Ya terminó el Orgullo Gay 2012, o
como se denomina ahora “Fiesta Popular” que sigo opinando se infravalora al
acto, pues bien se podría denominar “Fiesta de Interés Turístico Internacional”
que es en realidad como se celebra, pero eso para Ana Botella sería blasfemo y
tendría que rezar dos rosarios más diarios durante al menos tres meses, para
redimirse.
Las críticas, aunque medidas, ya
las he hecho, y sobre estos días poco que contar de nuevo con respecto a otros
años. La gente con muchas ganas de divertirse, en ocasiones en algunos momentos
imposibles de transitar por determinados lugares, incluso este año por la Plaza
de España y Callao entre otros lugares. Eso sí, el tiempo ha sido generoso y no
hemos soportado grandes temperaturas, sino por el contrario, en la madrugada
hacía hasta fresquito, que se agradecía.
Actos para todos los gustos,
buenas actuaciones y algunas desgraciadamente deslucidas por culpa de la
alcaldía, y sobre todo, convivencia, respeto y armonía.
Ahora toca descansar y esperar al
próximo año.
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