el clásico. Tres amigos con tres instrumentos diferentes: piano, violín y flauta, por orden y tres buenos profesores de conservatorios.
Dejando el mundo clásico, la música que más me gusta es toda la escrita entre los 70 y 80. Aunque en los 90 han surgido grandes grupos y solitas, pienso que como aquellas décadas, ninguna. Mencionar grupos o solistas, sería impropio, ya que son tantos que prefiero no hacerlo.
Últimamente no soy muy discotequero, pero me fascina ir a un Pub o discoteca y desmadrarme con temas de aquellas décadas y algunos de los años más próximos. Así que si un día me veis como un poseso bailando en una pista de baile, recordad que también puedo estar sentado en una butaca escuchando: una sinfonía o mi gran sueño, aún no cumplido: asistir a una gran ópera.